Extrajeron dinero de una caja de ahorros con una tarjeta “clonada”
La denuncia la realizó una turista de Lobos, a quien le “desaparecieron” $ 18.000, tras realizar una operación en un cajero automático de nuestra ciudad. “Tengan precaución”, transmitió a residentes y visitantes, Mariana Casalanguida, víctima de esta modalidad delictiva
Mariana Casalanguida, turista de Lobos, en la provincia de Buenos Aires, estuvo con su familia un mes en Necochea y perdió los $ 18.000 que había cobrado de su sueldo, ya que delincuentes le copiaron la banda magnética y extrajeron el dinero de cajeros de estaciones de servicio de otras ciudades de la costa atlántica.
“Quería contarles que estuve en Necochea desde el 20 de diciembre pasado, de hecho periodistas de Ecos Diarios nos hicieron una nota en el Camping Lillo, y tras retirar dinero en un cajero automático, sufrí una verdadera estafa”, contó la mujer.
Casalanguida contó ayer que “se me bloqueó la tarjeta de débito el 16 de enero y cuando llegue a mi domicilio particular en Lobos, concurrí al banco privado con el que opero para blanquear la clave y me enteré que en el cajero de Necochea me copiaron la banda magnética”.
Aseguró la damnificada que los integrantes de la organización delictiva “usaron todos mis ahorros en Pinamar, Villa Gesell y Mar del Tuyú, en cajeros ubicados en las estaciones de servicios de esas ciudades”.
Casalanguida reconoció que el seguro le reconoció la suma de dinero que “había desaparecido de su caja de ahorros, pero quería poner en aviso a la gente en general”, ya que cualquiera puede ser víctima de estos “estafadores seriales”.
Delito en progreso
Se trata de un delito que viene en progreso y la turista de Lobos perdió sus $ 18.000 a manos de esta banda que utiliza un dispositivo que funciona como lector magnético y toma los datos de la tarjeta que se utilizó en el cajero automático.
La modalidad, conocida como “skimming”, no es nueva. Los casos proliferan a partir de la instalación de un suplemento con un chip en la ranura de los cajeros o en las puertas de los bancos.
Asimismo, ha ocurrido que los delincuentes colocaron micro cámaras que toman el movimiento de los clientes al digitar las claves.
“Las extracciones que los individuos realizaron eran de $ 3.000 por día, aunque en una de las estaciones de servicios de las ciudades costeras retiraron dinero en dos oportunidades y con poca diferencia horaria, es decir, tan sólo de minutos”, explicó la vecina de Lobos.
Mariana Casalanguida, después de averiguar con el banco emisor de su tarjeta de débito, llegó a la conclusión que la estafa había sido perpetrada a través de ese dispositivo magnético, supuestamente, colocado por una banda de delincuentes que se dedica a este tipo de estafas.
A poner atención
“Recuerdo que había muchas personas en la fila esperando su turno para acceder al cajero automático de Necochea (plena temporada) y mi marido debió dar varias vueltas con su camioneta porque no había lugar para estacionar en ese momento”, reconoció la damnificada.
Desde la ciudad de Lobos, en el Noreste de la provincia de Buenos Aires, la mujer se mostró sorprendida por esta situación vivida y contó lo sucedido para tratar de advertir a turistas y residentes, “simplemente, para que tengan precaución”, aseguró.
No se descarta que quienes cometen estos delitos sean de otras ciudades y, aprovechan su estadía veraniega en un lugar, para llevar adelante estos fraudes económicos que traen complicaciones para la gente. ///
Una banda organizada
Esta modalidad delictiva se inicia con la obtención de los datos de la banda magnética y del pin de acceso de los usuarios de cajas de ahorros.
«Es a partir de una lámina que colocan en la boquilla donde entra la tarjeta y con la que captan la información del plástico. También instalan una diminuta cámara por encima del lugar donde se ingresa la clave”, indicó una fuente consultada de la policía.
Según pudo constatarse a través de episodios también registrados en otras ciudades, los dispositivos utilizados quedan por poco tiempo porque el elemento electrónico tiene una capacidad limitada de batería y de almacenamiento de datos, de no más de una hora y luego son retirados.
Cuando los delincuentes recuperan el dispositivo entra la segunda etapa de la “organización delictiva” que obtiene los datos del lector que los recoge de las tarjetas y a los que acceden mediante un software especializado.
Luego con ellos generan las duplicaciones hacia tarjetas clonadas para producir los hurtos de dinero. Nunca los robos se concretan inmediatamente y casi siempre lo hacen en ciudades distintas a las de la víctima, tal lo que le pasó a la denunciante de Lobos.
Alerta a la policía
«Esta banda no trabaja sobre todos los cajeros sino que eligen unos pocos. Cuando nos enteramos de un caso le decimos a la policía que esté cerca”, agregó un investigador de la Justicia local, a quien le llegó la novedad sobre estos fraudes.
Todo esto sufrió la turista de Lobos, quien narró los hechos acontecidos en el pasado mes de enero en nuestra ciudad, situación que luego descubrió al llegar a su lugar de origen y comprobar que su caja de ahorros había sido “vaciada” por los ladrones.
“Mi inquietud fue alertar a los lectores de Ecos Diarios y por eso me comuniqué con ustedes, para que estén atentas también las autoridades judiciales y policiales que investigan estos hechos que se dan en distintas ciudades con mucha afluencia de personas”, terminó diciendo Mariana Casalanguida. ///