El destino de los pumas rescatados
La Granja de los Pibes, en Tandil, es un espacio para niños, animales y plantas
Un puma apareció en Necochea en marzo pasado y otro de similares características lo hizo este mes en una vivienda de Juan N. Fernández. Ambos felinos de gran porte fueron rescatados exitosamente. No hubo personas atacadas y tampoco los animales sufrieron daños. En las dos ocasiones intervino personal del Centro de Rescate de Fauna Silvestre de la Granja Los Pibes, de Tandil.
Emilio Fernández es su responsable y habló sobre dichos rescates, así como de las características de ese espacio, ubicado junto al cerro Centinela, en las afueras de la ciudad de Tandil. Lo hizo via Zoom, entrevistado por el periodista Hugo Möller para el programa “El Ciudadano”, emitido este miércoles por Somos, a través de Flow.
-Es habitual que los llamen de otros lugares, como sucedió en el distrito de Necochea, por la aparición de pumas en zonas urbanas?
- Sí. Lamentablemente se está haciendo cada vez más frecuente. Sabemos que el crecimiento de la frontera agrícola avanzó demasiado y nunca se tuvo un parámetro, nunca se hizo un estudio de impacto ambiental o se planificaron en la Provincia de Buenos Aires corredores biológicos para animales silvestres. Esa es una de las consecuencias. Otra es la quita de alimentos. Los productores, muchas veces, tienen una competencia muy grande que son las vizcachas. En esta zona la vizcacha es el principal alimento del puma. El productor envenena a estos roedores y el puma se queda literalmente sin alimento. Entonces sale en busca de alimento y suele toparse con animales de producción, como ovejas, caballos o vacas. Ahí se genera un conflicto. Nosotros vemos una forma sustentable para que ese conflicto se solucione. Hay casos en lo que esto ha ocurrido. No tiene que terminar con un disparo hacia el animal silvestre ni tampoco con la pérdida de producción. Hay que sentarse y planificarlo para que no suceda más. Para que entendamos la importancia que tiene este animal en su hábitat natural. Si seguimos atacándolo, las consecuencias van a recaer en el ambiente, pero también sobre nosotros, que estamos insertos en él.
-¿Qué sucede una vez que ustedes rescatan a los animales, como el caso de estos dos pumas en el distrito necochense?
- En ambos casos concluimos en que se trataba de un animal silvestre, por sus características y su comportamiento. Ninguno tenía patología o lesión de importancia como para traerlo a nuestro centro de rescate y hacer un trabajo de rehabilitación. Lo que se hizo fue una traslocación: al animal se lo seda y cuando se pasa el efecto se lo reubica en una zona natural. Se busca un lugar en el que el animal tenga agua, comida y refugio para establecerse los primeros días. Y después, una vez que se reubica, puede salir por su propia cuenta (hacia su hábitat natural).
Cuanto rescatan un cachorro o un animal lastimado se lo trae a nuestro centro de rescate, lo atienden médicos veterinarios, le hacen las curaciones necesarias. Si es cachorro o estuvo como mascota algún tiempo, hacemos un entrenamiento para que el animal pierda esa impronta que se genera con el mascotismo y pueda tener una segunda oportunidad de vivir en la naturaleza.
-Es decir que, en ocasiones, se pretender convertir a animales silvestres en mascota. Lo cual no es nada recomendable…
-No sólo no es recomendable, sino que está prohibido en Argentina tener como mascota cualquier animal silvestre autóctono. Hay gente que agarra un puma cachorro pensando que la madre no está o la han matado. Pero en el 90% de los casos la madre está y sólo se ausentó para ir a buscar alimento. Está la pavada del ser humano de jugar por un momento al veterinario, levantarlo y llevárselo a su casa.
Lo que estamos haciendo, de esa manera, es condenar al animal para toda su vida a una jaula. Y cuando pasa mucho tiempo en cautiverio no puede ser devuelto a su hábitat. Por lo tanto, lo estamos condenando a un animal de tres o cuatro meses a pasar 20 años en una jaula. Eso es lo que hay que pensar cuando se retira un animal del ambiente natural.
Actualmente tenemos dos pumas cachorros en nuestro centro de rescate, uno de Sierra de la Ventana y otro de Valeria del Mar.
-¿Y cuál será su destino?
- Hay uno que puede llegar a tener una segunda oportunidad de vivir en su hábitat natural. El otro no, porque está muy domesticado, por así decirlo…
- ¿Los pumas que aparecieron en Necochea que características tenían?
- El de Necochea era un macho y el de Juan N. Fernández una hembra. En ambos casos, ejemplares adultos de unos 60 kilos de peso.
-¿Qué es La Granja Los Pibes?
- Es una ONG que funciona hace más de 30 años. Fundamentalmente se trabaja con chicos que tienen problemas relacionados con la pobreza. Funciona un centro de día. Asisten más de 70 chicos. Se los pasa a buscar diariamente, se los lleva a la escuela, se los trae a la granja, almuerzan y participan de talleres. Y paralelamente, desde hace 15 años, se construyó una granja. Esta servía al principio para abastecer al comedor. Pero con el paso del tiempo se fue transformado en la medida que la gente fue acercando animales silvestres. El primero fue un mono. Y se fue transformado hasta convertirse en un centro de rescate.
Como centro de rescate, nos visitan numerosas delegaciones escolares y turismo de la región. Además de los rescates y el trabajo interno que hacemos con los animales, tenemos claro que la pata fundamental nuestra es la educación, particularmente la educación ambiental. Vienen contingentes y vamos a dar charlas a las escuelas, destacando la importancia de la conservación de la flora y la fauna. Y, obviamente, la problemática que atraviesa.
-¿En qué lugar se halla la granja?
-Estamos en el circuito turístico de Tandil, al pie del Centinela.
-¿Además de delegaciones escolares y turísticas, cualquier persona puede ingresar a la misma?
- SÍ. Está abierto todos los días, de 10 a 18.30. Pueden acercarse de manera particular o armar grupos de personas, ya sean escolares, de universidades o particulares. Son visitas guiadas, en las que la gente va preguntando, recinto por recinto o jaula por jaula, sobre la problemática del animal o por qué está allí. De esa manera se van sacando las dudas.
– ¿Qué costo tiene la visita?
- La entrada hoy tiene un valor de 2.000 pesos por persona
Sin dudas, la Granja Los Pibes, que funciona en un predio de cinco hectáreas, constituye un atractivo más de Tandil. Más de 70 especies de animales son las que allí se pueden observar, producto de rescates realizados en la región.
El cuidado del planeta y de los niños es la misión con que fue creado este espacio, donde se combina la conservación ambiental y la ayuda social. Pero que también se ha constituido en un punto turístico más de esa ciudad serrana.
Y en cuanto a los animales silvestres, no sólo se realizan rescates, sino que, fundamentalmente, se procura devolverlos a su hábitat natural, en la medida que estén en condiciones, como fue el caso de los dos pumas adultos que aparecieran recientemente en el distrito de Necochea.
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