La Unión Europea ha establecido que todos los automóviles que salgan al mercado deberán tener incorporado el sistema de asistencia inteligente para la velocidad (ISA). El mandato no llega como una sorpresa, es consecuencia de una decisión tomada en 2019. Allí se establecía que cualquier nuevo modelo que saliera a partir de julio de 2022 tenía que incluir tal tecnología.

Funcionamiento

El sistema funciona a través de los datos que obtiene de un navegador satelital, como el GPS. También puede incorporarse el reconocimiento de las señales de tránsito. Según la posición del vehículo fija un límite a la velocidad máxima. Cuando el conductor sobrepasa la marca recibe una notificación.

Un punto clave es que en ningún momento se restringe la capacidad de manejo. Si lo desea, el conductor puede ignorar por completo las señales. Esta característica no es fruto de una imposibilidad técnica sino de las mismas normas de seguridad europeas.

Es fácil imaginar que existen escenarios, tales como emergencias, en las que restringir la velocidad del vehículo sería perjudicial. Además, cualquier fallo en el sistema podría causar un accidente.

Cuatro respuestas

Los fabricantes tiene cuatro opciones de respuesta que pueden incorporar a sus productos. El primer es un efecto sonoro, el segundo una vibración. Como tercera alternativa aparece un efecto de respuesta en el pedal de aceleración y un limitador de velocidad. El limitador de velocidad es ligero y puede ser anulado fácilmente presionando el acelerador un poco más. Por dicha razón no se considera una limitación al manejo.