Identificaron más de 50 especies de hongos en el Parque
Constanza Ranieri, es micóloga y docente de la Universidad de Luján y en las redes sociales brinda información sobre el tema
En las últimas semanas se ha comenzado a ver gran cantidad de hongos de diversas especies en el parque Miguel Lillo y quienes conocen sobre el tema recolectan aquellos que son comestibles. Sin embargo, no es algo que todos puedan hacer porque se requiere suficiente información y conocimiento para distinguir entre aquellos ejemplares que se pueden comer y los que son tóxicos y pueden significar un riesgo para la salud.
En más de una oportunidad, Constanza Ranieri, que es micóloga y reside en Luján, visitó nuestra ciudad y se quedó enamorada del parque Miguel Lillo y de las especies de hongos que habitan. A través del Instagram: “Hongos de Necochea”, aporta su conocimiento para que la gente tenga en cuenta al momento de recolectar estas especies y sepan más sobre el tema.
Durante algunos de sus viajes observó la cantidad y variedad que hay de hongos, por lo que no dudo en comenzar proyectos de investigación y extensión de la Universidad de Luján, donde es docente y cada año realiza un viaje de estudio con sus alumnos.
Más de 50 especies
“Comenzamos a viajar en 2017, el año pasado no pudimos ir por la pandemia y cuando podamos vamos a volver. En los viajes, los alumnos visitan el mar y vemos las algas y recorremos el parque para observar los hongos”, señaló la profesional a Ecos Diarios.
Frente a la recolección de hongos en el parque, el área de Bromatología del municipio recomienda no consumir los hongos de ningún tipo, ya que no todas las personas reconocen cuáles son los comestibles y cuáles no, y hay registro de que años atrás una nena falleció por ingerir un hongo tóxico.
No se trata de hacerles mala propaganda sino de que se tome conciencia de los riesgos que se toman al no saber las características de cada hongo. “No quiero estigmatizarlos, se trata de tener conocimiento y respeto por el ambiente, por el parque y la gente cuando sale a recolectar tiene que hacerlo con una visión ambiental, es decir, no se puede recolectar todo lo que veo sino lo que verdaderamente sé que es comestible y si no se sabe, o no tengo información, no lo recolecto”, explicó la bióloga.
Durante sus viajes recorrió el parque Miguel Lillo, sacó fotos de todos los hongos, tomó una muestra del suelo, luego los secó y empezó a identificarlos a partir de las características morfológicas o análisis con reactivos y contabilizó 50 especies.
A través de su vínculo con la gente que le escribía en el Instagram, sumó 10 nuevas especies que ella no había visto. En este sentido, comentó: “Yo quería saber de dónde provenía el conocimiento que tenían para salir a recolectar, algunos me decían que fue un dato que se pasó de generación en generación que me parece un dato súper interesante, pero a veces con las características físicas o morfológicas no es suficiente”.
Nuestra ciudad al haber recibido inmigrantes de Europa, donde la recolección de hongos es una costumbre, se fue pasando de generación en generación, pero es necesario saber y tener conocimiento, recalcó.
De acuerdo a la investigación, en el parque existen dos especies que son comestibles: hongo de pino (suillus granulatus) y níscalo (lasctarius deliciosus).
La bióloga resaltó que no se puede generalizar los hongos por sus características morfológicas, por ello “es necesario observar cada ejemplar y a partir de ahí comparar con la información que tenemos y así sabremos si es tóxico o comestible”.
Mitos
En el mundo de los hongos también hay mitos y, al respecto, Constanza apuntó que “hay que tener mucho cuidado porque hay costumbres que también pasaron de generación en generación, que no tienen fundamento científico y son falsas como, por ejemplo, que si se hierben los hongos con un anillo de plata y este cambia de color significa que no se puede comer”.
Al momento de recolectar, se recomienda no sacar los más juveniles ya que se corta el crecimiento y además la persona puede confundir sin querer con otra especie porque todavía no se ha desarrollado.
“Hay que tener cuidado y es necesario asesorarse, mirar que esté sano, apetecible y es fundamental mirar el interior del sombrero, el tallo, si larga algún líquido, si tiene perfume, hay muchas características a tener en cuenta”, detalló.
Por último, abordó la toxicidad y las propiedades que tienen los hongos. Dentro de los tóxicos, hay dos grupos, los leves, que rápidamente generan un malestar estomacal y se evacuan rápido y los otros son peligrosos, porque a la semana de haberlos consumido pueden provocar la muerte, explicó.
Asimismo, están los comestibles que son muy beneficiosos, tienen varias propiedades y aportan proteínas y minerales. “Las personas veganas o vegetarianas lo reemplazan por la carne porque son muy nutritivos”, afirmó.///