“Es un espacio educativo único, pero cuesta mucho mantenerlo”
El Complejo Jesuita Cardiel es utilizado por cientos de personas, pero la falta de recursos y la inseguridad golpean a las entidades
JUAN JOSE FLORES
Redacción
Falta de recursos para mantener la infraestructura, vandalismo e inseguridad afectan directamente a los cientos de personas que concurren a diario al complejo educativo Jesuita Cardiel.
Allí funcionan el Consejo Escolar, el CIE, el Instituto Superior de Formación Docente Nº 31, la Escuela Provincial de Arte “Orillas del Quequén”, la escuela secundaria Nº 17, el Centro de Formación Laboral Nº 403, la Secretaría de Asuntos Docente, INTA y el Taller Protegido Todo para Ellos
“Es un espacio educativo único. La gente que viene a visitarnos de institutos de otros lugares de la provincia se queda maravillada”, dijo Florencia Raffaghelli, vicedirectora del ISFD Nº 31.
Pero pese a la belleza natural del lugar y su ubicación estratégica junto al Puente Colgante, el complejo en el que funcionó hace décadas el Liceo Naval Militar se ve afectado desde hace años por los mismos problemas: falta de recursos para mantener los edificios, la falta de mantenimiento y la inseguridad.
A ello se suma una cuestión de jurisdicción que viene de la época anterior a que se instalara allí el Liceo Militar y es la propiedad del predio.
El año pasado, tras el desalojo de un grupo de personas que ocupaba un sector del predio, se instalaron luminarias y se comenzaron a colocar cámaras de vigilancia. En plena campaña electoral también se hicieron mejoras en el pavimento de las calles internas.
A poco más de un año de aquellas mejoras la situación no ha mejorado, continúan los robos, los hechos vandálicos y la dificultad para realizar obras de mantenimiento en los edificios que funcionan allí.
Si bien tiempo atrás se conformó un consorcio entre las distintas instituciones que funcionan en el predio a fin de realizar reclamos conjuntos, en la actualidad tal agrupación es más que nada un acuerdo de palabra entre los directivos de los establecimientos.
Un alto costo
“Cuesta mucho mantenerlo. Ya cortar el pasto es muy costoso”, dijo Raffaghelli. “Se requiere mucho mantenimiento. El año pasado se arreglaron las calles internas, pero ahora ya están otra vez los pozos”.
Y señaló que todavía se encuentran en el predio los escombros de la demolición que realizó la municipalidad en un sector del skatepark donde había gente viviendo.
Señaló que la crisis económica también afecta directamente la realización de obras en el complejo. “Hay que hacer muchos arreglos estructurales, pero claro, ni las cooperadoras ni el Consejo Escolar tienen presupuesto para hacer las obras necesarias”, afirmó.
“Es una pena que siendo un lugar tan lindo y en el que se pueden hacer múltiples actividades educativas, que sigamos teniendo estos problemas estructurales”, dijo Raffaghelli.
Y señaló que la inseguridad continúa siendo una constante. “Evidentemente es muy tan grande, que es muy difícil de controlar”, señaló la vicedirectora del ISFD Nº 31.
“La mayoría son actos de vandalismo, que si se quiere no tienen mucha gravedad en sí mismo, pero presupuestariamente implica importantes gastos”, comentó.
Raffaghelli explicó que, si bien el consorcio no está formalmente integrado, dijo que “el año pasado cuando se produjo una situación con una estudiante, hubo un montón de reuniones y un trabajo entre todos”.
Un consorcio simbólico
Por su parte, Gustavo Rodríguez, director del Centro de Formación Laboral 403 precisó que “la figura del Consorcio no está más. Solo tenemos un grupo de Whatsapp entre las instituciones que compartimos el predio”.
Y dijo que el principal problema del complejo es la inseguridad y el vandalismo. “Siempre a alguna Institución le rompen los vidrios o provocan daños en los edificios”, señaló.
Y dijo que los reclamos del grupo de entidades “están vinculados al corte de pasto, el mal estado de las calles internas, fundamentalmente la parte inferior del premio que está lleno de pozos”. Respecto a ese tema, dijo que “un bacheo lo solucionaría.
Por otra parte, se refirió “a iluminación y el reclamo permanente de más presencia policial”.
Dijo también que “cada tanto hay problemas con las bombas que elevan los materiales cloacales hacia la red, lo que complica los baños de los establecimientos que están en la parte baja del predio”.
“A nosotros en el sector de cocina nos han robado en tres oportunidades y también han roto vidrios entre otras cosas” afirmó.
Robos y oscuridad
Eugenia Ferrario, directora de la Escuela Provincial de Arte “Orillas del Quequén”, vinculó las situaciones de inseguridad con la “escasa iluminación”.
“El consorcio funciona en términos de reclamo y pedidos conjuntos concretos que hemos hecho al Consejo Escolar y al municipio para poder tener mejores condiciones”, afirmó.
En cuanto a la falta de vigilancia en el complejo, Ferrario dijo que “la respuesta de la Policía es que no hay móviles suficientes”.
“Por el predio pasan muchísimas personas por día, miles, así que creo que podría ser un buen gesto, una demostración de buena gestión que el lugar sea cuidado, seguro, con las calles de buen estado”, opinó Ferrario.
Y dijo que dedicar recursos económicos al complejo sería “una inversión en un polo de conocimiento, de formación, de crecimiento profesional y productivo para la ciudad”.///
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