Disertará la periodista y escritora Erika Rosenberg
Sobre “Religiosas mártires en la Segunda Guerra Mundial”
La periodista y escritora Erika Rosenberg, biógrafa de Oskar Schindler y Emilie Schindler, llega a nuestra ciudad para brindar una conferencia el viernes 26, a las 21, en el salón de la parroquia Santa María del Carmen, sobre “Religiosas mártires en la Segunda Guerra Mundial” Edith Stein – Maria Restituta Kafka.
La escritora mencionó al respecto que “es este el momento oportuno en que es completamente necesario remarcar los valores humanos en una sociedad cada vez más egómana. En dónde el ser humano, como tal posa sus ojos y sentimientos en objetos materiales de poca importancia dejando de lado los verdaderos valores y principios que son lo pilares de toda civilización. Muchas veces me pregunto que es lo que nos ha sucedido y al encontrar las respuestas, pongo mi ahinco en tratar de llevar a la faz del lector, a la faz de mis contemporáneos historias de personan que han ofrendado su vida en pos de ideales, en pos de la humanidad. Son historias de personajes casi desconocidos, pero no por ello menos interesantes”.
Mártires
Rosenberg tiene una larga nómina, pero este mes de 2018 ha decidido referirse sólo a dos. Dos mujeres bravías que lucharon por los derechos humanos, aún cuándo ellos no se había declarado, que ofrendaron sus vidas por sus ideales.
Dos mujeres mártires que proveniendo de diferentes lugares el destino y las ciurcunstancias las llevaron a ser víctimas de los mismos actores. Dos destinos, dos vidas, dos sacrificios.
Una de ellas Edith Stein, aquella judía conversa, hija de una adinerada familia alemana, primer mujer que recibió el título de Dra. en filosofía en Alemania, defensora de la igualdad de género y que en un momento de su vida resolviera convertirse al catolicismo y tomar los hábitos y a la que los Nazis con sus hordas asesinas tomaran prisionera y ejecutaron en una cámara de gas en Auschwitz.
La otra, es la Beata Restituta, una valerosa religiosa franciscana que atendía a los enfermos cualesquiera sus condición: judíos, comunistas, socialistas, cintis y romas (gitanos). Hecho que le valió ser constantemente observada por el director del hospital de Mödling en Viena, en dónde ella trabajaba. Hecho de arrojo fueron de valientes actos colgando crucifijos en las paredes del hospital, mientras que los nazis y sus colaboradores los descolgaban.
Un día al terminar en la sala de operaciones, ella cumplía la función de instrumentadora, vino la Gestapo a detenerla y encerrarla en la celda de la muerte. Un largo año quedó allí esperando su condena: ejecución en la guillotina. Sentencia que fue firmada por Martin Bormann en Berlin.
Dos historias de vida, dos personalidades que subyugan en un mundo que en su febril paso olvida y arrasa con la historia.///