Días después de ser campeón del mundo, el “Pato” Fillol fue recibido como héroe en nuestra ciudad
Una de las visitas más recordadas del notable arquero, vitoreado por una multitud
Capítulo de una época dorada para nuestra ciudad, el 30 de junio de 1978, pocos días después ser campeón del mundo con la Selección Argentina, el arquero Ubaldo Matildo Fillol fue recibido y vitoreado como un héroe por una multitud que salió a su encuentro a cada paso de su derrotero, que tuvo como momentos más destacados su visita a los estudios de LU 13 Radio Necochea en la Gran Galería Central, al Palacio Municipal y un acto en el Piso de Deportes del Club Atlético Rivadavia. Hoy se están cumpliendo 42 años de aquella tarde noche que movilizó a todos los fanáticos futboleros.
Eran años donde las estrellas del deporte, jugadores de los grandes clubes de la Argentina, realizaban pretemporada en nuestras playas o los actores y actrices más destacados traían sus obras. Las caras de la televisión, las voces de la radio, tenían a Necochea como punto habitual. En ese contexto LU 13 cursó la invitación y el “Pato” Fillol terminó siendo agasajado por toda la ciudad, a sólo cinco días de haber sido figura del equipo conducido por César Luis Menotti que levantó la Copa del Mundo de la FIFA en el estadio Monumental, la primera para nuestro fútbol.
Anochecer de un día agitado
El periplo para los organizadores comenzó temprano aquel día, con el temor de que la agenda de Fillol complicara la propuesta (ver Passarella, Mirtha…). Finalmente, un poco más tarde de lo previsto, aproximadamente a las 17.30, aterrizó en un vuelo de Austral Líneas Aéreas a la por entonces nueva pista pavimentada del aeródromo local. La sonrisa de siempre y el pelo largo a tono con la época desataron las primeras muestras de afecto apenas dio unos pasos en la escalerilla para descender del avión. Vestía un saco de pana azul que lo resguardaba del frío; la camisa y la corbata apenas se lucían por sobre el pulóver de lana al cuerpo. Lo acompañaban Rodolfo Talamonti, histórico ayudante de campo de Angel Labruna en River y los periodistas Eduardo Carpio, corresponsal de Canal 13, y Ernesto Villay, de la Revista Goles.
El recorrido del mejor arquero del mundial sería frenético. A pesar del frío, había tanta gente en la pista que costó disiparlos para subirse a un automóvil convertible con el cual emprendió el camino rumbo al centro de la ciudad, vitoreado a su paso por el público también en la avenida 59 hasta llegar a la Galería Central. Allí fue el epicentro del caos. Cientos de hombres, mujeres y niños lo esperaban en el hall central y en las escaleras y prácticamente atravesó la multitud llevado en andas entre abrazos, saludos y pedidos de besos y autógrafos. Lo recibió el salón auditorio de Radio Necochea, abarrotado como pocas veces y gente apiñada contra los vidrios para verlo un poco más. En un tono cordial, Fillol respondió las preguntas de la entrevista. Además de los anfitriones, estaban presentes periodistas de Ecos Diarios, por supuesto, de Radio Tres Arroyos, La Voz del Pueblo de Tres Arroyos y la revista Sucesos de nuestra ciudad.
“No me iré”
La charla periodística giró en torno a su posible pase al exterior, siendo categórico al afirmar que “Aquí tengo todo, soy muy feliz, no se si fuera de mi país podré sentirme igual. Por eso he decidido que no me iré. El lunes me reintegro a los entrenamientos en River”. El tiempo le dieron más valor a esas palabras, ya que jugó en nuestro país hasta su retiro en 1990.
Con el intendente
Cuando terminó la entrevista en el auditorio, el turno para preguntar fue de Fillol: “¿Por dónde salimos?”. Así fue como “escondido” detrás de Nicolás “Pato” Tambascia, parte del staff periodístico de LU 13, se escabulló entre la multitud. La siguiente escala para Fillol fue el Palacio Municipal, donde fue recibido por el intendente Alberto Vicente Percario a quien le agradeció la hospitalidad y el trato como huésped de honor. En tanto, además de elogios y agradecimientos, Percario comentó que el “Pato” era el segundo campeón del mundo que visitaba ese despacho municipal, en alusión a la visita del defensor Roberto Perfumo, consagrado con Racing en la Copa Intercontinental en 1967, quien en 1978 era compañero de Fillol en River.
En el Piso de Deportes
El último tramo de la visita fue otra manifestación popular, ahora en el Piso de Deportes del Club Atlético Rivadavia. Allí el agasajado recibió cerca de un centenar de regalos, entre plaquetas, medallas de oro y recuerdos, de manos de representantes de instituciones sociales y deportivas. También lo hicieron firmas comerciales de Necochea y toda la zona de influencia. Todos estos regalos y aportes económicos fueron los que hicieron posible la visita de una personalidad de tal magnitud en esos días. Valió el esfuerzo. Nadie quiso perderse la oportunidad de saludar al campeón, que agradeció a todos con igual predisposición a pesar de la larga jornada que concluyó bien entrada la noche, hasta que viajó en auto a Mar del Plata para tomarse el vuelo de regreso a Buenos Aires.
No fue la primera y tampoco la última visita del “Pato” Fillol a Necochea, ya sea como jugador profesional, participando de partidos a beneficio o respondiendo invitaciones de la peña de River. Pero sin dudas aquella de 1978, hace 42 años, fue la más significativa. Aun recorre los pasillos de la memoria de aquellos que sintieron que al menos una parte de esa consagración histórica llegaba a la ciudad y pudieron agradecerle con nada más humilde que el calor del afecto.
Passarella, Mirtha y Quilmes
La visita de Fillol mantuvo en vilo a los organizadores por el temor de un faltazo. No por la falta de predisposición del protagonista sino por la abultada agenda de la figura, requerida por otros medios e instituciones que buscaban entrevistarlo o agasajarlo. Habían pasado apenas cinco días de la obtención de la copa y los jugadores de la Selección estaban en boca de todos. Incluso se supo después que los organizadores apuntaron en primera instancia a traer a Daniel Passarella, nada menos que el gran capitán, pero ya se había comprometido en actos en Chacabuco, su pueblo natal.
El mismo viernes que se lo esperaba en Necochea, Fillol se sentó en la mesa de Mirtha Legrand, almorzando antes miles de televidentes. Algunos con esa imagen pensaron lo peor, que un retraso por los pasillos de la TV le impediría viajar. Pero recuerdan que el “Pato” se levantó de la mesa, en medio de las disculpas del caso, y no estuvo en el cierre del programa para así poder tomar su vuelo a Necochea a tiempo.
Así como hay anécdotas de su llegada, también las hay de su partida. De viaje a Mar del Plata, junto a Talamonti, Carpio y Villay, fue llevado en auto por los propios organizadores de LU 13, con Arturo Coupau al volante, que por entonces tenía 18 años. Para Fillol no terminaba allí su día, ya que en el Hotel Alvear lo esperaba una cena agasajo del Club Quilmes, equipo con el cuál había debutado en la Primera en 1970.///