"Hay que estar muy atentos para no caer en las estafas digitales"
La abogada especialista en derecho informático, Bárbara Domínguez, habló sobre cómo los ciberdelincuentes usan la tentación de los usuarios en su propio beneficio
"Hay que estar muy atentos para no caer en la tentación de las estafas digitales”, dijo Bárbara Domínguez, abogada especialista en derecho informático, en el programa “Punto de Vista”, que se emite por Ecos Radio.
La especialista explicó cómo los ciberdelincuentes utilizan la tentación para atraer a las víctimas y cómo apelan a la debilidad humana reflejada en lo que la Iglesia Católica llama pecados capitales.
Domínguez explicó que la gula, que es el apetito excesivo por comida y bebida, podría compararse con voracidad de algunas personas por las compras online, lo que las lleva a quedar expuestas ante los delincuentes.
Dijo que un ejemplo de cómo los ciberdelincuentes utilizan para sus fines a la gula son “los sitios web de compras falsas, en los que podemos comprar por 20.000 pesos un destornillador que en una web certificada cuesta 90.000”.
“Uno dice qué barato. Entrás y terminás poniendo la contraseña de tu tarjeta de crédito”, explicó.
Otro pecado utilizado habitualmente para engañar a los cibernautas es la lujuria, que es el deseo sexual descontrolado.
Una de las técnicas que apelan a ello, dijo Domínguez, “es el famoso catfishing, que es la sustitución de la identidad de otra persona o crear un perfil falso, con el cual seducir a otra persona”.
Explicó que esto puede ocurrir en plataformas como Tinder, lo que lleva a los usuarios desprevenidos, por la tentación “lujuriosa”, a mantener una relación con alguien que tal vez no sea la persona que aparece en las imágenes de perfil. “Y se puede llegar a terminar entregando dinero o fotografías íntimas. Esto pasa”, afirmó.
“El ser humano es muy fácil de tentar”, dijo Bárbara.
Aunque tal vez el más común sea la codicia, el deseo insaciable de ganancia material o valor social.
Aquí, dijo Domínguez, son muy comunes “las estafas de lotería, en donde tenemos propuestas para jugar o apostar en Internet y que nos puede llevar a poner dinero que no vamos a recuperar”.
Explicó que una vieja estafa como la del Príncipe de Nigeria, que ofrecía entregar una herencia a cibernautas desprevenidos, utiliza precisamente la codicia como motivación.
“Hay muchísima gente que cae”, dijo Domínguez y explicó que muchas veces lo que buscan los delincuentes no es obtener dinero, sino distribuir malware u obtener información.
Domínguez dijo que otro pecado capital que se utiliza para hacer caer a los cibernautas es el orgullo y esto “juega en las estafas de sitios de trabajo”.
“Muchas veces pasa que la persona que te va a estafar con este sistema hace un trabajo de ingeniería social y te pueden llegar a tentar con una oferta laboral. Puede pasar que entres a un link o que concurras a un lugar donde corra peligro tu integridad física”, explicó.
“La tentación está en el orgullo por tu trabajo”, afirmó.
Dominguez también comparó los sentimientos generados por la envidia y la ira con otras actividades abusivas como la creación de noticias falsas o las estafas mediante la venta de VPN, que son redes privadas que tienen como objetivo proteger al usuario..
“Si instalas una VPN que sea gratuita o a un precio muy tentador, tal vez está logrando todo lo contrario, estás abriendo un canal directo para dar toda tú información, lo mismo con los antivirus”, explicó.
También se refirió a la pereza, que se refleja en la tendencia actual de ofrecerle a los jóvenes la posibilidad de ganar grandes dinero sin hacer prácticamente nada.
“Estas propuestas, que te salpican constantemente, te ofrecen la fórmula para que mañana mismo estés ganando 500 dólares por día desde tu casa”, dijo.
“El ser humano pierde la razón ante la tentación”, concluyó Domínguez. “Las estafas funcionan porque nos vemos tentados por algo”.///
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