El balneario Costa Bonita cumple 76 años
Pese al olvido de varios gobiernos, el paraje mantiene vivo su encanto
Hoy está cumpliendo 76 años de historia el balneario Costa Bonita, que tiene un encanto que llama la atención de los turistas que se enteran de su existencia y lo visitan. Por otro lado, más allá de los encantos de la naturaleza del lugar y de los edificios, también es el aniversario de un lugar cuyos habitantes vienen persiguiendo algunas obras de mantenimiento y la atención de los intendentes desde hace mucho tiempo.
Respecto a esto último, algo parecido es lo que le pasa al balneario Los Ángeles, que también por estar alejado del núcleo urbano es poco tenido en cuenta por quienes han encabezado el Departamento Ejecutivo y por los concejales, que muy extrañamente presentan algún proyecto pensando en mejorar la calidad de vida de los residentes y visitantes de estos lugares.
Hoy, este lugar que se encuentra a unos seis kilómetros de Puerto Quequén y que se caracteriza por sus arenas gruesas y gran cantidad de piedras y caracoles de diferentes colores, cuenta con varios terrenos a la venta e incluso alguno de los históricos inmuebles también lo está. Se nota, además, que los años han pasado para las antiguas edificaciones del lugar, que mantienen su encanto por el marco natural en el que se encuentran, que hace buen honor al nombre de Costa Bonita.
Reclamos
Lamentablemente, no todo es belleza en Costa Bonita. Los residentes de todo el año y los que tienen viviendas allí y van en la temporada han estado reclamando desde hace largo tiempo para que se tomen medidas respecto al mantenimiento del lugar, a la seguridad, a la presencia de un médico de manera constante y al control de parte de Tránsito por la circulación de motos tipo enduro, que usan los alrededores como una pista.
Días atrás, desde el área de Obras Públicas se inauguraron 14 nuevas luminarias led para el alumbrado público, lo que apaciguó el reclamo de los vecinos, que al menos se sintieron escuchados en uno de sus pedidos, tras gestionar una movilización en el ingreso al balneario.
Historia
Adolfo Bioy Casares, en su libro El Gran Serafín, de 1967, decía, “va hasta Mar del Plata, sale de Mar del Plata, deja a la izquierda Miramar y Mar del Sur y a mitad camino a Necochea está San Jorge del Mar, el balneario que usted busca”. Hay grandes posibilidades de que ese balneario sea Costa Bonita, que en algún momento habrá enamorado al escritor argentino y lo inspiró para su ficción. Recientemente, el colorido de algunos lugares de este balneario también enamoró a la actriz y cantante Jimena Barón, que subió fotos a las redes, que luego fueron publicadas por varios medios nacionales. Esto demuestra que a pesar de los años, Costa Bonita no ha perdido esa magia.
Si nos remontamos a los orígenes del lugar, hay que visualizar lo que ocurría a mediados de la década del 40, cuando Mario Corte, un empresario capitalino compró a la familia Gil varias hectáreas de tierras frente al mar, en lo que luego sería el balneario Costa Bonita, nombre que se desprendería de la belleza natural que había visto este hombre.
Fue el mismo Corte quien colocó un cartel sobre la ruta 88, a la altura del camino de acceso, que decía: “La fabulosa Costa Bonita” y luego fue loteando el lugar para construir enseguida la hostería que llamó “Canción del mar”, ya que él mismo antes había tenido emprendimientos similares en Córdoba y Monte Grande.
Además, el empresario construyó cinco chalets y donó el edificio donde en la actualidad funciona la Escuela Nº 41 “Niñas de Ayohuma”.
Los inversores no tardaron en llegar cuando se enteraron del lugar, y a pesar de que en aquellos años veían un potencial grande para convertirse en un gran balneario, Costa Bonita creció bastante y luego fue cayendo en el olvido, acompañada por la erosión costera y el desinterés de las autoridades municipales de Necochea. Afortunadamente, Mario Corte no vivió lo que ocurrió con la llegada del nuevo mileno, dado que falleció a finales de los 90, pero seguramente hoy estaría junto a los vecinos pidiendo que no se olvide ese lugar mágico que supo visualizar desde antes que se construya la primera casita.///