El de los mozos, uno de los trabajos más afectados
Los restaurantes y confiterías permanecen cerrados. Algunos perciben la mitad de su salario y además, perdieron la extra de las propinas
El sector gastronómico es uno de los que está sufriendo las consecuencias económicas de la cuarentena que, desde hace un mes, obligó a cerrar las puertas de restaurantes, bares y confiterías desde un primer momento.
Los mozos y personal de cocina que cumplen funciones en estos sitios, no sólo están imposibilitados de continuar con su labor diaria sino que, en muchos casos, cobran la mitad de su salario y su ingreso cayó abruptamente porque tampoco tienen la propina.
En opinión de los más experimentados, es una situación “única” que no tiene comparación con lo acontecido con la Gripe A, en 2009, o en otras épocas de recesión donde los empresarios del rubro tuvieron dificultades para mantenerse en actividad.
Jimena Rodríguez, instructora de Servicio de Gastronomía en el Centro de Formación Profesional Nº 402 y con 20 años de experiencia en gastronomía, indicó que en lo relativo a la formación de la capacitación se complejizó bastante porque los alumnos no pueden hacer las prácticas profesionalizantes y no cuentan en sus hogares con los elementos para poder practicar.
Perjudicados
La docente entiende que “en lo laboral el sector se ha visto muy afectado, muchos de los alumnos que entraron a trabajar en el área de cocina están con delivery y elaboración propia, tratando de vender su producción. Mientras que, los que se desempeñan en el área de servicio, “se ven totalmente perjudicados porque no solo no están trabajando, sino que algunas empresas no están pagando los sueldos, otras les dieron vacaciones o sólo pagan las cargas sociales”.
En la mayor parte de los casos se trata del único ingreso familiar porque varios miembros de la familia hacen labores del rubro, “el sueldo básico no representa la carga horaria real y el mozo lo nota mucho porque no tiene la propina”, expresó Rodríguez
Para paliar la difícil situación algunos restaurantes ofrecen servicio de delivery, tarea que es desempeñada por los mozos que ponen su propio vehículo para trabajar, pero el ingreso mensual es mucho menor.
“El área gastronómico es uno de los que se nota terriblemente este aislamiento y además no están reconocidos, porque muchos trabajan en negro o los fines de semana e incluso no terminaron la temporada porque se cortó antes de Semana Santa”, puntualizó la instructora.
Pocas certezas
Vale mencionar que este sector fue uno de los primeros en dejar de trabajar y seguramente estará entre los últimos en volver a la normalidad, desde el gremio que nuclea a los trabajadores se indicó que este verano hubo unos 2.400 afiliados, cifra que baja a cerca de 800 en temporada baja.
Uthgra aglutina a hoteles, moteles, bares, restaurantes, pizzerías y heladerías de Necochea y Lobería. Según su titular, Juan Gambetta, los empresarios han pagado los salarios de marzo con normalidad aunque no se sabe a ciencia cierta qué sucederá de ahora en más que muchos comercios terminaron la temporada anticipadamente por la pandemia.
La situación de los trabajadores es bastante preocupante, porque están tratando de encontrar cómo sostenerse hasta que se reanuden las labores, tal el caso de Nehemías Casares, que es mozo desde hace dos años y el local donde trabaja cerró sus puertas por el aislamiento social, “trato de hacer otros trabajos aunque sé que tardará bastante hasta que recupere mis ingresos ”.
Mientras tanto, Gustavo Aguirre, con más de 30 años de experiencia en atención al público, sigue cumpliendo tareas en un conocido restaurante que abre mediodía y noche para atender el delivery, aunque las ventas han bajado notablemente.
“La situación es difícil para todos, es una cuestión económica, y los mozos dejamos de recibir la propina que representa poco más de la mitad de nuestro sueldo”, puntualizó///