El necochense que estuvo en los cuatro shows de Callejeros en Cromañón
"Pato y Chabán se cansaron de pedir a la gente que se dejen de joder con la pirotecnia", dijo el sobreviviente de la tragedia
El domingo 27 de febrero de 2005, dos meses después de la tragedia de Cromañón, en la que hubo 194 muertos y más de 1.400 heridos y de la que se cumplen hoy 20 años, Ecos Diarios publicaba una nota a Andrés Cao, un joven de Necochea que por ese entonces tenía solo 21 años y que había decido hablar públicamente para que los hechos no se olviden tan rápidamente.
Andrés, recibido de periodismo deportivo y amante del rock nacional, no estaba convencido de hablar, pero el haber sido un sobreviviente y ver todo lo que pasó ese día fatal, lo llevó a brindar una entrevista que hoy tiene un gran valor para mantener viva la memoria de las víctimas y que no vuelva a ocurrir algo similar en la Argentina.
El joven había sido un gran fanático de Los Piojos y luego había conocido a Callejeros, la banda a la que empezó a seguir en ese 2004 a cada concierto que podía. El 28 de mayo los fue a ver a República de Cromañón por primera vez y al enterarse que iban a estar 28, 29 y 30 de diciembre nuevamente en ese mismo lugar, decidió suspender su viaje a Necochea para visitar a sus padres y quedarse en Buenos Aires para asistir a las tres fechas.
Así fue. El 28 fue solo, el 29 con una amiga y el 30, “por suerte”, también fue solo. Nunca imaginó que esa última fecha de su banda favorita sería una de las tragedias del rock más recordadas de la historia argentina.
"Los tres días tiraron muchísimas bengalas y tanto el Pato (Fontanet) como (Omar) Chabán se cansaron de decir y pedir a la gente que se dejen de joder con la pirotecnia", dijo Andrés.
El día de la tragedia se encontraba frente al escenario y pudo salir porque ya conocía bien el lugar y "una avalancha de gente" lo dejó al lado de la puerta, aunque lo podría haber dejado en cualquier otro lado.
"Para describir el lugar: era un rectángulo. Yo estaba adelante, a la derecha, y la puerta atrás, a la izquierda", contó.
En la mitad del primer tema se cortó la música y segundos después se apagó la luz. Andrés se dio vuelta para ver qué ocurría, intuía que se trataba de problemas con las bengalas. Nunca volvió a mirar para el lado del escenario. Vio una lengua de fuego extenderse por la mediasombra y segundos después el lugar se llenó de humo.
Descontrol. Pánico. Gritos. Una avalancha de gente que te podía llevar y dejar en cualquier parte.

"Entre empujones y avalanchas, habré tardado entre un minuto y un minuto y medio en salir. Era todo fuego y humo, ya no se podía caminar. Estaba totalmente comprimido, no había un centímetro entre persona y persona. Salí bastante ahogado. Me tuve que sentar porque estaba ahogado, pero me repuse solo", recordó.
Más allá de lo ocurrido, que luego pudo tomar dimensión estando ya con su familia en Necochea, contó que había visto recitales de Callejeros en lugares mucho peores. "Si ocurría en Cemento, no se salvaba nadie, porque la salida era como la de una casa cualquiera", ejemplificó.
Omar Chabán, el gerenciador de Cromañón, recibió la condena más alta por la muerte de 194 personas en diciembre del 2004.
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