El fenómeno global de Love Is Blind, el reality que lleva a las parejas al altar
El reality que conducen Wanda Nara y Darío Barassi
Una pareja frente al altar, el público del otro lado de la pantalla conteniendo el aliento. Ella dice “sí, acepto”. Todos los ojos se posan en él, esperando la respuesta definitiva, la que cambiará sus vidas para siempre. Sin embargo, todo puede pasar, incluso ese tan temido “NO” que le pondrá un punto final tanto a la relación como a la experiencia de esa pareja en el programa. Esta es la esencia de Love Is Blind, el reality que lleva el concepto de “citas a ciegas” al extremo, transformando la búsqueda del amor en un experimento social que no para de expandirse por el mundo.
Primera versión en el país
Desde su estreno en 2020 en Estados Unidos, el programa rompió fronteras y conquistó nuevas audiencias en Brasil, Japón, Corea del Sur, Reino Unido, Suecia, Alemania, Arabia y recientemente, en Argentina, donde el formato acaba de lanzar su primera versión local con la conducción de Wanda Nara y Darío Barassi.
La premisa es tan sencilla como audaz: hombres y mujeres interactúan sin verse las caras, comunicándose únicamente a través de conversaciones en cabinas llamadas pods. Si logran conectar emocionalmente, pueden comprometerse, vivir una luna de miel anticipada y luego, enfrentarse al desafío de convivir antes de llegar al altar. Pero el giro inesperado ocurre al final, cuando deben decidir, frente a sus familias, amigos y las cámaras, si realmente desean casarse.
Lo que muchos no saben y es el dato que despierta más dudas entre los televidentes, es que las bodas no son un simple decorado: las ceremonias son legales y vinculantes. Es decir, los participantes realmente se casan, a menos que alguno de ellos diga “no” en el altar.
Un momento crítico
La edición argentina, lanzada hace unas semanas, mantiene la esencia del formato original, pero le aporta un toque local. Los participantes, provenientes de diferentes provincias, muestran la diversidad cultural y emocional de Argentina. En un país donde las bodas suelen ser eventos fastuosos y familiares, rodeados de tradición, ver a los concursantes enfrentarse a la decisión de casarse a un mes de conocerse y decir “sí” o “no” en el altar agrega un nivel adicional de drama.
Si bien toda esta primera temporada se grabó por completo en febrero, Netflix diseñó un formato de entregas por capítulos donde se podrán seguir las aventuras de los 32 concursantes, 16 mujeres y 16 hombres. Este calendario escalonado para mantener el suspenso y la expectativa entre los seguidores, se orquesta del siguiente modo: los primeros cuatro episodios se estrenaron el 6 de noviembre; del capítulo 5 al 8 una semana después, mientras que los episodios 9 y 10 cerrarán la temporada el 20 de noviembre, mostrando finalmente la resolución que tomaron las parejas y lo que sucedió a lo largo de los meses.
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