“El CAAN hace lo imposible, pero la población no ayuda”
El fin de semana dejaron abandonados nueve cachorros en inmediaciones del predio del Centro de Ayuda al Animal de Necochea y la institución deberá pagar entre 10.000 y 12.000 pesos solo por la primera atención veterinaria de cada uno de los perritos.
Las cifras reflejan la compleja situación que atraviesa en este momento el CAAN, que aloja en su predio a 280 animales.
“El CAAN hace lo imposible, pero la población no ayuda”, dijo Elena Zimmermann, una de las colaboradoras de la entidad.
Explicó que el predio se encuentra colapsado, ya no puede recibir más perros y “hogares de tránsito ya no hay”.
A esta crisis se debe sumar la económica, que impactó directamente en un notable incremento de los gastos de funcionamiento de la entidad.
“No es sólo el costo del alimento balanceado. También los de energía eléctrica, que subieron muchísimo”, dijo Zimmermann.
Por otra parte, explicó que la inflación impactó directamente en los valores de la atención veterinaria.
En ese sentido, precisó que los gastos veterinarios del centro no tienen que ver con los perros alojados en el predio sino con los cachorros que llegan o con perros callejeros lastimados o abandonados.
Zimmermann explicó que se está dando una situación de “desidia” por parte de la gente que hace que haya cada vez más perros callejeros.
“Aunque el quirófano móvil hace castraciones gratis, la gente no lleva a los perros, no se molesta en castrarlos”, afirmó.
Debido a ello, señaló, es habitual que haya perras preñadas, peleas, animales lastimados y también nacimientos de cachorros que muchas veces son metidos en una caja y abandonados.
“Hay una situación de desinterés por los animales que nunca antes se había visto”, dijo Elena.
Recursos y castraciones
Todos estos factores han llevado al CAAN a una situación difícil y a algunos de sus colaboradores a la desesperación.
A ello hay que sumarle la dificultad para obtener recursos. La entidad se sostiene con el aporte de sus socios, pero la inflación y la devaluación también ha impactado en este sentido.
“En abril aumentamos la cuota casi al doble, pero no podemos volver a hacerlo”, dijo Zimmermann.
Señaló que en la actualidad la cuota es de $500, pero muchos socios pagan más voluntariamente para ayudar a la institución.
“Hemos implementado un bono contribución para tratar de juntar más dinero, pero se nos está haciendo cuesta arriba”, dijo.
Pero la principal crisis no es la económica sino de responsabilidad cívica.
“Hace unos días abandonaron un perrito a media cuadra del predio. Lo dejaron atado con una soguita, sin agua, sin comida, todo enroscado abajo de un alambre de púas. Así dejan los perros”, explicó Liliana Arana, presidenta del CAAN.
“Hay una desidia total de la gente”, agregó y dijo que dejan animales abandonados en condiciones extremas, algunos muy enfermos.
Por ello, Zimmermann afirma que desde el CAAN se hace “lo imposible”, pero remarca que “la población no ayuda”.
Y la situación se agrava día a día debido a que el centro ya no puede recibir más animales porque no tiene espacio y que también está superada la capacidad de los hogares de tránsito.
Por esta razón Zimmermann afirmó que hay que “hacer mucho hincapié” en la castración y remarcó que la institución también asiste a las personas que no pueden llevar los animales a castrarlos con el traslado de los perros.///
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