La Biblioteca Popular de Quequén resiste con imaginación y trabajo
Cerca a cumplirse los plazos pactados en la última asamblea la entidad sigue abierta, pero con muchas dudas sobre su continuidad
Rocío Magalí Sánchez
para Ecos Diarios
La Biblioteca Popular de Quequén continúa atravesando una situación compleja que pone en juego su continuidad. A pesar de los esfuerzos que mes a mes son llevado a cabo por su comisión directiva, la histórica institución cultural lucha cada mes para reunir los recursos necesarios que le permitan mantener sus puertas abiertas.
“De acuerdo a la última asamblea, este mes se cumpliría el plazo. Estamos trabajando, hemos recibido algunas ayudas y tenemos eventos programados para los próximos días”, contó Víctor D´Annunzio, representante de la biblioteca. Entre las actividades planificadas se destaca una colecta para el Día del Padre, que esperan sea bien recibida por la comunidad.
Sin embargo, la situación sigue siendo incierta: D´ Annunzio explicó que todavía esperan respuestas por parte de las autoridades municipales. “Solicitamos una audiencia al señor Intendente mediante una nota, pero aún no nos ha contestado. Entendemos que debe estar muy ocupado. También le pedimos audiencia a la presidenta del Consorcio, pero tampoco hemos recibido respuesta”, comentó.

Apoyo
La biblioteca no está sola en esta lucha: cuenta con el apoyo de los vecinos y de algunas empresas locales que realizan pequeños aportes para ayudar a cubrir los gastos básicos. Aun así, desde la entidad reconocen que no hay plena seguridad sobre lo que pasará en los próximos meses. “Tengo confianza de que vamos a seguir, pero no lo puedo asegurar del todo”, expresó el tesorero de la institución.
Aporte de la ex Patrulla
Uno de los golpes más duros que recibirá la biblioteca a partir de diciembre es la eliminación del pequeño porcentaje que la Usina incluía en la factura de luz para distribuir entre diez entidades locales. Ese aporte, conocido como “ex patrulla”, representaba un modesto 2% para la biblioteca, pero, según las palabras del tesorero, “nos ayudaba”.
“La Usina ya no lo cobra más en la boleta, y no sabemos de dónde el Ejecutivo va a sacar recursos para distribuir a las entidades. Está claro que no es obligación del municipio ayudar, pero pienso que es lógico que las municipalidades apoyen a instituciones de bien público sin fines de lucro”, reflexionó.
Reclamo de larga data
La Biblioteca Popular de Quequén lleva años pidiendo que se le otorgue un porcentaje de los ingresos que genera la plaza de estacionamiento de camiones, popularmente conocida como “el chiquero”. Según explicaron las autoridades , ya en noviembre de 2012 habían iniciado un expediente (9816/12) para solicitar formalmente esa participación.
“Lo reclamamos varias veces por nota, hablamos personalmente con comisiones del Concejo Deliberante y con concejales. Siempre nos decían que lo iban a tratar, que lo iban a ver, pero nunca pasó nada”, relató D´Annunzio. En la última nota presentada al Intendente, además de solicitar audiencia, volvieron a insistir en este pedido: que se establezca un porcentaje de los ingresos de la playa de estacionamiento para la biblioteca y para otras entidades.
“Es una decisión política que tiene que tomar el Intendente. Creo que tendría que presentar un proyecto y enviarlo al Concejo Deliberante para que lo trate. Nosotros no sabemos muy bien cómo se maneja ese tema, pero estamos esperando”, explicó el entrevistado.
La situación fue planteada también en reuniones con la comisión de Cultura, aunque hasta el momento no hubo avances concretos. Mientras tanto, la biblioteca sigue apostando al trabajo comunitario y a las pequeñas acciones que permitan mantener viva su misión cultural.
La Biblioteca Popular de Quequén no es solo un espacio de libros: es un símbolo de identidad para los vecinos, un lugar que durante décadas ha sostenido actividades culturales, talleres, charlas y servicios educativos. Perderla significaría un golpe profundo para toda la comunidad.
Por eso, desde la comisión apelan al compromiso de todos: vecinos, empresas y autoridades. “Creo que vamos a salir adelante, creo que vamos a continuar. Pero necesitamos ayuda. Necesitamos que nos escuchen”, remarcó el tesorero.
En los próximos meses, los esfuerzos estarán puestos en sostener las actividades planificadas, recaudar fondos y continuar reclamando respuestas. Mientras tanto, la Biblioteca Popular de Quequén resiste, como tantas otras instituciones barriales en este contexto de crisis.
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