José Michel: “La guerra entre EEUU y China está generando inestabilidad en los mercados”
El gerente general de Mebur habló del impacto del conflicto en el agro
Mientras el campo argentino enfrenta los vaivenes de la economía local, también mira con atención lo que ocurre a nivel global. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, sumada a la reciente salida del cepo cambiario, genera incertidumbre en los mercados y obliga a los productores a recalibrar sus estrategias. “El impacto de la guerra de aranceles todavía no está muy bien definido, pero está generando inestabilidad en los mercados”, explicó José Augusto Michel, referente de la empresa Mebur, en diálogo con Punto de Vista, por Ecos Radio. “Los granos no se comportan de forma normal. Esto suma variabilidad a un mercado que ya la tiene de por sí”, agregó.
La disputa comercial entre Washington y Pekín ya tuvo su capítulo anterior durante el gobierno de Donald Trump, y aunque sus consecuencias aún no son del todo claras, Michel advirtió que podrían presentarse oportunidades para la Argentina: “Si China deja de comprar soja a Estados Unidos y vuelve a mirar hacia Brasil, podría haber un efecto cascada hacia la Argentina. Nosotros no exportamos mucho poroto, pero sí harina, y eso podría ser favorable. Pero es algo que todavía está por verse”, señaló.
Respecto a lo que fue la medida adoptada por el gobierno nacional, de haber salido del CEPO, el gerente general de Mebur declaró que “la salida fue necesaria y tuvo un impacto en el tipo de cambio. Hoy el campo recibe un valor del dólar un poco menor de lo que recibía antes. Está impactando levemente de forma negativa para el productor, pero era necesario tener un solo tipo de cambio y que el dólar se forme libremente”.
En este escenario complejo zonas como la nuestra buscan sostener la producción apostando a la sustentabilidad, la rotación de cultivos y los vínculos de largo plazo con la tierra y sus dueños.
“Compromiso” con dueños de los campos
Mebur opera en más de una zona productiva, pero su eje principal está en el sudeste bonaerense, donde trabaja 100% sobre campos alquilados. Allí produce, con foco en la cebada cervecera, pero también cultiva soja, maíz, girasol y trigo. “Tenemos un fuerte compromiso con los dueños de los campos. Buscamos relaciones a largo plazo y devolver la tierra mejor de cómo la recibimos”, enfatizó Michel.
La elección de la cebada no es casual. A las condiciones de suelo y clima favorables de la región se suma el perfil exportador del cultivo. “La cercanía al mar le da a la zona una estabilidad climática muy buena, sobre todo para el llenado de granos. Es ideal para cultivos de invierno como trigo y cebada”, explicó.
Además de su valor como insumo cervecero, la cebada tiene una salida alternativa como forrajera, lo que la convierte en una opción más versátil que el trigo. “Eso es una gran ventaja. La cebada tiene dos caminos: la cervecera, que tiene mucho valor agregado, y la forrajera. Eso la viene empujando en los últimos años y creemos que va a seguir creciendo”, indicó. El principal destino de exportación es Brasil: “Ellos tienen algo de producción local, pero no es de buena calidad. Entonces vienen a buscar nuestra cebada, que es muy requerida”.
Por último, Michel destacó, en “Punto de Vista” el rol estratégico de Puerto Quequén, aunque reconoció que todavía hay desafíos pendientes. “Venimos trabajando muy bien con el puerto, pero hay cosas que mejorar: la falta de transporte ferroviario, la cuestión energética, y la adjudicación de un sitio. Si se resuelven esos puntos, el puerto tiene un potencial enorme”.
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