La diplomacia comercial
Debe reforzarse una alianza público-privada
En los últimos tiempos se ha vuelto a instalar en nuestra sociedad el debate acerca del rol del Estado y, en particular, la conveniencia de su participación en la regulación de la economía. El debate se da en un momento en el que se discute, simbólica y materialmente, el futuro en nuestro país.
Reflexionaremos sobre este tema a partir de observar un ejemplo de política estatal que se considera efectiva, como lo es la política de promoción de exportaciones implementada desde Cancillería argentina, que tiene por objetivo inmediato incentivar y aumentar la presencia de los productos y los servicios argentinos en el comercio internacional.
Estos debates son importantes, ya que el próximo gobierno tendrá la necesidad de mantener la gobernabilidad económica y el desafío de garantizar un crecimiento económico capaz de sostener un programa de inclusión socioeconómica; en un contexto de crisis interna, donde la dinámica de la economía mundial se mantiene en un sendero de bajo crecimiento económico y del comercio global.
El contexto de crisis hace que las exportaciones nuevamente sean consideradas una variable macroeconómica fundamental. Las mismas, requieren que los actores que intervienen en la economía local (entre ellos de la diplomacia comercial y toda acción que los sectores público y privado puedan desarrollar en conjunto) se comprometan con ese objetivo, para lograr trascender el limitante estructural asociado a la escasez de dólares que impacta negativamente en el funcionamiento de nuestro sistema económico y productivo.
En este marco, la Cancillería argentina, a través de su red de embajadas y consulados que funcionan como “filiales” en el exterior, se ocupa de brindar asistencia especializada y gratuita al empresariado nacional, que permite, entre otras cosas, obtener información comercial, difundir su oferta exportable, acceder a mayor cantidad de oportunidades comerciales, participar de manera subsidiada en rondas de negocios, ferias y exposiciones internacionales, misiones comerciales, y mantener encuentros con cámaras de comercio y profesionales locales, entre otras. En este sentido, nuestras representaciones en el exterior son un valioso aliado en los viajes de negocios.
Se estima que el mundo en las próximas décadas será predominantemente emergente, y para el año 2050 el 85 % de la población mundial vivirá en esos países. Estas naciones serán demandantes de diversos productos que nuestro país exporta, desde elementos de alta complejidad tecnológica hasta alimentos con y sin agregado de valor, y también energía. Por esta razón, conocerlos y tener un “puente” para llegar a ellos será fundamental para el éxito del sector privado en su estrategia de internacionalización.
Para esta tarea, la Cancillería tiene, además de conocimiento técnico, profesionales en el terreno que ya perciben con claridad las especificidades de esos mercados. Se brinda de una manera eficiente, ya que con escasos recursos y un cuerpo de profesionales altamente calificado, viene asistiendo con una reconocida eficiencia al sector privado desde hace años. En este sentido, la Cancillería se posiciona como un caso paradigmático, ya que a partir de su trabajo demuestra que el Estado puede ser eficiente y que con una estructura limitada, pero altamente profesionalizada, logra dar la calidad de respuestas que se le demandan. Esto, en el debate actual sobre el rol de lo estatal, funciona como un claro ejemplo de que se necesita un Estado más eficiente, y no menos Estado.
En una escala micro, los objetivos son: aumentar el volumen exportable de las firmas nacionales; incrementar las exportaciones de productos con valor agregado; diversificar mercados; desarrollar una cultura exportadora, y, en especial, ampliar la participación de las MIPyME´s en el lote de exportadores sistemáticos de la Argentina.
En momentos en los cuales se está rediscutiendo el rol del Estado y su modelo de gestión, tener presente una política pública efectiva, ayuda a poner en perspectiva la manera en que las acciones estatales pueden ser funcionales al buen desarrollo del sistema económico y que el sector público puede ser complementario a las necesidades del sector privado a la vez que cumple sus funciones sociales.///
Por Matías Battaglia- Coordinador en Asociación Civil INNOVAES y Docente en UCA y UAI
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