“El Casino es mi cable a tierra, es un lugar donde somos una gran familia”
Analía López. Es casinera en la rama juego desde hace 27 años, además es profesora de danzas y emprendedora
Por María Cecilia Gotta
Redacción
Analía López es oriunda de Necochea y el Casino es parte de su historia familiar, y hasta el día de hoy, afirmó “el Casino es mi cable a tierra, es un lugar donde somos una gran familia”. Es como su segunda casa, ya que su padre trabajó ahí durante muchos años y tiene muy lindos recuerdos. Analía continuó los pasos de su padre y comenzó a trabajar desde muy joven y lleva 23 años trabajando como casinera en el sector de juego.
“Mi papá estuvo como camarero, barman, y vivió la época de oro del Casino cuando estaba ubicado en el edificio Royal, en cambio yo empecé a trabajar en la sede actual del Casino”, detalló.
Cuando era chica recuerda que en su casa no se hablaba de trabajo, ni del juego, ni del Casino.
Analía estudió el nivel primario en la Escuela Nº 7, la secundaria en la Media Nº 2 y comenzó Administración de Empresas pero a los 23 años empezó a trabajar en el Casino.
“Antes uno podía elegir estudiar o trabajar y yo elegí trabajar, era lo que más redituaba y hoy en día es distinto, uno recomienda a sus hijos estudiar para que tengan un título el día de mañana”, indicó.
El Casino significa muchas cosas para Analía, además de ser su trabajo, es especial por su historia, ya que su papá trabajó ahí, ella y ahora también su hija. Tres generaciones vinculadas con “el gigante”.
Al momento de analizar el presente del Casino, Analía puntualizó “nosotros luchamos contra un cierre, siempre estuvimos unidos en ese pedido y duele mucho verlo asi como está, lo miro desde adentro y está muy lindo pero también lo veo por fuera y es terrible, y al mismo tiempo duelen los comentarios de la gente”.
A lo largo de los años fue viendo el deterioro del Casino y recordó la primera vez que entró. “Cuando entré al Casino me impactó por su tamaño, era un mundo distinto a lo que me imaginaba, en aquella época se permitía fumar; también tengo presente que los casineros se reunían con sus familias y hacían fiestas, participábamos todos, celebrábamos los días del niño y recuerdo haber participado”.
Hoy en día se quiere retomar esas costumbres para llevar a los chicos al Casino, para que conozcan el trabajo que hacen sus padres.
La prolijidad, la presencia y el buen gusto en la vestimenta siempre estuvo presente y los trabajadores, hasta el día de hoy lucen traje con saco, corbata, moños, chalecos, zapatos negros, medias negras, están muy bien peinados, todos por igual, hombres y mujeres.
Analía fue la primera mujer en ingresar a la rama juego, y hoy ya son varias las mujeres que se incorporaron al plantel. “Esa primera etapa no fue fácil, me tuve que ganar el lugar, no había espacio para mujeres”.
El Casino tuvo su esplendor y antes era un clásico que toda quinceañera o recién casados se sacaban una foto en el hall con la araña o el espejo. “Ahora son pocos los que lo eligen para sacarse fotos”, mencionó.
Además explicó “está la rama juego, maestranza, se atiende al público en las mesas, tenemos contacto directo, por lo tanto se da el diálogo, y ya nos conocemos con la gente que va hace muchos años. Van turistas, gente de la zona, y ahora que abrió la sala se llena siempre, esperaron mucho esta apertura”, dijo.
En lo que respecta al trabajo, mencionó que es necesario aggiornarse y quienes se suman a trabajar tienen que aprender reglas, como tratar a la gente, a manejar las fichas, como se tira una bola, como se sacan las cartas, no cualquiera lo hace y es necesario estudiar.
“Uno sigue aprendiendo, hay cosas nuevas, ahora la tecnología no está inmersa en el Casino pero más adelante tal vez pongan tragamonedas”, indicó.///
RETRATO
Emprendedora
Analía López también es emprendedora y con su pareja abrieron una papelera. “A partir de la pandemia comenzamos a trabajar mucho y estamos muy contentos”, dijo y añadió “me encantaría hacer algo más con el emprendimiento y lo estamos logrando, es un lindo recorrido el que estamos haciendo”.
En sus ratos libres le encanta bailar, es profesora de baile; además le gusta el teatro.
Se considera muy familiera y disfruta compartir con la familia y amigos.
“Somos una familia ensamblada, numerosa y el más chico tiene 8 años y el más grande 24. Está bueno que estemos todos juntos en familia, si bien trabajo mucho y termino cansada, soy feliz, termino con una sonrisa”, afirmó.///