“El objetivo es fortalecer el vínculo institucional”
Natalia Alegre es coordinadora del programa Barrio Adentro que funciona el interior del barrio Terminal
Julieta Moreno
Redacción
“Barrio Adentro es un programa meramente territorial”, detalló Natalia Alegre, psicopedagoga y una de las coordinadoras del dispositivo que trabaja desde 2023 en el barrio Terminal, buscando fortalecer los vínculos de sus habitantes con las instituciones.
El proyecto –que depende de la Secretaría de Desarrollo Humano y Políticas Sociales de la Municipalidad- nació como una prueba piloto, y hoy se sostiene con un equipo técnico de profesionales y mucho trabajo.
En el barrio que está frente a la Terminal de Ómnibus, en el sector de 43 entre 58 y 62, residen más de 90 familias y el principal problema sigue siendo el acceso a los servicios básicos y la precariedad habitacional.
Allí, en un predio frente al Colegio Danés “Alta Mira”, donde hay una cancha y un espacio verde amplio, comenzaron los primeros talleres al aire libre con actividades para adolescentes. Pero el clima de Necochea, sobre todo en invierno, obligó a buscar alternativas. Gracias a la articulación con la Escuela Municipal de Arte (EMAN), hoy parte de las actividades se realizan bajo techo.

Para jóvenes
Barrio Adentro se dirige a adolescentes de entre 12 y 18 años, aunque también llega a chicos y chicas más grandes e incluso niños en verano, cuando no hay clases. “Trabajamos con población con alta vulnerabilidad, sobre todo que está bastante desvinculada de los círculos institucionales y con jóvenes en conflicto con la ley penal”, explicó Natalia Alegre, quien coordina el programa junto a Federico Frandsen.
El enfoque del programa es amplio, porque las problemáticas son múltiples. “Es raro que encontremos un caso en donde solo tengamos que pensar una intervención por salud o por educación. Casi siempre están atravesados por una multiplicidad de factores”, contó.
Esa desvinculación institucional implica muchas veces no acceder a derechos básicos, algo que el equipo intenta revertir desde el territorio.
Diagnóstico y acompañamiento
El primer paso cuando arrancaron en 2023 fue el diagnóstico: recorrer el barrio, conocer a las familias, ver quiénes estaban y cómo se podía trabajar. En paralelo, se articuló con Barrio Cultura, otro programa que ya venía desarrollando talleres para los más chicos. “Ellos trabajaban con niños hasta los 12 años y nosotros arrancamos con los que se pasaban de esa edad y no estaban en ningún otro espacio”, señaló.
Hoy, Barrio Adentro sostiene un dispositivo con tres espacios principales: las visitas semanales a las familias del barrio, los talleres cerrados en la EMAN y las actividades al aire libre quincenales en el predio. “En la matrícula, entre ida y vuelta, debe haber 25 chicos. Algunos no van a los talleres, pero se hace un acompañamiento igual”, aclaró.
Entre las propuestas actuales, hay talleres de plástica, mural, matemática y acompañamiento educativo. En paralelo, el equipo técnico —conformado por una trabajadora social, un abogado, una psicóloga social y una psicopedagoga— acompaña casos más complejos. “Sobre todo los chicos en conflicto con la ley penal. A veces no participan en talleres, pero sí hay un acompañamiento técnico en articulación con otras instituciones”, detalló.
El problema de los servicios
En el barrio Terminal, viven hoy más de 90 familias. Algunas comparten el mismo lote, muchas en viviendas de chapa o silo bolsas, sin conexiones formales a los servicios. “A pesar de que llegaron los servicios, nunca los pudieron conectar”, relató Natalia Alegre. En su momento, se había hablado de que se iban a entregar unos kits para regularizar las conexiones eléctricas, pero al final no se concretó.
Cabe recordar que en el barrio Terminal se había iniciado una obra de servicios básicos con fondos de la Nación, en el marco de un programa de urbanización para barrios populares, pero con el cambio del gobierno nacional se paralizaron los trabajos.
Se aclaró que hay un sector del barrio, que tiene casas de material y las familias viven en mejores condiciones, mientras que otro sector está en una situación de mayor vulnerabilidad y es con esa población con la que trabaja el programa.
Además del problema de servicios y la precariedad habitacional, la falta de trabajo, el consumo y la salud mental son problemáticas recurrentes.
El objetivo de Barrio Adentro no es solo contener, sino generar vínculos. “El objetivo final es poder fortalecer el vínculo institucional”, explicó la coordinadora. El programa busca ser un puente: entre las familias y el Estado, entre los adolescentes y sus derechos.
La confianza es clave. “Tiene que ver mucho con lo vincular, con la confianza que la familia deposita. Y después todo lo que uno pueda llegar a generar con otros organismos e instituciones. Nosotros somos como un puente”.
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