Fantasías sexuales: ¿Qué son y qué representan en las personas?
Un tema que los necochenses pocas veces se animan a tratar en terapia o con los suyos
Por Josefina Santirso (*)
Para Ecos Diarios
Las fantasías sexuales son representaciones mentales de orden erótico, que engloban tanto aquello que nos da morbo, que nos seduce, con lo que nos gusta jugar, como también está relacionado con nuestra historia y quiénes somos.
Las fantasías son amplias y no nos determinan, podemos autopercibirmos heterosexuales y fantasear con personas de nuestro mismo sexo, y esto no quiere decir que tengamos que rever nuestra orientación sexual. Esto es algo que nos erotiza y con lo que jugamos mentalmente, nosotros somos quienes controlamos todo lo que sucede, de este modo resulta importante saber que, si estás pensando en bajar una fantasía a la realidad, vale aclarar que las cosas no son como están en nuestra mente ¿Por qué? Porque además de uno, también hay otras personas, el contexto, que hace que por más que podamos pactar en líneas generales lo que queremos que suceda, nunca va a parecerse en un 100% a nuestra fantasía mental. Esto puede derivar en desilusiones.
Si estás en pareja y querés llevar eso que soñás y deseas al plano real, sería interesante que antes te respondas al interrogante de ¿Qué es el sexo para mí? Y hacerle la misma pregunta a tu pareja, sin suponerlo. De esta manera vas a poder saber si es posible llevar tu fantasía a la realidad con tu pareja o no, dependiendo de qué es el sexo para cada uno de los dos.
Otra de las cosas que pueden suceder es que muchas veces nuestras fantasías se contradicen con nuestro rol social y nuestra ética. Desde acá nacen ciertos interrogantes en si estará bien o no, fantasear con el contenido que estoy fantaseando, ya que cualquier cosa que sea (ético o no) nunca va a representar algo patológico o por lo cual debemos de preocuparnos. El límite está cuando tenemos el deseo de llevar una fantasía poco ética a la realidad.
Una forma de comprender por qué fantaseamos con lo que fantaseamos es preguntarnos ¿Que es el sexo para mí? Una vez respondida esta pregunta, quizás encuentres más sentido a tu contenido de fantasías.
Por último, cuando nos referimos a la necesidad de privacidad dentro de una pareja, si bien es importante que tu pareja sepa qué te seduce, qué quisieras probar en el territorio erótico, siempre hay límites. Una cosa es contarle a tu pareja qué te seduce y otra cosa es compartir todas tus fantasías, cuando no es necesario y hasta puede afectar al vínculo y la autoestima de la otra persona.///
(*) Licenciada en Psicología, especialista en sexología. Columnista del programa “Desde Temprano”, Ecos Radios.
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