Experiencia de intercambio de tres jóvenes del País Vasco
Vinieron desde Lazkao, Azkoitia y Villabona, a través del programa “Hator Hona”
Tras haber llegado recientemente a nuestra ciudad con el programa de intercambio “Hator Hona”, tres jóvenes de Euskal Herria disfrutan de Necochea y de esta experiencia, cuyo propósito es mantener vivas las tradiciones y cultura vasca.
En esta ocasión llegaron tres jóvenes, Garaitz Velez Juaristi, de Lazkao; Unai Izagirre Etxeberria, de Azkoitia y Lierni Kamio Rodríguez, de Villabona, todos de 23 años, prevenientes de la provincia de Guipúzcoa.
La presidenta del Centro Vasco, Kiti Zubillaga, indicó acerca de esta experiencia, la cual se realiza desde el año 2004, que “es muy interesante y ya han venido más de 60 personas y también hemos podido viajar nosotros para allá, tanto jóvenes como adultos”.
El encuentro Hator Hona, se desarrollará hasta el 3 de agosto, donde los visitantes brindarán talleres de euskera, deportes y bailes vascos.
Estos jóvenes se alojan en casas de familias del Centro, y en diálogo con Ecos Diarios, Unai Izagirre Etxeberria expresó que “a mi me tratan como a un rey, no me puedo quejar, soy un hijo más”.
Asimismo, en una recorrida que realizó en la ciudad, mencionó que “se nota que es una ciudad tranquila, cuadriculada, organizada, es decir, allá estamos bastante acostumbrados al caos de un pueblo, donde hay muchas curvas”.
Durante el paseo turístico, Unai reconoció que les impactó ver a los lobos marinos. “Para ustedes es algo normal, pero para nosotros fue impactante porque nunca hemos visto uno, así que los argentinos se reían de nuestra reacción”, relató.
Unai es ingeniero pero está relacionado con la cultura vasca desde chico, cuando comenzó a tocar la trikitixa y no dudó en anotarse en Hator Hona.
Durante estas tres semanas estará a cargo del taller de trikitixa, panderoa y pelota.
“En mi caso remarco las ganas que tiene la gente de aprender y de conocer nuestra cultura e involucrarse en ella, con mucho interés y paciencia. En mi grupo hay sobre todo chicos jóvenes pero en otros talleres hay grandes y esa diversidad ayuda a mantener viva la llama de la cultura vasca”, recalcó.
Aprendizaje
Por su parte, Garaitz Velez Juarista, terminó la carrera de bioquímica y en cuanto vio publicada la convocatoria del programa, completó el formulario. “Quede seleccionada y estoy muy contenta. Tengo dos amigas que vinieron hace dos años y me contaron que la experiencia era súper enriquecedora”, dijo.
Además destacó que los tratan muy bien. Con respecto a la gastronomía, expresó que “me llamó la atención la gran cantidad de carne que se come acá, allá comemos menos y se elige más el pescado y las verduras, pero es muy rica la carne”.
Lierni Kamio Rodríguez, estudió administración, trabaja como camarera y brinda clases de dantza en su tierra natal.
Con respecto al intercambio, señaló que “andamos siempre juntos por la ciudad, y si bien tenemos los miedos propios por lo desconocido, de venir a otro país, es una hermosa experiencia y aconsejamos que la vivan otros jóvenes”.
Por último, Kiti Zubillaga indicó que esta experiencia para la institución es un incentivo y se vive algo muy especial. “Durante las tres semanas se genera un vinculo muy lindo, entrañable que después perdura”.///