El Concejo en falta con la sociedad
«La calidad es el
único camino para
el crecimiento «,
Jack Welch.
El Concejo Deliberante nadie puede negarlo, menos aún quienes han seguido de cerca todo el andar de la democracia desde 1983 al presente (38 años) parecería ir perdiendo representatividad institucional, consecuencia de ello el bajo nivel de las deliberaciones sin el aporte de ideas importantes y una supuesta falta de interés en los temas que se tratan algo que no ocurre solamente en el honorable cuerpo sino con parecidas características en el Congreso de la Nación.
El jueves fue una jornada de varias horas de trabajo en el Senado, y poco antes de finalizar y en medio de una de las votaciones, la titular del cuerpo, no se dio cuenta que estaba con el micrófono en uso y preguntó si todavía estaba abierta una de las sucursales de Rapa Nui, una conocida chocolatería. Su mente a la hora de la votación estaba en otra cosa. Como no podía ser de otra forma el audio se viralizó al instante. Por este simple “blooper” de la vicepresidenta no la podemos condenar, pero hoy lo tomamos como mal ejemplo.
Aún perdura la costumbre de referirse al legislativo como honorable, porque cuando se crearon estas instituciones las personas que las integraban gozaban de reconocida entidad en la comunidad llevando al recinto la voz ciudadana, honrando con su participación el cuerpo colegiado. En el sondeo de opinión que se publicó del 18 al 26 de marzo en elecos.com ar referido al conocimiento que los lectores tenía sobre el nombre de los 20 concejales con un total 204 respuestas, 178 respondieron que no los conocían 87,25% y 26 que sí el 12,75 % de los miembros de este Concejo. La etimología de la palabra proviene del latín «concilium», lugar de debates, donde ejercen funciones los concejales, entre las más importantes controlar al Departamento Ejecutivo o dictar ordenanzas que permitan avances en una administración municipal porque en cada uno de los votos positivos está el mejoramiento de la calidad de vida de una sociedad.
A medida que ha transcurrido la democracia y con las deudas que los sucesivos gobiernos siguen teniendo con el pueblo, el Concejo Deliberante no escapa a esta responsabilidad y puede con justa razón ser el blanco preferido a la hora de esgrimir un reproche, colocando el dedo acusador, donde se mezcla el «no trabajan demasiado» o » tendrían que hacerlo ad honorem”.
Tratamos de buscarle un punto medio a las dos interpretaciones, por un lado entender que una de las labores más importantes es la que se realiza en las comisiones, donde los que la integran están abocados al trabajo y, los que es cierto también hay quienes son un ave de paso. Y con referencia a la tarea exenta de remuneración, puede quedar bien a los oídos pero lo cierto es que de seguirse un camino así, el mismo estaría limitado peligrosamente a los que tienen una holgada posición económica.
Es honesto afirmar que el legislativo necochense viene sufriendo un descenso en su calidad respetando la marca nacional; abunda la improvisación, los discursos a veces sin contenido profundo y muchas veces se observa el desconocimiento en los temas que se abordan. No es intención caer en la vulgaridad de una parte de la sociedad que ve al deliberativo como una muestra burocrática donde quedan muchas iniciativas en cajones bajo llave, no da para ubicarnos en la anti política, porque eso no es bueno.
Concejales que marcaron una presencia importante
Si pretendemos ser justos debemos actuar con buena fe, esto significa desideologizar a la hora de reconocer virtudes, se piense como se piense, aún en las antípodas, provenga del partido político que sea. En este recinto ocuparon bancas concejales que marcaron una época y dejaron establecida su impronta, ese rasgo peculiar que una persona deja con sus palabras, obras, decisiones, estudio de los diversos temas, algo que los diferenciaba sobre sus pares. Seguramente cometeríamos una injusticia si pretendiéramos hacer nombres y, por cuestión de respeto para quienes se desempeñan en la actualidad aquellos ediles quedaran en el arcón de los recuerdos de quienes los trataron y conocieron.
Lo que se ha repetido en varios momentos de la historia de los últimos años es la contradicción: concejales que han llegado de la mano de una estructura partidaria y luego de renunciar a su sector por razones de dudosa credibilidad han terminado conformando bloques unipersonales, desconcertando al electorado que los eligió produciendo ruido en el cuerpo, en el partido de origen con el detalle que, en oportunidades, este llamado travestismo político y para otros desavenencias intrínsecas, han terminado dando acuerdos inesperados por la positiva o negativa.
Bien se dice que las oportunidades son como el amanecer, si uno espera se lo pierde, están quienes comienzan sus carrera política luego de los pasos lógicos de la militancia, aspirando a una concejalía con el objetivo futuro de catapultarse a una legislatura provincial, nacional o el pensamiento puesto en la intendencia.
Para una mayoría de nuestra sociedad el Concejo Deliberante sigue teniendo deudas pendientes lo que puede llegar a ser una verdad a medias, lo que sí es absolutamente cierto que a veces las peleas de entrecasa no les deja ver el bosque.
Temas que no puede demorar
Pareciera que los tiempos de un legislativo no son los de la gente.
Equilibremos la balanza y seamos objetivos, utilicemos un término medio, ni apresurados ni retardatarios, es válido, tampoco la siesta eterna y las vueltas para no resolver nada, la pandemia no es excusa. Se sabe que ha descolocado a la humanidad esto no puede ni debe impedir accionar para cerrar asuntos que hacen al bien general o que provoca la llegada de inversiones y generar los tan anhelados empleos.
En manos de nuestros veinte concejales están una serie de llamados a licitación en la zona de la playa, caso «El Arca», balneario «Zeuz» el ex ACA, Automóvil Club Argentino que parece el cuento de la buena pipa, un cuento con que nos han casi torturado de chicos y parece ser una continuidad en el mencionado balneario el cual, con la temporada que viene será la cuarta que se encuentra en una situación de precariedad, sin darlo a concesión o derrumbarlo definitivamente para abrir paso a un lugar moderno y natural al mejor estilo que se utiliza en los centros turísticos sobre el mar más atrayentes del mundo.
Otra de los cosas que duerme el sueño eterno es el llamado a inversores para la remodelación de la terminal de ómnibus, una imagen de la postal de la decadencia mirando hacia la avenida 43, lugar estratégico con tierras aledañas usurpadas, imposible a esta altura de los hechos diseñar algo acorde con el sitio y que se pensaba tiempo atrás como el edificio del Departamento Judicial.
Hace meses se discutió el precio del boleto en micros urbanos, por dar otro ejemplo, aun la empresa espera y los concejales dudan que hacer.
Es bueno aclarar que en el Concejo pueden retardarse cosas, pero se ha llegado al colmo de aprobar la realización de algún programa en la vía pública luego de meses de haberse llevado a cabo.
Párrafo aparte para el ex complejo casino y la posibilidad antes de fin de año del segundo llamado a licitación luego del frustrado primero cuando se presentó una única empresa «Casino Victoria S.A» aportando nueve millones de dólares, algo que quedó inconcluso y que el Estado municipal giró dos expedientes a la provincia de Buenos Aires para la escrituración y titularización sobre el famoso tercer lote. Porque cuando se realizó la transferencia hubo un error administrativo reconocido por el área jurídica bonaerense de Lotería y Casinos, relacionado a ese lote que abarca el 70 % del ex complejo.
Cuando todo esté en orden, algo que podría ser antes de fin de año, se llamaría a un segundo llamado a licitación, esperando que inversores se vean seducidos por las tierras del lugar o bien nuevamente se presente «Casino Victoria S.A», si quedará desierto el segundo llamado se estaría pensando en nuevas alternativas, por ejemplo, rever el precio, colocarlo en la realidad del mercado. Pandemia mediante y la posibilidad de vender por sectores, aquí sin duda será clave el Concejo Deliberante en la flexibilización del pliego para dar mejores condiciones para la flexibilidad de su venta.
Entre las cosas que no pueden demorarse se encuentra ésta, en caso de ser necesario los veinte concejales tendrán la responsabilidad de agilizar todo lo atinente, discutir y ponerse al lado de Necochea más que de cada partido político o afanes individualistas. La foto de la fantasmal imagen del edificio que publicó Ecos Diarios el martes pasado es lapidaria, ahí está la inerte estructura esperando la decisión de 20 concejales en pugna. Si el Concejo está en deuda con la sociedad cada ciudadano sabrá evaluarlo a conciencia.