Hechos que se repiten
Otra vez un establecimiento educativo fue víctima de un robo. En este caso, el Jardín de Infantes Nº 902, ubicado en avenida 75 y 78.
Delincuentes rompieron la reja e ingresaron al edificio con fines delictivos. Esta vez atraparon a uno, pero lamentablemente no es la primera vez que ocurre.
Las escuelas desde hace años sufren reiterados robos y actos vandálicos que luego complican y mucho la actividad diaria. En este caso, se trata de un hecho ocurrido en verano, pero de todas maneras lo que se roban o rompen no lo pueden recuperar de un día para el otro.
En el caso del Jardín 902 ha sufrido innumerables hechos de estas características, pero no es el único. Además, después deben recuperar los materiales didácticos robados (juegos, televisores, equipos de música), pero además reforzar la seguridad del edificio, colocando más rejas, alarmas, cambiando las cerraduras, entre otras medidas, con el gasto que esto implica.
El año pasado, por ejemplo, en una escuela de Quequén directamente se robaron los cerramientos de las ventanas porque el material con el que estaban construidos era de interés para los ladrones. Y lamentablemente todo eso cuesta dinero que muchas veces la escuela no tiene y, a veces, tampoco el Consejo Escolar puede responder rápidamente.
Las cooperadoras escolares hacen muchos esfuerzos para mantener los edificios en condiciones y, por ejemplo, comprar un televisor quizás implica meses y meses de rifas, feria de platos o peñas y perderlo en un día, es triste. Ni hablar de lo que sucede con los actos vandálicos porque, a veces, sólo se dañan los edificios sin ningún otro objetivo.
Es lamentable que ocurran estos hechos. Todos los robos son repudiables, pero cuando se atenta contra un establecimiento educativo la impotencia es aún mayor.///
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