“El nivel inicial es el cimiento del resto de la educación de la persona”
Aseveró la docente jubilada Beatriz Arguello, quien repasó su trayectoria y consideró que “a las maestras jardineras, los padres nos ceden el tesoro más grande que tienen: sus hijos”
Mario Maruca
Redacción
“Todo lo que fui en la docencia, fue gracias a mi esposo, quien siempre acompañó mis decisiones, Carlos Domingo Pirosanto”, aseveró Beatriz Arguello, madre de dos hijos, docente jubilada y amante del folclore.
“La docencia y mi familia fueron la vida misma, y lo sigue siendo, porque ahora tengo el reconocimiento de los padres de los ex alumnos y de los propios ex alumnos, y esto hace que siga disfrutando a pleno de la profesión que elegí”, puntualizó.
Arguello habló con Ecos Diarios y repasó su dilatada trayectoria: “Estuve durante 38 años en la actividad, fue un gusto tener el privilegio de ser docente, solamente, el que lo vive, sabe a qué me refiero y el sentimiento que eso genera”, aseveró.
“Me recibí en el año 1964 de maestra normal nacional en el Instituto Excelsior de Juan N. Fernández y empecé a trabajar en la Guardería de la Escuela Nº 14 de Juan N. Fernández, que luego se oficializó como Jardín de Infantes Nº 905”, agregó.
Beatriz también incursionó en los niveles de Primaria y Secundaria, “pero quedé prendada en los más pequeños y aunque mi título no era de maestra jardinera, pude trabajar durante un año en el Jardín de Infantes Nº 905, de Fernández”, explicó.
Y añadió que “cuando me radiqué en Necochea, llevé a cabo el curso para docente de nivel inicial, pero dejé de trabajar porque tenía a mis hijos muy chicos”.

La educación inicial
Al respecto, la docente jubilada señaló que “el nivel inicial es el cimiento del resto de la Educación, ya que tomamos un material humano tan frágil, sensible, moldeable, que hay que tener cuidado en su tratamiento”.
Consideró como “fundamental, el rol de la maestra jardinera, hay que tener en cuenta que las docentes recibimos al tesoro más grande que tienen los padres que son sus hijos”.
Arguello reconoció que a los alumnos “hay que cuidarlos, pero cuando existe vocación, no es difícil, al contrario, es agradable, reconfortante, porque todos los días tenemos el cariño de esos pequeños”.
Y puntualizó que “quizás sea más complejo explicarlo que sentirlo, porque es un sentimiento de aquellas maestras jardineras de alma”.
Sobre el reconocimiento que las docentes pueden alcanzar, Beatriz recordó una experiencia particular que le tocó atravesar con un ex alumno.
“Algo que me marcó en la profesión, estuve en Ramón Santamarina entre los años 80 y 81, donde lógicamente, tuve un grupo de alumnos. Pasaron más de 30 años y en una ocasión, escuché que llegaba a instalaciones del club Danés un disertante para hablar sobre los vikingos y se trataba de un hijo de dinamarqueses, Sveng Aage Buus, quien había sido alumno mío”, narró Arguello.
Sorpresa fue cuando terminó la charla y en un momento, “esta persona observó que yo estaba en el lugar y expresó: ‘está mi señorita del jardín…’”, resaltó la popular “Betty” con mucha alegría.
“Un hombre que recorría el mundo, recordó en ese momento que yo había sido su señorita y que le lavaba la mano porque había tenido una fractura en un brazo, Fue increíble y se me puso la piel de gallina. Eso demuestra que marcamos a los chicos en esa etapa de la vida, es imborrable”, afirmó la docente retirada. ///

Perfil
El placer de disfrutar del folclore
“El folclore me gustó desde siempre y en el Jardín de Infantes Nº 911, donde se festejaba el Día de la Tradición, actuaba junto a otras docentes”, reconoció Beatriz Arguello en otro tramo de la entrevista con Ecos Diarios.
Añadió que “esos encuentros contaban con la participación de peñas folclóricas locales y hacíamos diversas actividades para recaudar fondos para la Asociación Cooperadora”.
“Ahora tuve la ocasión de aprender nuestras danzas y lo estoy disfrutando junto al baile, la verdad, es una actividad que me atrapa”, aseguró la mujer.
Y acotó que “estoy en el grupo de la Escuela Municipal de Arte de Necochea, los días lunes miércoles y viernes, mientras que los martes, concurro a la Escuela de Artes Anexo Quequén, siempre con el folclore”.
Agradecida a Dios
Beatriz se muestra muy inquieta y en otras épocas de la vida, también participó varios años en política como militante en el radicalismo, fue consejera escolar y hasta integrante del Concejo Deliberante de Necochea.
A pesar del beneficio de la jubilación y de dejar de lado sus compromisos laborales, aseguró que “no tengo tiempo por todo lo que hago, viajo cuando puedo, hago visitas a otras ciudades, duermo bien y estoy tranquila”.
Y expresó que “las actividades que antes hacía con mayor premura, ahora, las hago sin tanto apuro, y a pesar de ello, no tengo demasiado tiempo libre”. Y concluyó la charla con esta frase: “Le agradezco a Dios por hacer lo que me gusta y lo que me ha dado en la vida”. ////
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