La Cooperadora, una vez más
Una vez más la Asociación Cooperadora del hospital municipal “Dr. Emilio Ferreyra” se puso al frente de una obra importante, en medio de una pandemia en la que los insumos y el equipamiento médico, se vuelve indispensable.
Esta semana que pasó, con una inversión de $ 950.000, aportados por la entidad, se terminó la instalación de oxígeno para las 12 camas que estarán ubicadas en el hospital modular.
La obra se inició un viernes y para el jueves siguiente, estaba terminada. Lo que da cuenta, no sólo de la solidaridad, sino también de la eficiencia a la hora de hacer una donación.
Atenta a los pedidos de las autoridades del Hospital y de las emergencias que van surgiendo, la Cooperadora con fondos propios –que viene juntando a partir de donaciones- va respondiendo a cada demanda desde el inicio de la pandemia. Ha realizado entrega de pequeños insumos en cantidad y en varias oportunidades y ha hecho grandes inversiones, entre ellas, la compra de respiradores, mobiliario, aparatología, etc. Esto sin contar las obras que se hacen, por fuera de la pandemia, en los distintos sectores.
Ahora fue el turno del hospital modular que, si nos remitimos a los anuncios de la Provincia, tendrían que haber estado funcionando a principios de la temporada. En aquella oportunidad, la Municipalidad cumplió su parte: hizo la plataforma que se pedía en tiempo y forma, pero luego el armado del hospital –que estuvo a cargo de la Provincia- llevo más tiempo del que se había prometido. Recién entre marzo y abril, se puso en funcionamiento con la vacunación, luego se comenzaron a hacer en el lugar los hisopados y pronto se habilitará el laboratorio. Con la inversión de la cooperadora que permitió la instalación del oxígeno, se está ahora más cerca de habilitar las camas.
Como sucede en más de una oportunidad, cuando el Estado no está o no puede, aparece la Cooperadora. Y esto es lo que sucedió una vez más porque la entidad siempre está alerta, viendo en qué puede ayudar y dispuesta hacerlo en cualquier contexto, por más complicado que sea.
La Cooperadora funciona gracias al esfuerzo de un grupo de personas presidido por Marta Iriberri, pero también por el aporte continuo de la comunidad que responde a cada convocatoria: fiestas, ferias, carreras, rifas y todo lo que se proponga para juntar dinero. En estos últimos meses, donde los encuentros sociales masivos no se pudieron hacer, igual se juntaron fondos a través de la cuenta bancaria porque, a pesar de las trabas, la gente colaboró. Sin duda, esto sucede por la confianza que existe en la entidad que ha dado muestras claras de eficiencia y transparencia a la hora de ser solidaria.///