Funcionario de Naciones Unidas califica a Gaza como “inhabitable”
“Su gente es testigo de amenazas diarias a su propia existencia, mientras el mundo observa”, indicó
Sol Chetelein (*)
Para Ecos Diarios
El Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de Naciones Unidas publicó un comunicado en el que actualizó la situación que se vive en el enclave palestino: “Gaza simplemente se ha vuelto inhabitable. Su gente es testigo de amenazas diarias a su propia existencia, mientras el mundo observa.”
“Tres meses después de los horribles ataques del 7 de octubre, Gaza se ha convertido en un lugar de muerte y desesperación”, declaró Martin Griffiths a través de un comunicado oficial, con la intensión de que finalice el conflicto y se establezca la paz en una región históricamente conflictiva.
El peligro de una muerte inminente a manos del Estado israelí no es la única preocupación de las familias de civiles que aun residen en Gaza. Según explica el funcionario, los hospitales que quedan en pie son utilizados como refugio para personas desesperadas, y se encuentran bajo un ataque constante. La violencia se mantiene en la Franja de Gaza con los constantes ataques israelíes producto de su guerra con Hamás. Los enfrentamientos y los ataques desde el aire, la tierra y el mar de las Fuerzas de Defensa de Israel se han cobrado la vida de más de 22.000 personas, principalmente mujeres y niños, según las autoridades sanitarias locales.
La hambruna es una amenaza, además de las enfermedades en las zonas densamente pobladas, donde decenas de miles de personas han huido de las intensas campañas de bombardeos en el norte y el centro de la Franja. La mitad de la población de Gaza se muere de hambre: "En Gaza todo el mundo pasa hambre. Saltarse comidas es la norma, y cada día es una búsqueda desesperada de sustento", "La gente a menudo pasa el día y la noche enteros sin comer. Los adultos pasan hambre para que los niños puedan comer”. Con lo que respecta a la salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de un "riesgo inminente" de brotes de enfermedades transmisibles. Desde mediados de octubre de 2023, se han registrado 179.000 casos de infección respiratoria aguda, 136.400 casos de diarrea entre menores de cinco años, 55.400 casos de sarna y piojos y 4600 casos de ictericia, informó.
Los palestinos
La violencia en lugar de descender lo único que hace es incrementarse, pero para comprender la actualidad del conflicto, debemos hacer un recorrido por sus orígenes. El término "Palestina" proviene del antiguo pueblo de los filisteos, mencionados en la Biblia y otros textos antiguos, que eran los pobladores de la costa meridional del territorio conocido como Canaán. Esta etnia se asentó en la zona durante la transición entre la Edad del Bronce y del Hierro; aproximadamente en el siglo XII a. C., por lo que nos encontramos con que el pueblo palestino tiene una génesis de larga data.
El origen de Israel
Con lo que respecta al origen de Israel como Estado, el auge del nacionalismo europeo durante el siglo XIX, y especialmente la intensificación del antisemitismo a partir de 1880, estimuló a los judíos europeos a buscar refugio en su "tierra prometida" (Eretz Israel). El escritor y periodista Theodor Herzl, autor de El estado judío (1896), fundó la Organización Sionista Mundial en 1897 para resolver el “problema judío” en Europa. Como resultado, la emigración judía a Palestina se incrementó de manera exponencial. Frente a este fenómeno, algunos dirigentes palestinos reaccionaron con alarma ante la emigración, la compra de terreno y las reivindicaciones judías, y desde entonces se convirtieron en inexorables opositores al sionismo. Es en la Primera Guerra Mundial cuando el sionismo comienza a tener reconocimiento internacional gracias a la Declaración de Balfour, en la que el ministro de exteriores británico James Balfour hizo saber al magnate y representante de los judíos británicos Walter Rothschild que Gran Bretaña apoyaría convertir Palestina en el hogar nacional del pueblo judío. Esta medida buscaba ganarse al lobby sionista, que era uno de los más poderosos en occidente.
Durante el periodo comprendido entre la primera y la segunda guerra mundial, las organizaciones sionistas mantuvieron la emigración judía a gran escala y algunos hablaron de la constitución de un Estado judío en toda Palestina. Además, otras declaraciones de potencias internacionales apoyaban la idea del reconocimiento del estado judío, entre ellas podemos citar la Declaración Cambón, emitida en 1917 por Francia, y una manifestación semejante también fue emitida por el Imperio Alemán, además, de forma paralela, para los años 1920/1930 el futuro estado judío ya disponía de importante infraestructura y desarrollo autónomo judío en Palestina. Esta actitud provocó el rechazo de los palestinos, temerosos de ser desposeídos de sus territorios por los sionistas.
El conflicto palestino-israelí tiene su origen formal en la resolución 181 de las Naciones Unidas de 1947, la cual establecía la división del territorio palestino en un Estado judío, un Estado árabe y una zona bajo régimen internacional, haciendo realidad las aspiraciones de los sionistas. Esta declaración, que no fue bien acogida por los locales, y desembocó en la primera guerra árabe-israelí entre 1948 y 1949.
Para los sionistas el pueblo judío no es un grupo exclusivamente religioso, sino que es un grupo nacional que debería tener su propio territorio conformado como estado moderno. Estas ideas no comenzaron a tener calado entre la población judía hasta la ola de antisemitismo que azotó Europa Central y Oriental a finales del s.XIX que se tradujo en matanzas de judíos (progromos) y su confinamiento en guetos. La gran victoria para el sionismo llegaría después de la Segunda Guerra Mundial. Amparados en la persecución sufrida durante el holocausto y la Declaración de Balfour, recibieron el apoyo de Naciones Unidas donde como medida compensatoria se decidió redactar la Partición en los dos Estados, con una zona internacional que comprendiese los lugares santos, Jerusalén y Belén. A pesar de que nunca se llegase a aplicar esta medida propuesta por la ONU, comenzaba a percibirse el clima de hostilidad en Palestina entre árabes, que rechazaban por completo la creación de un Estado judío, cuyo verdadero objetivo era la creación de una Gran Israel que comprendería toda Palestina y Transjordania.
Bajo la lupa
Por su parte, la organización política y paramilitar Hamás, se encuentra bajo la lupa frente a los innumerables crímenes que ha cometido a la vista de toda la humanidad, quienes con el propósito de defender la integridad de Palestina han acabado con la vida de civiles inocentes, aunque sea en menor medida que el Estado israelí. El Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás), es el brazo palestino de los Hermanos Musulmanes fundado en 1987 durante el primer levantamiento por Ahmed Yasín. Con una clara línea salafista, su objetivo es la creación de un Estado Islámico regido por la sharía y purificar la Umma -comunidad islámica-, lo que ha provocado enfrentamientos desde sus inicios con los grupos laicos de la Organización para la Liberación de Palestina, organización históricamente pacífica a favor de la soberanía palestina.
Por más que detrás de este conflicto haya intereses económicos, políticos y geopolíticos, no debemos perder de vista que quienes más sufren son los civiles que viven en las zonas de guerra. Años de hostigamientos y exilios ha sufrido una población que lo único de culpable que tienen es haber nacido en esa parte del globo. El cese al fuego es una necesidad impostergable, pero queda en evidencia que el poder es más importante que el respeto por la vida.///
(*) Lic. en Ciencia Política, Universidad Nacional de Mar del Plata
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