El dulce de leche y su inserción en las economías regionales
La empresa Dulce de Leche Campero se reinventa para permanecer activa, agregar valor y generar empleo.
Cuando hablamos sobre economías regionales nos referimos, generalmente, a actividades desarrolladas por pequeñas o medianas empresas las cuales realizan un aprovechamiento de materias primas del sector agropecuario para la generación de sus productos.
De acuerdo a sus condiciones específicas, estas empresas han alcanzado un nivel de industrialización de sus productos con diferente intensidad. Su crecimiento y desarrollo requiere de una planificación estratégica que permita estimularlas en términos de generación de empleo, difusión de sus productos y analizándolas como un sistema de manera de conocer sus componentes e interrelaciones entre ellos.
Una de las economías regionales con mayor volumen de producción es, sin duda, la de dulce de leche. En Argentina se estima que se producen unas 128.000 toneladas de este producto y que el consumo por persona se mantiene estable en el mercado interno, alcanzando valores promedio de tres kilogramos per cápita. De acuerdo a las últimas estadísticas, el dulce de leche es el cuarto producto lácteo más consumido en el país, después de la leche, el queso y el yogurt.
Si bien la producción y comercialización de dulce de leche aporta altos volúmenes a la economía, es un negocio de pequeño tamaño dentro del total del sector lácteo: representa un 3% del total de litros de leche producidos. Coincidiendo con este último dato, en Necochea y Quequén no se encuentran numerosos productores dulceros, es más el objetivo de esta entrevista es dar a conocer el único productor que está en el distrito y también cómo se desarrolla esta actividad en la zona.
Empresa familiar
Cristina Ugalde, ingeniera en alimentos, explicó su desempeño en la empresa familiar llamada “Dulce de Leche Campero”. Comentó sus principios en el mundo laboral cuando por el año 97 hacia sus primeras experiencias en el sector pesquero y, a partir del año 2000 y hasta la fecha, en su actividad principal la producción y comercialización de dulce de leche. Relata que desde hasta el 2005 trabajó de manera simultánea en las dos actividades, pero en la pesquera el trabajo era inestable. Al respecto, comentó: “Sentía que estaba un día con el pie adentro y al siguiente afuera”, por este motivo consensuaron con el marido avocarse por completo a la empresa familiar y tener algo propio. Consiguieron un lugar apropiado, y luego de dos años de trabajo terminaron de pagarlo. En el año 200 se les hizo muy complicado, ya que “empezamos de abajo… era ir al tambo a buscar la leche, con lo que producíamos en el día volvíamos al tambo al día siguiente a comprar más leche”. En ese momento producían 300 Kg. de dulce por día y comercializaban ese volumen en envases de 10 Kg. básicamente a panaderías de la zona, dietéticas y fábricas de alfajores y siempre al por mayor, aún no podían diferenciar productos y agregar valor.
A partir de 2005, se dieron cuenta que producir más volumen no era la vía adecuada para obtener más ingresos y entonces surgió la idea de modificar el objetivo de la empresa y decidieron que con el mismo volumen de producción tratar de lograr productos diferenciados como el dulce de leche saborizado y ampliar el mercado interno con el envasado de menor cantidad y también dirigir la venta al turismo.
Con respecto a la contratación de mano de obra, explicó que están articulando con el programa de entrenamiento que organiza la Municipalidad, en el cual se pone a prueba durante seis meses con cuatro horas diarias al postulante, la empresa hace cargo de la obra social y el seguro, y el Estado municipal paga por las cuatro horas de permanencia en la empresa.
Cristina comentó que hay que compensar con un pago extra, porque es bajo el sueldo y con la inflación pierde mucho el empleado. “De todas maneras sirve, porque se ve el estado presente y con ánimos de involucrarse”, dijo. Cristina indicó también que se sumó su hija en el verano al sector de venta que es el momento de mayor salida de productos.
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Lo que la frenó estos años de no tomar empleados es el tema de las leyes laborales: “Nunca pude entender que la misma ley para una empresa que tiene dos o tres empleados sea la misma para una empresa que tiene tres mil empleados”, dijo.
“Si las leyes laborales fueran diferentes o con una reforma laboral seguramente habría trabajo para muchas personas”, expresó, al tiempo que afirmó que “que la industria del juicio traba”.
La empresa también tiene clientes puntuales en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Tandil y Mar del Plata. Asisten a eventos, como este año la Fiesta del Dulce de Leche en Cañuelas, donde le dieron la mención por producto innovador en el dulce de leche con ron, obteniendo el tercer puesto. Siguiendo con esta mirada de generar valor a la producción, se continuó en 2017 con el licor de dulce de leche, posibilitando al producto el ingreso a otro mercado. Cristina además manifestó que, para ingresar este producto “se hizo larga la gestión” pero que “la municipalidad no puso palos en la rueda”.
En referencia a créditos, accedieron a uno por primera vez en 2022, con tasa de interés al 30% subsidiada por el Banco Provincia con la intención de financiar el proyecto de los bocaditos de dulce de leche, con la finalidad de seguir agregando valor a la producción y se pudo comprar la envasadora flow pack, permitiendo optimizar los tiempos de envasado. Esta generación de valor aumenta mucho la rentabilidad de la empresa.
Por Mariano Dipp - Técnico agropecuario
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