La aparición de orugas de gran tamaño en Necochea, genera asombro y erróneos comentarios
Tienen 8 centímetros de largo y se están viendo en varios jardines. No son comunes en esta zona y pese a que si se las roza generan urticaria, no tienen consecuencias letales para el ser humano
La aparición en los últimas jornadas de un grupo de grandes y llamativas orugas (larvas) en nuestra ciudad ha generado sorpresa, en primer orden, y luego una serie de conjeturas sobre supuestos efectos letales que se producen al rozarlas y que están muy lejos de ser reales.
Los comentarios se han reproducido, al conocerse que en diversos jardines de viviendas y en el mismo arboretum del Parque Miguel Lillo se ha observado un grupo de estas llamativas orugas de 8 centímetros de largo. Una medida inusual para las larvas que suelen verse por estos lares.
La aparición fue analizada por Ricardo Doumecq Milieu, observador de la naturaleza y sus fenómenos, quien dio cuenta que las orugas están recubiertas de un abundante pelambre de color verde flúor y presentan una línea blanca y otra negra a lo largo de los flancos del cuerpo.
Uno de los sitios en las que se hallaron fue la casa del vecino Martín Leoz, en calle 109 casi avenida 10, quien tiene un arbolado jardín, y precisamente en uno de sus árboles ornamentales del género Gleditsia (acacias de tres espinas) se halló una importante cantidad de orugas que “identificamos como Bicho Quemador Grande (Automeris coresus)”, citó Doumecq Milieu, para añadir que “su nombre común deriva por la fuerte dermatitis urticante, como quemadura, que produce el contacto de los pelos que recubren su cuerpo sobre la piel de las personas”.
De otros sitios
Se dejó en claro que las orugas vistas en Necochea integran una especie de aguaviva de las pampas y su distribución corresponde mayormente al área metropolitana y la provincia de Entre Ríos, con algunos casos aislados tan al sur como la ciudad de Bahía Blanca.
Al adulto se la conoce como “Polilla Búho”, ya que el diseño de sus alas posteriores, para evadir depredadores, simula ser el rostro de una lechuza.
El INTA la tiene catalogada para toda la provincia como plaga de los frutales y ornamentales, ya que su alimentación es polífaga (come muchas especies indistintamente) y produciendo gran defoliación, en parte por el importante tamaño de sus (larvas) y también porque una hembra es capaz de poner hasta 200 huevos en un solo árbol y su defensa química hace que la gran mayoría llegue a completar su ciclo.
Una sola generación
El experto explicó a Ecos Diarios que “tienen una sola generación en el año, que arranca con los adultos de 10 centímetros copulando en primavera. Las hembras ponen sus huevos en las plantas nutricias”; y una característica llamativa es que “la polilla de esta especie no tiene aparato bucal, por lo que no puede alimentarse. Su mandato es desovar y morir”. Las larvas nacen de huevos casi microscópicos y en 50 días encuentran su tamaño máximo de 80 milímetros.
Para fines de febrero comienzan a generar una cápsula de crisálida, un capullo o pupa que perdurará todo el invierno para nacer en primavera una polilla grande, que buscará pareja rápidamente para repetir el ciclo, se describió.
Urticantes, pero no letales
En cuanto a las consecuencias que producen en el ser humano si se roza a estas orugas, se adujo que “existen varias especies de la misma familia tan urticantes como las que estamos viendo en Necochea. Todas se caracterizan por tener el cuerpo cubiertos de pelos ramificados que, conectados a una glándula subdérmica, inoculan el veneno”.
Por su parte el jefe de Bromatología del municipio, Jorge Braña, apuntó que “el tema está siendo controlado en Infectología del Hospital y no es para nada un tema grave. Pero ocurre que la gente extrae material de Internet y confunde e inquieta al decir que puede haber graves consecuencias”.
Doumecq Milieu aconsejó que “la mejor forma de evitarlas es prestar atención a las ramas bajas de los árboles, para no llevárselas por delante. Es que son muy llamativas y el solo hecho de encontrar una, presume, con gran grado de certeza, que la acompañan decenas de semejantes”.
El riesgo permanecerá por unos 20 días más, tiempo en el cual, toda la población estará convertida en crisálida (la etapa previa a constituirse en mariposas) “y se habrá agotado la posibilidad de ser afectados por su contacto”, subrayó.
Ricardo Doumecq Milieu, quien ha recolectado cuatro individuos de esta oruga, las que alimentará “en situación controlada hasta que formen crisálida y así pasado el invierno poder fotografiar a los adultos cuando emerjan”, hizo foco en algunas confusiones que se generan a través de comentarios falsos en las redes sociales.
Sobre el tema apuntó que “la letalidad de esta oruga se registra en ejemplares del norte de nuestro país, Paraguay y sur de Brasil, donde “a todas aquellas orugas urticantes se les dice taturanas o tataranas que viene del guaraní: tata = fuego; rana= semejante En esa zona existe una taturana muy peligrosa, a veces mortal la Lonomia obliqua que produce cuadros de hemorragias generalizadas y para lo cual en Brasil han desarrollado un antídoto”.
En el final destacó: “También se le dice taturana verde a nuestro visitante de estos días y de ahí el error. Muchas veces los nombres comunes facilitan la comunicación, pero generan este tipo de mal entendidos. De todas maneras recomendamos alejarse de las orugas peludas en general y las que los tienen pelos ramificados en particular”.///