"Johnny" De Benedictis: un ícono del automovilismo y un padre en constante evolución
Conocemos otra faceta de su vida, de la mano de dos de sus cuatro hijos: Juan Bautista y Magalí
IAN LARSEN
Redacción
En el marco de este Día del Padre, nos acercamos a celebrar a la casa de una las figuras más queridas y respetadas de Necochea: Juan Antonio "Johnny" De Benedictis, un nombre sinónimo de automovilismo y pasión sobre ruedas. Pero más allá de las pistas y los trofeos, Johnny ha forjado un legado familiar marcado por la dedicación, la humildad y, con el tiempo, una paternidad y abuelidad profundamente presentes y cariñosas.
El "Johnny Trabajador”
La trayectoria de “Johnny “en el automovilismo exigió una entrega total, lo que, en su momento, limitó su presencia en el día a día de sus hijos más pequeños. Juan Bautista, su hijo y también destacado piloto, recuerda esa etapa como la del "Johnny” trabajador, que no tenía tiempo y que estaba siempre en su mundo". Aún así, el actual piloto confiesa tener muchos recuerdos de haber compartido buen tiempo con él en el taller y en los viajes, incluso subiéndose al asiento de copiloto en las "tiradas en la ruta" para probar el auto. Un recuerdo imborrable donde veía a su padre como un "ídolo".
Sin embargo, para sus hijas, Magalí y Delfina, la experiencia fue diferente. “Johnny” mismo reconoce que, en aquellos años, "no las veía nunca porque en ese momento me la pasaba metido en el taller o viajando por el tema de las carreras". Fue su esposa, Mónica, quien asumió la tarea de criar y educar a los niños.

La transformación
La vida de “Johnny” De Benedictis tomó un nuevo rumbo hace 30 años, tras su último accidente. Desde ese día, tuvo una etapa de profunda y bienvenida transformación.
Para Juan Bautista, existe una tercera etapa, que es la de los últimos 12 años, y asegura que esta "última versión de estos últimos años es la ideal". Describe al “Johnny” actual como alguien "bueno, compañero y tranquilo, que se preocupa por el otro y es solidario". En este sentido, el mayor de los hermanos varones valora poder "compartir un montón de cosas que no conocíamos" de su padre, disfrutándolo "de lunes a lunes".
Magalí no escatima en elogios para su padre: lo describe como súper cariñoso, incondicional y que “siempre está a disposición de cada uno de sus hijos". Lo define como "muy dulce, muy tierno", e incluso compara su ternura con la de su propio abuelo.
Es un "orgullo ser hija de este papá", y siente que, al crecer, se valora aún más lo que “Johnny” significa en Necochea y otros lugares. Magalí le expresa su profundo agradecimiento por ser un "ejemplo de esfuerzo, de humildad, de responsabilidad", considerándolo, junto a su madre, su "gran ejemplo". Juan Bautista también lo señala como "ejemplo en la familia y pilar fundamental".
Mónica, la esposa de “Johnny”, lo describe como "un gran compañero de la vida" con quien han compartido "momentos terriblemente difíciles, momentos re lindos y una vida muy matizada”. Con orgullo, lo califica como "un gran papá, una gran persona".
Un abuelo entregado y feliz
Si bien “Johnny” fue un padre ocupado, el rol de abuelo le ha permitido vivir la paternidad desde una perspectiva diferente, y con una dedicación plena. Juan Bautista observa con ternura cómo “Johnny” "malcría mucho" a sus nietos y cómo "disfruta" al verlos interactuar con él. Destaca "la locura que tiene con sus nietos" y cómo "se derrite” con ellos. Reconoce el "papel tan importante que es un abuelo para un nene".
Como dato curioso que se genera al hablar con sus nietos, se pudo saber que “Johnny” tiene un apodo muy particular y desconocido para la mayoría que no vive en esa familia: "el fogonero". El apodo se debe a que tiene la costumbre de llenar la estufa de leña constantemente y prender varias al mismo tiempo.
El mismo ídolo del TC reconoce que el rol de abuelo ha generado un "cambio" significativo en él. Confiesa que en la época de sus hijos, "vivía encerrado dentro del taller y ya viajando por las carreras" y no podía dedicarles el tiempo que hoy puede dar a sus nietos. Ahora, con ellos la experiencia es diferente. Disfruta de las cosas que dicen, los busca en el jardín o el colegio y todo eso que jamás hizo por sus hijos. Esta nueva faceta le brinda una "doble satisfacción".
En este Día del Padre, la familia De Benedictis, de la que por supuesto es parte Franco (quien no pudo estar en este homenaje por cuestiones personales) se une para celebrar a “Johnny”, un hombre que ha sabido reinventarse, adaptando su amor incondicional a cada etapa de la vida, dejando una huella imborrable tanto en el automovilismo como en el corazón de su familia, siendo hoy un ejemplo de padre y abuelo.
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