Es hora de tomar decisiones
La primera semana de noviembre se trataría en el Concejo Deliberante el proyecto de ordenanza para demoler el ex balneario ACA, con el objetivo de tirar abajo la estructura antes de fin de año.
Después de varios intentos de reflotar el lugar que supo ser “el balneario de Necochea”, cuando estaba a cargo del Automóvil Club, finalmente se tomó la decisión más acertada. Ahora es de esperar que no se siga demorando su ejecución y que, de una vez por todas, se libere la playa de esa edificación antigua, despejando, de esta manera, la vista al mar.
En los últimos años, el lugar ha venido decayendo a pasos agigantados debido a la falta de inversión, mantenimiento y, para colmo, los actos vandálicos que siempre están a la orden del día. En el último fin de semana, por ejemplo, destrozaron los baños, ni siquiera con la intención de robar sino solo con ánimo de romper. Estos daños se suman al panorama de abandono que ya existía en el sector.
Algunos nostálgicos consideran que no hay que demolerlo sino refaccionarlo. Sin embargo, los años que pasan sin que se haga nada, demuestran que es preferible tener la playa liberada a tener una estructura que va camino a ser una ruina.
Además, a esta altura, hay que apuntar a balnearios más modernos, con estructuras más chicas, sostenibles e integradas a la naturaleza. Ya ese tipo de edificaciones para la playa, no van más, son de otra época y quienes se dedican al rubro turístico, lo saben. Ya nadie quiere ir a encerrarse a un restaurante como el del ACA para almorzar en la playa, sino que se eligen lugares más abiertos, vidriados, con vistas al mar y a la pileta, espacios en los que uno siente que sigue estando en la arena y disfrutando del día.
Es importante haber tomado la decisión, aunque ahora hay que concretarla porque, a decir verdad, estamos diciendo que lo van a demoler desde hace casi un año y todavía se sigue en veremos. Esperemos que no pase otra temporada más sin que se resuelva y, sobre todo, que se retiren todos los escombros y que la playa quede realmente despejada y limpia.
En Quequén, también hay otra estructura de cemento abandonada hace varios años, cerca de la escollera norte, donde alguna vez funcionó el balneario Kem Kem. En ese caso, el municipio pretende volver a insistir con una licitación para el año que viene, aunque hace dos años se intentó, y quedó desierta.
Es hora de ir tomando decisiones para avanzar con servicios de playa más modernos, tanto en Necochea como en Quequén. Hay que ir aprovechando los momentos en que se renuevan las concesiones para proponer otro tipo de estructuras más modernas y controlar efectivamente su cumplimiento. De lo contario, vamos a seguir teniendo estas edificaciones de dos pisos, de cemento, que nada tienen que ver con la playa y mucho menos con los servicios que exigen los turistas hoy en día.
Hay que terminar con las excepciones, con los permisos precarios y avanzar en la planificación de un frente costero moderno, que brinde servicios y que además sea de buen gusto para explotar las maravillosas playas que tenemos.///