Jornada de plantación de árboles en el CAAN
Realizada por los alumnos y alumnas del 2° año de secundario del Colegio Danés. Las plantas fueron donadas por el municipio
En el marco del programa de Aprendizaje y Servicio, estudiantes de segundo año del Colegio Danés llevan adelante un proyecto que une conocimientos, compromiso social y acción concreta en la comunidad. El escenario elegido fue el Centro de Atención de Animales Necochea (CAAN), donde, a través del taller de Huerta, los alumnos impulsan una transformación ambiental real.
En diálogo con Ecos Diarios, Juan García, referente del proyecto, explicó que “la idea es que el taller no se limite a aprender a cosechar una lechuga, sino que permita transformar espacios que los chicos habitan o visitan”. Éste espacio tiene varias décadas en el colegio, y actualmente es coordinado por Lis Ullerup, docente con 15 años de experiencia en la propuesta.
El motivo del por qué se eligió el CAAN, lo explicó el profesor. “De 62 alumnos, solo una alumna sabía dónde quedaba, los demás tenían una idea vaga de que era algo con perros, pero nada más”, relató García.
Durante el primer cuatrimestre, los estudiantes investigaron sobre el lugar y luego comenzaron a organizar jornadas de voluntariado los sábados. Visitaron el predio, identificaron necesidades y plantearon cómo intervenir a través de las plantas. “La primera vez que vinieron concurrieron 12 chicos. A la semana siguiente, vinieron 14, por su cuenta, sin nosotros. Eso habla de compromiso”, destacó.
El proyecto concreto consiste en plantar 13 árboles de hoja caduca en los laterales del predio, con el objetivo de generar sombra en verano, sol en invierno y barrera contra el viento y el polvo. Esto beneficiará tanto a los animales del CAAN como a los vecinos del sector.
La propuesta se articula con el Vivero Municipal, en una acción conjunta entre Estado, educación e instituciones del tercer sector. La próxima semana, otro curso completará la forestación del lateral restante.
“El objetivo es que los chicos entiendan que pueden ser agentes de cambio. Esto va más allá de una clase: es una manera de generar conciencia y mejorar su entorno”, concluyó García.
La palabra de los chicos y chicas
“este es un proyecto escolar que estamos trabajando con huerta, para plantar árboles y que crezcan, para que de esa manera los animales estén más protegidos del frío en invierno, pero también del sol y el calor en el verano”, comentó Alfonsina Moreno y agregó que “las especies que vinimos a plantar son ceibo, el paraíso, fresno y capalvas”.
Guadalupe Ruíz Castaños justificó la decisión de trabajar con el CAAN, explicando que “esta institución se sostiene a base de donaciones, voluntarios y ayudas de las personas, pero más que nada esto es para ayudar más que nada directamente a estos perritos que se encontraron abandonados en la calle” y por eso mismo dejó un mensaje muy esperanzador, pensando en nuestras nuevas generaciones, al pedir que “se haga una tenencia responsable de las mascotas, de los perritos, y que estos seres vivos se los pueda tratar con mucho amor”.
Por su parte Pedro Lamas expresó que “esta jornada se trata de poder darle una mejor calidad de vida a estos animalitos. Veníamos planeando esta salida, en el espacio de huerta”. En tanto que su compañera, Jacinta Del Castillo dijo que “la idea además es saber qué reconocer qué tipo de plantas se pueden poner de acuerdo al lugar y el ambiente, así como también por su funcionalidad”.
Por su parte, Manuel Vitale dejó en claro que “son completamente necesarias, son seres vivos que hay que cuidarlos, porque no se pueden cortarlas cuando uno quiere, ni como quiere. Queremos que la gente, cada vez más, planten más árboles”.
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