El día que un barco de más de 100 metros quedó sobre la playa de Quequén
Fue durante una fuerte tormenta y tenía más de 20 personas a bordo ¿Qué pasó con él?
Por Ian Larsen - Redacción
A mediados de diciembre de 1968, Necochea y Quequén no solo pasaban días complejos por un fuerte temporal que azotaba la zona, sino que además los ciudadanos tenían la posibilidad de ver una postal muy poco común en nuestro frente marítimo.
El buque Bartolomeu Bueno, de bandera brasileña, en medio de la tormenta de lluvia y viento encalló frente a la costa de Quequén, muy cerca de la orilla, casi frente a la colonia "Pinocho". Aproximadamente por donde hoy está La Hélice, por ejemplo.
El barco que medía más de 102 metros de largo y más de 14 de ancho había llegado al antepuerto a las 14 horas del 15 de diciembre y tenía solicitud de entrada para las seis de la mañana del día siguiente. Venía desde Brasil con la finalidad de cargar cereal para llevarlo a su país de origen, pero la sudestada les complicó el panorama y a las 18.30 horas, después de varios intentos de comunicarse por radio, se contactaron con tierra, desde donde les informaron que lo más prudente era alejarse de la costa mar adentro. "Imposible, no podemos levar las dos anclas", respondieron desde el barco, que a las 22 horas terminó encallando, sin correr peligro la tripulación que era de 24 hombres.
El mar siguió embravecido por unas cuantas horas, por lo que ninguna embarcación menor pudo acercarse ni tampoco fue posible que nadie desde tierra pueda subir, a pesar de que el Bartolomeu Bueno se encontraba prácticamente sobre la playa.
¿Qué pasó con él?
En diciembre de este 2024 se estarán cumpliendo 56 años de este suceso, por lo que muchos que vivieron esos tiempos recordarán lo que ocurrió por esos días.
Eran días de muchas noticias fuertes, porque partía hacia la Luna el Apolo 8, siendo una noticia de la que el mundo estaba expectante, y fallecían en un accidente de tránsito el intendente municipal Norberto Julio Echegoyen y su esposa.
En todo ese marco de noticias, no se hablaba mucho del barco encallado en Quequén y los tripulantes pasaron Navidad y año nuevo ahí varados, mientras la gente observaba la magnitud de ese gigante desde la orilla, cada vez que tenían oportunidad.
Finalmente, el 8 de enero, Ecos Diarios informaba en la tapa que el día anterior “zafó de su varadura el Bartolomeu Bueno”.
Aprovechando la excepcional marea existente en la mañana del 7 de enero, se llevaron a cabo con todo éxito las operaciones de reflotamiento del buque brasileño.
El trabajo para hacerlo zafar duró más de dos horas, con los trabajos de los remolcadores "Libertador" y “Skua”, acompañados por Prefectura. A las 9.15, el barco cuyo capitán era Juan Carlos Madera Autorino, comenzó a flotar nuevamente, procediendo a utilizar bombas de achique para sacar el agua que había entrado en las bodegas.
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