Dejó todo para vivir una soñada aventura en moto
Mariano Herrada se encuentra en Bolivia, y va en busca de su meta de llegar a México
Hace un tiempo, Mariano Herrada le había dicho a un amigo algo así como que “sería una locura conectar Necochea con México en la moto”, sin saber que esa “locura” se iría convirtiendo cada vez más en una realidad, gracias a una serie de eventos desafortunados que lo terminarían llevando a la aventura de su vida.
El exalumno de la Técnica 2 y amante de deportes como el rugby o el fútbol, no solo está a punto de cumplir los 30 años de edad sino también ese sueño de algún día animarse a agarrar la moto y salir a recorrer el país e incluso otros países, casi con lo puesto. Aunque para que eso ocurra, tuvo que atravesar una serie de obstáculos que, al final, entendió que fueron el empujón que lo llevó a concretar su anhelo.
Mariano nació en Necochea, donde cursó sus estudios primarios y secundarios, para luego mudarse a Olavarría a seguir estudiando y trabajando. Allí estaba desempeñándose en una conocida empresa cementera hasta que “por las cuestiones políticas de la Argentina” consideró que su futuro y desarrollo personal no estaban aquí, sino en el exterior.
Cambios y decisiones
No fue fácil, pero tomó la determinación de abandonar su trabajo en Olavarría y mudarse a España, donde tiene familiares. Sin embargo, teniendo todo preparado para emigrar, las restricciones, por ser considerado un país riesgo durante la pandemia del Covid-19, le impidieron moverse de la Argentina.
Así fue como volvió a Necochea, habiendo puesto a la venta una moto, el auto y habiendo armado un plazo fijo en el banco.
Se encontraba en una situación no planeada. Había renunciado a su trabajo y tenía todo listo para viajar, pero solo le quedaba una moto Honda XR 125 que había comprado usada.
Paralelamente, pensó: “No tengo pareja, no tengo hijos…quizá sea el momento”.
Sin buscarlo, el camino se había despejado para empezar a pensar en que aquella “locura” que le había dicho a su amigo quizá no era tan irrealizable. Armó el equipaje y salió con destino Bariloche, pensando que eso ya era una aventura más que aceptable.
Lamentablemente, el proyecto no tendría un comienzo tan agradable, porque no había hecho ni 100 kilómetros cuando fundió el motor.
“Por la inexperiencia en el tema, la compré usada a la moto y no la preparé para un viaje tan largo, por eso me perdí una semana arreglando el motor en Tres Arroyos. No fue un buen inicio, pero idea era seguir para adelante y, por suerte, encontré un buen mecánico”, contó.
El viaje
Estando ya cerca de Bariloche, el joven necochense se dio cuenta que llevaba demasiado equipaje, ya que la moto soportaba el peso hasta de algunas frazadas. Por eso, en San Martín de Los Andes separó la mitad de sus pertenencias y se las dio a sus amigos que habían ido en camioneta. “Ahora ando con una mochila con ropa, una carpa, una bolsa de dormir, algunas herramientas para la moto y un tanquecito de nafta”, contó.
Cumplido el objetivo de llegar a Bariloche, continuó por Ruta 40 hasta La Quiaca, parando en campings o en algún hostel, lo que le ha permitido conocer a otros viajeros.
Estando tan al norte del país, era fácil cruzar a Bolivia, por lo que el viaje ya sería internacional.
“Ahora estoy en La Paz y el siguiente paso será pasar a Perú. Lo ideal sería llegar a México. Creo que estoy en el proceso de hacerlo”, dijo Mariano, que en las últimas horas se topó con una manifestación de pueblos originarios en la Ruta 4 de Bolivia, la cual tenía el tránsito absolutamente cortado. No obstante, “la simpatía le ganó al enojo” y fue el único que pudo pasar para continuar su aventura.
“En la Argentina cocinábamos mucho más en los hostels o en los campings con otros viajeros, pero en Bolivia es tan barata la comida en los mercados o en la calle que no conviene cocinar”, contó el viajero que lleva semas conociendo paisajes y personas que hasta hace unos meses solo eran parte de un alejado deseo.///