Durante ocho años cargó con la sospechas de instigar un crimen
El 5 de noviembre de 2013 fue absuelto de culpa y cargo
Se cumplieron 10 años del final del segundo juicio realizado en torno a la causa por el crimen del corredor de autos César Cinalli.
El 5 de noviembre de 2013 el Tribunal en lo Criminal Nº 1 absolvió de culpa y cargo y liberó inmediatamente a Horacio Aranaga, un transportista de Juan N. Fernández que durante ocho fue acusado sin pruebas de haber instigado la muerte de Cinalli.
El hombre apareció desde el principio de la investigación como sospechoso, ya que mantenía graves diferencias con Cinalli por cuestiones personales.
Sin embargo nunca existió una prueba firme que permitiera vincularlo directamente al hecho. No obstante ello, durante ocho años cargó con las sospechas de haber sido quien le pagó a Remigio Luján Ibarra para que matara a Cinalli.
“Pechito” Luján, que fue condenado por el crimen,
Lo esperaban
El crimen de César Cinalli ocurrió el 14 de julio de 2005, cuando el productor y corredor de autos volvió desde Juan N. Fernández a su establecimiento rural La Victoria, ubicado a 20 kilómetros de la vecina localidad.
Al bajar de su camioneta para quitar la cadena de la entrada a la estancia, un hombre salió de entre las sombras y efectuó un disparo al pecho de Cinalli, quien cayó al piso, donde recibió otros cinco tiros en la cabeza.
Cinalli vivía junto a su pareja de 29 años en ese campo de 100 hectáreas de la localidad de Juan N. Fernández, ubicado en el kilómetro 78 de la ruta 86, a 78 kilómetros de Necochea.
El cadáver de Cinalli fue hallado en la tranquera de acceso al campo por su sobrino, un abogado de 28 años, con quien había estado hasta minutos antes.
El cuerpo estaba al lado de la camioneta Chevrolet C-10 que pertenecía a la víctima, y los familiares de Cinalli determinaron que el homicida se había robado un maletín y un revólver calibre 38.
La primera hipótesis fue el robo y las pesquisas se orientaron hacia un hombre que merodeo por la localidad en bicicleta, en los días del homicidio.
Finalmente, por el violento homicidio fue detenido poco después “Pechito” Luján, un ex convicto que había pasado la mayor parte de su vida tras las rejas.
La detención fue realizada por personal de la Delegación de Investigaciones de Necochea (DDI) en una vivienda del barrio 17 de Abril de Azul.
Sospechas
Sin embargo, los investigadores comenzaron a sospechar que detrás del crimen de Cinalli existía otro motivo, además del robo.
Durante la instrucción de la causa apareció la figura de un transportista que había sido pareja de la mujer de Cinalli.
Luján fue condenado el 26 de junio de 2007 a prisión perpetua por la muerte de Cinalli. En la sentencia el tribunal ordenó iniciar una investigación sobre la vinculación de un transportista de la localidad con el crimen.
La pareja de Cinalli al momento de su muerte era la ex esposa de este transportista y esa relación había causado el enfrentamiento entre los dos hombres.
En la sentencia, los jueces entendieron que había “quedado suficientemente probado que esta persona, en los últimos tiempos de vida de Cinalli hacía pública su enemistad con quien, en algún momento, consideró un hermano”.
Según testigos, el transportista había dicho en una oportunidad que “iba a matar a Cinalli como un perro”.
Ocho años después del crimen, Aranaga fue llevado a juicio, pero el tribunal lo absolvió por falta de pruebas.
A pesar de que el transportista fue exonerado por la Justicia, dieciocho años después del crimen, aún existen dudas sobre si Cinalli fue víctima de un asalto o hubo otro motivo detrás de su violenta muerte.///
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