Entre la picardía y la falta de responsabilidad para eludir los controles en los retenes
El personal municipal se enfrenta con un sinnúmero de excusas para poder entrar a la ciudad. Rechazan más de cinco vehículos diarios
Son innumerables las excusas que pone la gente para poder ingresar a la ciudad sin contar con la documentación obligatoria y el personal municipal que cumple tareas en los retenes ubicados en los accesos de Ruta 86 y avenida 542, son los encargados de monitorear que todo esté en regla y evitar que entren a nuestro medio personas provenientes de lugares con propagación comunitaria del coronavirus.
“Tengo que entregar insumos médicos”, afirmó un hombre al encargado del operativo y luego de hacer averiguaciones descubrieron que eran especias.
Este tipo de situaciones se dan a diario y hablan también de un grado de irresponsabilidad de nuestros vecinos que avalan la llegada de personas de cualquier punto del país.
Las razones de fuerza mayor son diversas, desde cuidar a un familiar enfermo o presentar una receta expedida por un médico de Capital Federal y aducir que vienen a comprar el medicamento a Necochea hasta tratar de disuadir a los encargados de los operativos que tienen un turno médico y es de días anteriores.
Más allá de las picardías de los ciudadanos, que pueden resultar risueñas, lo cierto es que se está tratando de evitar la propagación del virus haciendo cumplir estas medidas de protección nacional.
En este período de cuarentena, también hubo quienes trataron de entrar aduciendo que tienen una propiedad pero al momento de presentar su documento, queda de manifiesto que no está domiciliado aquí “no puede venir a pasar unos días de vacaciones por más que tenga una casa acá”, afirmó el director de Tránsito, Julián Corro.
En plan de visita
Hay otros que tramitan el permiso para cuidados familiares y lo usan como un canal para venir de visita, poniendo en riesgo la salud de quien lo recibe en su domicilio.
En estos casos, a pesar de las quejas, los automovilistas son obligados a volver a su casa y según se pudo establecer, el fin de semana del Día del Padre se tuvo que negar el acceso a unas 15 personas por día, y habitualmente oscila entre cinco o diez.
Otro de los artilugios usados para eludir los retenes vehiculares es seguir rutas alternativas con el GPS, aunque en el acceso a Quequén hay varios terraplenes que impiden el paso, siempre hay algún vecino que trata de pasarlo por alto para no tener que dar la vuelta.
En otras oportunidades, un llamado al 147 o al 911 ha hecho posible detener a personas que intentaban eludir los controles, como el caso de la combi que transportaba a 12 marineros y estaba circulando por avenida Circunvalación.
Durante estos más de 90 días de actividad, se han presentado personas aduciendo ser policías o personal de salud que luego no pueden acreditar su lugar de trabajo.
La irresponsabilidad del que llega, en muchos casos es respaldada por un vecino, que trata de sostener la mentira, hasta que la documentación demuestra que se trata de un ardid para que entre alguien procedente de alguna zona comprometida, poniendo en riesgo a la comunidad.///