Facturas que “duelen”
La llamada Ley de Zona Fría, aprobada en el Congreso el pasado 24 de junio, despertó expectativas al universo de usuarios de gas de varias ciudades del interior del país, entre ellas Necochea, de contar con descuentos de entre un 30 y 50%.
La aprobación norma, calificada desde el oficialismo como algo “histórico” y con un indisimulable fin electoral de por medio, ilusionó a los consumidores de gas, sin analizar estos que a la larga o la corta ese supuesto beneficio habrá que pagarlo. Lo cierto es que las facturas arribadas en las últimas semanas no reflejan el esperado descuento, y se explicó que lo facturado se basa en la toma de medidores desde el reciente 5 de agosto. O sea que por ahora la rebaja parcial, y recién luego de transcurrido el invierno aparecerán las reducciones significativas.
Están por supuesto quienes vienen expresando su desagrado y críticas, al atraso mientras que los propios propiciadores de la Ley culpan al Gobierno de haber demorado demasiado la aplicación de la misma.
Lo real es que están llegando las facturas como es habitual según el consumo, con el precio del metro cúbico de gas sin el beneficio electoral prometido. En cuanto a esta especie de “canto de sirenas” que surgió al aprobarse la Ley, no hay que soslayar que las distribuidoras de gas no dejarán de cobrar lo que corresponde. Es decir que los promocionados descuentos son solventados a través de subsidios del Estado, como también acontece con otros servicios, entre ellos el del transporte público. Y va de suyo que tal dinero no sale del bolsillo de los gobernantes, sino del de los consumidores.
Lo de la Ley de Zona Fría, al menos hasta que las boletas tengan los significativos descuentos anunciados, hoy se asemeja a una de las tantas prebendas que el Gobierno promociona de vez en tanto a través de créditos, programas o becas que no se cumplen o terminan siendo menos beneficiosas que lo que se dice al momento de presentarlas.
El caso de los préstamos UVA, cuyas cuotas se dispararon en forma obscena, son un problema al que el actual Gobierno no le da la solución a los tomadores de esos créditos ya que lo ha prometido, atento a la situación económica que afecta a grandes sectores de la población.
En el oscuro panorama económico-social a la que ha sido sometida la sociedad argentina, resulta hiriente que se siga engañando a la gente con ayudas que no se concretan. O solo se cumplen de manera parcial. Medidas populistas que han hecho mal a nuestra sociedad.