El síndrome de las PASO
A partir de anoche, cuando las siete listas locales que pugnarán por ocupar las diez bancas en juego en el Concejo Deliberante fueron presentadas a la Junta Electoral, empezaron a caer los granos de arena de un hipotético reloj que tiene fecha final: el próximo domingo 22 de octubre, oportunidad en la que se celebrarán las elecciones legislativas.
Cuando se presumía que serían seis los espacios que dirimirían en las urnas los comicios de medio término, en la jornada del último miércoles se conoció el escrutinio definitivo de las PASO celebradas el pasado 13 de agosto, brindándole un poco menos que sorpresivo boleto para octubre a la lista del Frente Socialista y Popular, con Walter Barrientos como candidato a concejal en primer término.
Según el guarismo oficial, los socialistas alcanzaron 864 votos, es decir 80 más de los 784 que se habían conocido en el escrutinio provisorio. Suficientes para superar el piso del 1,5% de los sufragios e ingresar en la disputa definitoria.
De esta manera, Cambiemos, con boleta encabezada por el actual presidente del Consorcio portuario, Arturo Rojas; Unidad Ciudadana, con Andrea Cáceres al frente; 1País, con el secretario de Gobierno Diego López Rodríguez como candidato a primer concejal; el Frente Justicialista, con el ex edil Luciano Lescano encabezando la lista; el Frente de Izquierda, liderado por Mónica Conesa; Valores para mi País, con la candidatura de Pablo Nosek en primer orden y el socialismo de Barrientos conformarán el menú de boletas presentes el 22 de octubre en el cuarto oscuro.
A partir de la noche del pasado 13 de agosto, la mayoría de los participantes en la contienda electoral empezaron a hacer cálculos, y tejer estrategias para engordar el caudal de votos logrados.
“Prima facie”, y basándonos en el resultado de las Primarias, tres serían las listas que pueden tener aspiraciones para obtener bancas en el Concejo: Cambiemos, Unidad Ciudadana y 1País, en estricto orden de cómo se votó en las PASO.
Para lograr un escaño en el cuerpo deliberativo habría que alcanzar alrededor de 5.500 votos en octubre. Resultaría una utopía considerando lo ocurrido el segundo domingo de agosto, que las listas de Lescano (junto a su contrincante Ricardo Calcabrini que sumaron 1.979 adhesiones para el Frente Justicialista); Conesa (fue elegida por 1.202 ciudadanos); Nosek (logró 1.115 sufragios) y Barrientos (alcanzó 864 votos), tuvieran alguna chance en octubre.
En la semana se barajó la posibilidad de que hubiera variantes en la conformación de la lista de Cambiemos y el kirchnerismo para octubre, lo que finalmente no sucedió.
Por el lado del partido del presidente Macri, la resolución 114 de la Junta Electoral, que alentó la posibilidad de integrar las boletas de acuerdo a la “voluntad popular” expresada en las urnas de las recientes PASO, dejando de lado la llamada ley de paridad de género en la conformación de las postulaciones de candidatos de ambos sexos; mantuvo hasta último momento la posibilidad que Gonzalo Diez, de inesperada perfomance en las Primarias, ocupara el cuarto lugar en la lista de octubre.
Sin embargo las elucubraciones y negociaciones se evaporaron al conocerse la voluntad de la gobernadora María Eugenia Vidal de no transgredir lo dictaminado por la ley de paridad de género o cumplimiento de cupos femeninos. Una orden implícita de integrar las listas con un orden de hombre-mujer o viceversa y respetando el 50% de cada postulantes de cada sexo.
Diez afuera
Es así que el radical, por los caprichos del sistema que se aplica y siendo el segundo más votado en las PASO de agosto, se quedó afuera de la boleta (el cuarto lugar fue para su correligionaria Graciana Maizzani) y seguramente mascullando bronca en la intimidad, en un mensaje “orgánico” prometió trabajar en pos de consolidar el triunfo de la lista que lleva al frente a Arturo Rojas.
Asimismo, entusiasmado con los 13.637 votos que obtuviera en las PASO, 128 menos que el titular del Consorcio, Diez pondrá proa a su ilusión personal: ser intendente en 2019. Aunque los vericuetos de la política lo pueden enfrentar, entre otros, precisamente a Rojas, que tiene el mismo objetivo.
Por el lado de Unión Ciudadana el panorama tampoco ofreció variantes, pese a la intentona de la lista liderada por Silvia Jensen y que fuera vencida por la de Andrea Cáceres, de ocupar el segundo lugar en la boleta “k” local para octubre. La ex titular de la OMIC debió conformarse con el cuarto lugar, correspondiente a la minoría que consiguiera en agosto, mientras que el director del Centro Cultural Necochea va en el octavo lugar.
En el Frente Justicialista Cumplir la situación se resolvió sin problemas, ya que el sector de Ricardo Calcabrini, perdidoso en la interna con la lista encabezada por Luciano Lescano, decidió no hacer uso de la minoría obtenida para integrar la lista del sector en octubre.
Está claro que quien tiene más que perder en las elecciones que se avecinan es el intendente Facundo López, que si bien sostiene que el 22 de octubre no estará en juego su sillón al frente del municipio, bien sabe que debe dar vuelta el resultado de las Primarias para no tener una preocupante minoría en el Concejo Deliberante.
De acuerdo al resultado de las PASO, el oficialismo sólo retendría las dos bancas que pone en juego por la terminación de mandato de Fernando Aguilera y María Cristina Biar (se vuelve a postular). Muy poco para encarar la segunda etapa del mandato de López y un nubarrón de cara a retener el poder en los comicios de 2019.
Si la lista del Intendente se impone en octubre, en el mejor de los casos obteniendo cinco bancas, si bien no llegará a la mayoría propia en el Concejo si podrá amortiguar la ofensiva que le imprimirá en la sesiones la oposición.
A su vez un triunfo lo posicionará mejor ante la gobernación, ya que “los votos son amores” a la hora de tallar en búsqueda de obras o mejoras para la ciudad.
El oficialismo vela las armas en pos de revertir el resultado adverso y para ello tiene su mira puesta sobre Cambiemos, en busca de un “disparo letal”. Una porfía entre Municipalidad y Consorcio, como la califican los oponentes de otros sectores en pugna.
Por su parte Arturo Rojas alimenta sus expectativas en las mieles de haber ganado las recientes Primarias, pero en el fondo aletea “el fantasma” de lo ocurrido en las generales de 2015, donde Facundo López dio el gran salto y se erigió en jefe comunal, gracias al corte de boleta que sufriera el ganador de las PASO de ese año, Pablo Aued.
Rojas sabe que ganar o no estas elecciones legislativas significarán el boleto para sus apetencias de ir en busca de la comuna dentro de dos años.
Con las boletas de quienes dirimieron internas de cara a octubre ya conformadas, se puede decir que las siete listas están prontas para ir en busca del voto definitorio del soberano.
Es de esperar que en la nueva campaña que se acerca, más allá de la pirotecnia verbal entre los contendientes, el vecino empiece a escuchar propuestas de boca de los candidatos. Algo que precisamente no sucedió en las Primarias.