“Hace 70 días que el gobierno no manda ningún alimento”
Silvana Calio, de Barrios de Pie, habló de la difícil realidad que atraviesan los comedores en el distrito
“Algunos de nuestros comedores funcionan de forma intermitente porque no tenemos alimentos para gente”, dijo Silvana Calio, de la organización social Barrios de Pie, quien habló sobre la difìcil situación que atraviesan las personas que deben recurrir a los servicios alimentarios para poder subsistir en un escenario marcado por la crisis económica.
Semanas atrás las organizaciones habían realizado una protesta ante los recortes a la asistencia alimentaria y habían recurrido a mesa social que funciona en el ámbito municipal para pedir la asistencia del gobierno comunal.
No obstante, desde entonces la situación se ha agravado. “Hace 70 días que desde el gobierno nacional no se envía ningún tipo de alimento ni a comedores comunitarios ni de ningún tipo. Digamos que hay cero distribución de alimentos”, afirmó Calio, que participó en esa reunión que había sido solicitada por UTEP y la CTA.
La referente de Barrios de Pie explicó que precisamente esa mesa social se logró formar a partir de una ordenanza por la que se peleó en 2019.
Pero a pesar de haber presentado su reclamo, la respuesta no fue la esperada. “Si el recurso no está, no se puede inventar”, dijo Sandra Antenucci, secretaria de Desarrollo Humano del municipio, quien explicó que la comuna no contaba con los fondos para poder sostener la entrega de alimentos a los comedores.
No obstante, “el municipio tiene que estar al tanto de que estamos entregando entre 3.000 y 5.000 viandas”, respondió Patricia “Pachu” Aranda, secretaria general de la UTEP.
Dura realidad
Veinte días después de aquella reunión, la situación no ha cambiado. No sólo no han recibido alimentos los comedores dependientes de los movimientos sociales, tampoco los particulares.
Calio opinó que el recorte planteado por el gobierno parece estar dirigido “contra los movimientos sociales, a quienes nos llama intermediarios, pero la realidad es que el Ministerio del Capital Humano no va a enviar alimentos”.
De esta manera, la ayuda alimentaria se sigue reduciendo en la ciudad. Según Calio, durante la pandemia se había decidido cerrar los comedores municipales.
Desde entonces, añadió, el municipio decidió colaborar con las organizaciones sociales entregando “algunos productos frescos, porque lo seco venía directamente de la Nación”.
En la actualidad son 14 los comedores de organizaciones sociales de la ciudad que están inscriptos en el Renacom para recibir mercadería.
Contando los comedores particulares, Calio especuló que existirían en el núcleo urbano unos 20 comedores en total.
En el caso de los dos comedores de Barrios de Pie, Calio calcula que dan alimentos a unas 50 familias.
Explicó que lo que entregan los comedores no satisface las necesidades de las familias. “Es un refuerzo. Al faltar ese refuerzo la situación se complica muchísimo para esta gente, que no recibe ninguna otra ayuda”, indicó.
Agregó que ese refuerzo es imprescindible para muchas familias de bajos ingresos que han debido afrontar el incesante aumento de precios de alimentos y de otros elementos de suma necesidad, como las garrafas con las que cocinan y se calefaccionan. “La garrafa cuando terminó el gobierno anterior contaba 2.800 pesos, después llegó a 8000 pesos”, dijo Calio.
Ante este panorama, la situación se agrava cada día y luego de 70 días de no recibir alimentos del gobierno nacional, algunos comedores de las organizaciones sociales funcionan de forma intermitente.
Los comedores siguen funcionando en parte gracias a las donaciones de los vecinos y de personas que en otro momento de su vida recibieron ayuda en esos espacios y ahora retribuyen con lo que pueden.
También subsisten con el aporte de los propios beneficiarios, que han desarrollado distintos emprendimientos para poder comercializarlos en las ferias y de esta manera adquirir alimentos.///
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