Curiosa presencia de elefantes marinos en la playa necochense
Se observan más ejemplares que en otras ocasiones. Están en viaje de alimentación y salen a la arena para mudar el pelaje
Quienes por estos días circulen por la playa necochense es probable que se sorprendan con la presencia en la arena de ejemplares de elefantes marinos del sur (Moirounga leonina), que en viaje de alimentación provienen de la colonia residente desde hace años en Península Valdés (Chubut).
Para conocer detalles de estas curiosas permanencias, Ecos Diarios consultó a Carolina De León, becaria post-doctoral del Conicet e integrante del Grupo de Investigación Biología, Ecología y Conservación de Mamíferos Marinos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, con sede en la ciudad de Mar del Plata.
En principio la experta indicó que “se trata de un fenómeno normal en una época del año en la que los animales salen a la arena a descansar o mudar el pelaje, lo que ocurre con la mayoría de lo que estamos viendo en nuestras costas y específicamente en la de Necochea”.
Luego precisó que “si observan los animales tienen como manchas muy pronunciadas, ya que la muda de pelo ocurre en forma drástica y se les cae la capa más externa de la piel con el pelo, mudando en parches grandes. Se trata de un cambio que puede ocurrir en pocos días o semanas”.
Seguimiento
Si bien se han visto al menos dos ejemplares (uno en el sector del molino “solitario” ubicado camino al sur y el restante en la zona de playa de los Patos, De León reveló que el organismo del que forma parte viene haciendo el seguimiento de uno en especial, que se encuentra en la playa necochense “desde el 20 de noviembre”, y que está mudando su pelaje.
“Es normal esa presencia en la playa, ya que el mismo se queda afuera del mar, para mantener el calor corporal y evita entrar al mar”, acotó la profesional, a la vez que aconsejó “no alimentarlos ni mojarlos, así como tampoco acercarse pues siguen los efectos de la gripe aviar; incluyendo a mascotas que se paseen con correas”.
Razones de las visitas
Carolina De León destacó que “se han visto más ejemplares que otros años y eso se puede corresponder a que, como pertenecen a la colonia de la península de Valdés que está en aumento desde hace décadas, hace que observemos más elefantes en estas costas”.
Al describir características de esta especie, De León contó que “el elefante marino del sur adulto tiene un ciclo de vida que consta de dos etapas en tierra, que alterna con otras tantas en el mar para su alimentación”; y añadió que “desde agosto a octubre es la época reproductiva en península Valdés, cuando se producen la cópulas, nacimientos y alimentación de los cachorros; y tras eso los animales ingresan al mar para hacer un viaje de alimentación de unos ocho meses, que se ve interrumpido por este proceso de muda del pelo, que es cuando necesitan volver a la playa y lo hacen a lo largo de toda la costa argentina. Están un par de días o semanas y siguen ese viaje de alimentación…”///
Comportamiento y presencia
Se precisó que en Necochea y ciudades costeras contiguas predominan los elefantes marinos juveniles, que no están sexualmente maduros y por ello tienen visitas frecuentes a nuestras costas. Se trata de ejemplares juveniles nacidos este año”.
De León explicó que “el elefante puede convivir sin problemas con los lobos marinos de vuestra escollera, como ocurre en Valdés. Es una convivencia tranquila, compartiendo el espacio”.
Estos animales se alimentan de peces y calamares, durante esos viajes de alimentación, pero cuando están en la playa se mantienen en ayuno (sin alimentarse), tanto durante la época reproductiva como también durante la muda.
Carolina De León sostuvo que “los elefantes marinos no se acercan ellos mismos para atacar a las personas y/o mascotas, pero sí pueden estar a la defensiva y reaccionar levantándose y abriendo la boca cuando se les acercan extraños”.
Por otro lado, se dio cuenta que estos ejemplares “son fieles a sus sitios reproductivos.
Vuelven todos los años a los mismos en general, aunque por el aumento poblacional han aparecido nuevos sitios y hay registros de nuevos sitios en Chile por ejemplo, mientras que en la provincia de Buenos Aires solo se ven ejemplares solitarios. Nunca se han visto grupos numerosos”.
En tanto De León explicó que “son fieles a los sitios reproductivos en donde se establecen los harenes, que son los grupos reproductivos conformados por más de 12 hembras. El macho alfa que copula con ellas y algunos machos subordinados en la periferia de los mismos”.///
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