La erosión avanza a pasos agigantados en Quequén y los peligros aumentan
Problema sin solución. Hace 10 años, un estudio de la Universidad de Mar del Plata ya recomendaba no circular con vehículos sobre la 502 en la zona de Bahía de los Vientos
Caminar por la zona costera de Bahía de los Vientos en Quequén hace que se pueda apreciar con claridad lo mucho que se ha ido carcomiendo el acantilado, llegando muy cerca de las calles e incluso de algunas viviendas.
Por otro lado, si utilizamos la tecnología disponible actualmente, podemos comparar cómo este problema se ha ido agudizando con el paso del tiempo. La empresa Google, a través de sus distintas herramientas, permite que podamos hacer una comparativa exacta entre una imagen satelital tomada en el año 2004 y otra tomada a fines del año pasado, demostrando con claridad lo mucho que se ha perdido de las barrancas en esos 17 años.
Ecos Diarios realizó una recorrida por la zona, tomando imágenes con ayuda de un drone, y se observa cómo se han generado cuevas por debajo de la superficie de los barrancos, haciendo que quede una capa delgada por la cual se camina, muchas veces sin saber el peligro que se corre. Tan finas son algunas partes del suelo arcilloso, que se ven grietas en las orillas de los acantilados, lo que hace pensar que quizá no resistirían una sudestada fuerte más sin desmoronarse.

Una década de peligro
Se cumplen hoy diez años justamente desde que la Universidad Nacional de Mar del Plata hizo la entrega y presentación de las conclusiones de su estudio geoambiental de la costa y el monitoreo sistemático estacional de las playas de Quequén.
En ese momento, las conclusiones entregadas al entonces presidente del consorcio de gestión de Puerto Quequén y luego al intendente de la ciudad, fueron que se recomendaba no circular con vehículos en la zona de Bahía de los Vientos.
“En la zona del barco hundido puede ser conveniente que no haya caminos en inmediaciones de la costa, dado que esas arterias están cerca del acantilado”, dijeron textualmente en aquel momento los miembros de la Universidad.
Los vecinos que viven en ese sector de la ciudad ven progresivamente el mar acercarse más a sus viviendas año a año y cómo ha ido desapareciendo la calle que pasaba por allí.
Se han hecho innumerables charlas, reclamos formales, manifestaciones y todo tipo de estrategias para llamar la atención de funcionarios que puedan evaluar medidas a tomar para frenar la erosión de alguna manera, pero no ha existido todavía ninguna solución más allá de ir cerrando al paso vehicular y peatonal cada vez más lugares de esa zona de Quequén.
Por otro lado, es importante remarcar que no existen carteles suficientes que demarquen la peligrosidad de caminar por ese sector.