“Estoy muy contenta, la UAI se volvió un sueño para mí”
Expresó Micaela Espinoza, necochense de 18 años con gran presente y enorme proyección en el fútbol femenino nacional
La jugadora necochense, Micaela Espinoza nunca dejó de perseguir un sueño, que forja con el correr de los años. Con el anhelo de ser futbolista profesional, la atacante se encuentra en las filas de UAI Urquiza. “No esperaba tener este presente; yo jugaba para divertirme”, dijo la joven de 18 años, en conversación con Ecos Diarios.
Con un presente espectacular, en uno de los equipos exponentes del fútbol femenino en Argentina, cómo lo es UAI Urquiza y un futuro que asoma más que promisorio, Micaela Espinoza transita una carrera ligada al deporte. “Jugaba porque me gustaba y jugaba con los chicos. Me gustaba mucho jugar a la pelota; quería jugar en un club, aprender y de la nada se me dio la oportunidad, así que me vieron para ir a Mar del Plata a Aldosivi. Fue todo muy rápido”, contó la futbolista.
Aldosivi, un comienzo
Mar del Plata fue el primer destino que la invitó a soñar: Micaela Espinoza llegó con 16 años. Sobre ello explicó: “Lo que más me sirvió, fueron las palabras de mi profe, cuándo yo me frustraba porque él me retaba mucho. Eso me sirvió, porque me dijo 'sé que podías dar más, por eso te exijo más'. A partir de ahí, entendí eso, pude dar un plus y se me fueron dando las cosas. Yo veía que daba todo y otras compañeras no entrenaban tanto, pero solo me retaban a mí. Pero me di cuenta que ese esfuerzo iba a valer la pena”.

“Un gran paso”
Sarmiento fue la continuación de la carrera de Micaela. Ya en Junín, contaba con una premisa a la par del deporte: culminar el secundario. “Siempre me gustó estudiar. Lo primero que hablamos cuándo fui a Sarmiento, es que me inscriban en una secundaria, para poder terminar, porque me quedaba sexto. Pude terminar allá y fue un avance; iba a la escuela, me cambiaba, comía e iba a entrenar. Entrenaba todos los días y era todo mucho más exigente. Sarmiento fue un gran paso, para hoy llegar a primera. Tenía que acostumbrarme a no estar con mi familia y estar en una pensión, todo mucho más profesional”, detalló sobre su paso por el “Verde”.

Llegada a un grande
“Estoy muy contenta, la UAI se volvió un sueño para mí. Sabía que iba a estar con jugadoras muy buenas y técnicos que fueron jugadores. Ellos forman a las jugadoras. Tengo compañeras de Venezuela, de todos lados, con técnicos que nos exigen. Eso es hermoso, un sueño. El nivel de estar ahí y jugar contra Boca o River. La primera vez que me citaron en primera, venía de una lesión y me citaron para jugar con Independiente, en el Libertadores de América. Fue una locura. Era un sueño que estaba viviendo”, contó con orgullo Micaela Espinoza, hoy con 18 años y en medio de un gran presente.

Sueños
Con una actualidad en UAI Urquiza, dónde se desempeña en el fútbol en combinación con sus estudios en la carrera de kinesiología, Micaela augura un buen futuro: “La UAI siempre fue una vidriera. Yo quisiera irme afuera a seguir mejorando; después de la UAI, que es uno de los mejores equipos de Argentina, lo próximo sería irme afuera. Siempre quiero seguir mejorando y ser cada vez mejor jugadora”.

“Tengo el sueño de jugar con la Selección Argentina; hace poco fue el cumple de mi papá y le mandé a hacer una camiseta de la Selección, con mi apellido y el número 7. Entonces dije que un día le voy a regalar mi camiseta, pero no la voy a comprar, se la voy dar yo. Va a ser mi propia camiseta”, contó con emoción, Micaela Espinoza.
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