“Hay una enfermedad del núcleo familiar, donde se debe trabajar”
Indicó el Dr. Eduardo Zubillaga en el marco de la charla sobre abuso y maltrato en la vejez. Hoy se conmemora el día de la toma de conciencia
En la jornada de ayer, en el Centro Cultural de Necochea y con motivo de que hoy es el «Día mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez”, la residencia para Adultos Mayores «Dr. Alejandro A. Raimondi” realizó una charla, en la que el Dr. Eduardo Zubillaga, jefe del departamento médico del Hogar, señaló que “hay una enfermedad del núcleo familiar, que es donde se debe trabajar”, destacando el rol que cumplían antes los padres y la figura de los ancianos en la actualidad.
Durante la charla expuso el director del establecimiento, Raúl Perata y los miembros del equipo interdisciplinario, licenciado en Trabajo Social, Julio Negro, el arquitecto Santiago Olivera y el Dr. Eduardo Zubillaga, quien puntualizó que la violencia en general toma distintas características. Lo ejemplificó con hechos que vemos todos los días, cuando los ancianos son asaltados y reciben golpes por parte de los ladrones, que incluso les causan la muerte.
“Eso es violencia directa, pero el peor de los episodios se da cuando esa agresión viene por parte del lazo fundacional, es decir, padre e hijo. Cuando esa relación se quiebra, los hijos les pegan a los padres, siendo una agresión directa”, detalló.
Dentro de los abusos y maltratos figura la violación de derechos, el maltrato físico y psicológico, negligencia, abandono, abuso económico-financiero, barreras arquitectónicas, abuso sexual, entre otros, los que derivan en una disminución en la calidad de vida del adulto mayor.
En este sentido, Zubillaga hizo referencia a una situación que se ve a menudo, donde los hijos regresan a la casa del núcleo familiar, pero para los abuelos es una etapa de disfrute de la vida y de los nietos.
“Los jóvenes vuelven, ocupan la casa y rápidamente toman decisiones y como el abuelo que está vulnerable y no tiene la potencia física, ni mental, ni intelectual, comienza a tener deterioro, o no duerme, requiere de más estudios complementarios y si uno consulta que cambió, ellos responden: se vino a vivir mi hijo que está separado”, mencionó.
Esta situación, donde los abuelos sienten pérdida del lugar, por acción u omisión de los familiares, es el primer determinante de una enfermedad con sufrimientos emocionales y psicológicos.
En definitiva, “el abuelo no tiene una demencia, sino que tiene un trastorno reactivo a la situación que está viviendo en su casa, ya que invaden y enferman al anciano. Además la crianza de los nietos también es otra forma de maltrato e injusticia”.
Efecto global
La causa del efecto global, también influye en las relaciones familiares y hay una enfermedad del núcleo familiar, donde se debe trabajar y recordar el lugar que ocupaba el padre y la madre en la mesa, mencionó el expositor.
“Hoy al anciano se lo separa de las decisiones y eso genera angustia, ansiedad, desasosiego, desprotección, soledad, insomnio, agresión, irritabilidad, ideas suicidas e ideas de no pertenencia. Pero los ancianos no son tontos y se dan cuenta, como van siendo expulsados de su propia casa”, detalló.
Si bien, aclaró que la mayoría de los ancianos son respetados y queridos como corresponde, existen estos casos.
También está la violencia indirecta, como por ejemplo cuando desmerecen la opinión del abuelo. “Los jóvenes no saben ni de su propia historia, pero si sabe el abuelo y no es que tenga un trastorno porque se acuerda solo lo antiguo, sino porque tiene una formación en la cual se sabía quién era San Martín y había otros valores”.
El profesional recordó que antes el proyecto de los jóvenes era formar una familia, mejorar un país, que nos vaya lo mejor posible en las elecciones; en cambio, “ahora tienen la idea de viajar a dedo hasta Australia y cuando se les pregunta con qué objetivo, responden que tienen que vivir el hoy, pero si no tenemos raíces, ni memoria, vamos a repetir los errores que tuvimos hace poco y por eso después existen las divisiones en nuestro país”.
La idea de la charla fue que se reflexione acerca del trato que se les brinda a los ancianos, que se les brinde más atención y trabajar con la familia, porque a veces esas cuestiones no lo solucionan los medicamentos.