El Club Huracán cumple 100 años
Del esplendor a las sombras, de las ruinas al pujante presente. Parte de la historia deportiva y social de la ciudad
Apenas pocas letras. 100 años de vida. Una frase simple que conjuga detrás tantas manos, tantas pequeñas y grandes historias. El Club Huracán de Necochea cumple mañana su centenario y junto a él lo hacen también todos aquellos que pasaron por ese pedazo inmenso de la historia de la ciudad y que sigue latiendo.
En lo institucional, hubo momentos de esplendor y también de mucha oscuridad en tantos años. Quizás por eso se valora su saludable presente, con una decena de disciplinas en sus instalaciones y cerca de 1.200 socios. Una realidad pujante muy distinta si la comparamos viajando apenas una década atrás. El actual presidente, Guillermo Massa, lo define en pocas pero en fuertes palabras: “En lo personal veo al club en tres etapas definidas. La primera desde su fundación a la época dorada. Aquellos años en la Galería Huracán, que aún lleva su nombre, que luego se vendió para construir lo que es hoy el club, incluido en su momento el estadio de fútbol. La segunda etapa, la fea, donde el club perdió absolutamente todo, en 1993. Y luego la tercera, la de la recuperación, desde 2008 hasta ahora”.
El fútbol, protagonista
Como tantos otros clubes del país, el nacimiento se debió gracias a un grupo de muchachos, no mayores de 15 años, que allá por 1919 se juntaban diariamente a jugar al fútbol. Bajo los eucaliptos del viejo boulevard del Valle, hoy intersección de avenida 75 y calle 65, entre un «picado» y otro, se escribirían los primeros párrafos de esta historia. La elección del nombre, luego de especularse con San Martín o Sarmiento, se acordó utilizar el nombre del club que encabezara la tabla de posiciones del fútbol de Buenos Aires y quiso el destino que fuera Huracán.
La fundación fue el 24 de junio de 1919. El primer presidente fue Felipe Mancino, al frente de una comisión directiva integrada además por Francisco Balquín, José Costanzo, Máximo Olivera, Pablo Escolano, Manuel Alvarez, Lucho Farizano, Alfredo Luengas, Cecilio Angioni y Ernesto Mancino.
Entre los muchos dirigentes que dejaron su huella a lo largo de los años podemos nombrar a Edelma Pagani, Fulvio Degasperi, Américo Díaz, Raúl Salgado, Juan e Irma Larraburu, Raúl Peccia, Ramón Cascino, Pocho Almassio, Juan Antonio Garralda, Rafael Orue, Alfredo Oscar Jorge y Carlos «Lito» Almassio.
“Gracias al fútbol se fundó el club y también gracias al fútbol, lo recuperamos”, valoró Massa recordando que fue “el único deporte que siguió con el nombre sin tener nada, durante esos 15 años. Y además fueron los dirigentes de la Liga y otras instituciones quienes nos apoyaron en la audiencia pública en 2008 que nos permitió recuperar el club. Eso fue fundamental y no lo olvidamos”.
Huracán fue el primer campeón de los campeonatos de Primera división organizados por la por entonces Asociación de Fútbol de Necochea, donde fue uno de los cuatro clubes cofundadores. Con siete títulos, en 1930, 31, 35, 45, 48, 49 y 79, es el cuarto club con más conquistas en Primera en la Liga. Y el club sigue movilizado por la pelota: “Este año recuperamos judicialmente las 2 hectáreas del predio para la cancha, por lo que vamos a tener novedades concretas pronto. Iremos de a poco”, adelantó Massa. Huracán fue el primer club en contar en su cancha con una tribuna de cemento, en 1933.
De todos
Si bien nació del fútbol, el club como pocos en la ciudad ha logrado ser referente en otras numerosas disciplinas. Hoy ofrece un completo gimnasio para fitness, natación, básquetbol, bowling, patín artístico, voley, artes marciales y pelota paleta. A lo largo de la historia el repaso es mayor. Ha estado representado también en bochas, atletismo, ajedrez, hockey y casín, además de ser referente de importantes momentos del desarrollo del tenis y del cestobol local, o recibir grandes veladas de boxeo.
En el básquetbol comenzó a incursionar en 1943. Obtuvo varios títulos en Primera, marcando una época, especialmente en los años 70 y 80, incluso jugando la Liga Nacional C en 1986. Tras la recuperación, volvió a ser campeón en 2014.
Su predio es con orgullo el centro neurálgico del crecimiento deportivo de la ciudad por varias décadas y ha dejado una huella indeleble en la vida de miles de necochenses. Es difícil encontrar quien no haya pasado al menos una vez por sus canchas, jugando al deporte que sea, pisado el estadio «Gigante» o incluso festejado una fecha especial en el «Salón Dorado».
Massa apuntó que este centenario “nos encuentra sólidos, muy bien en lo institucional. Desde el año pasado cambió de forma geométrica porque ahora administramos el natatorio, no lo tiene un tercero. El club es otro. Estamos al frente de todas las disciplinas, gracias a la subcomisión de cada uno de los deportes”.
En la historia
Difícil plasmar en palabras o hechos estos 100 años de destacados sucesos, en lo institucional o lo deportivo. Un momento bisagra fue en 1967, cuando adquirió las tres hectáreas aledañas al estadio “Mariano Necochea”, ubicadas entre avenida 75 y calle 79 y avenida 58 y calle 62, cedidas por parte del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires al Municipio de Necochea, y ésta a su vez al club. La visión de Almassio era construir allí un gran predio deportivo. Para ello, no sin antes generarse una acalorada asamblea, se autorizó vender la sede de calle 61 -donde hoy se encuentra la Galería Huracán-, algo que no tendría un respaldo decisivo hasta 1971.
En 1978 culminó la primera etapa de obras de lo que hoy es su lujoso predio y sede social, un símbolo deportivo de la ciudad desde entonces. En 1983 se inauguró el trinquete de pelota, bautizado “Mateo Mateo y Manuel Minvielle, en honor a la dupla que logró éxitos provinciales en los años 40. En 1985 se inauguró la pileta semiolímpica, la primera cubierta y climatizada de la ciudad. Por esos años el club llegó a tener 4.000 socios.
La recuperación
Parece algo lejano hoy pero sin embargo hace un par de décadas atrás, el club como tal había dejado de existir, sumido en una crisis económica. No puede hacer frente a los créditos que habían sido solicitados para obras y así, en 1991, pierde su predio deportivo, el cual pasa a manos de la Municipalidad de Necochea en el año 1993. Poco tiempo después, del natatorio sólo quedaban ruinas y era la postal del abandono. “Desde 1993 hasta 2008 el club no tenía nada, se perdió una generación”, explica Massa, quien fue un destacado campeón de natación de la institución. “Cuando el club pierde todo, yo era chico y mucho no sabía. Los últimos deportistas fuimos nosotros y quedaron esos viejos dirigentes con los que pudimos trabajar como a codo, especialmente junto a (Carlos) «Lito» Almassio, el dirigente más importante de Huracán, incuestionablemente”.
Sobre el proceso que terminó con la recuperación del predio, recordó en lo personal que “cuando me fui a estudiar, una de las primeras cosas que hice al volver fue ir al club, vi todo destruido y me sumé para ver en qué se podía ayudar. Así fue que conocí a «Lito» Almassio, que me incluyó en la comisión, ahí empezó todo, me contagiaron, me fui empapando de todo lo que sucedió. Conocí al “Chelo” (Marcelo) Cascino, Daniel Díaz, a Daniel Pagani… a muchos que después de haber vivido esos años tan hermosos en el club, verlo tan abajo nos hizo asumir el compromiso. Es ese compromiso que deberían tener todos los ex deportistas. Lo siento así. Coincidimos en 2004 junto a los viejos dirigentes que nos dieron la posta para continuar la lucha de recuperar el club. Se están cumpliendo 10 años desde que tomamos posesión nuevamente en enero de 2009”, recordó Massa. Entre esos nuevos dirigentes que pelearon por recuperar el club podemos agregar a Cesar Depette, Anabel Corino, Fabiana Cascino, Julio Falcón, Carolina Lastra, Damián Unibaso y Sergio Ratti.
Con mucho por recordar y celebrar, mañana se hará un brindis en el recuperado natatorio y para octubre se está organizando la cena baile que tendrá lugar en el estadio “Gigante”. Desde los soñadores pioneros, los dirigentes visionarios y los incansables que no claudicaron ante la adversidad, todos serán parte del festejo. Porque todos son el centenario y este presente a la vez. Así como cada necochense que el club cobijó, acompañándolo o formándolo, siendo parte de la historia de su vida.