La erosión, el calentamiento global y una mirada que se anticipó a los tiempos
En los últimos meses los vecinos de Bahía de los Vientos volvieron a exigir medidas para frenar el desgaste de la costa y el avance del mar. Se volvió a hablar de la incidencia de la escollera y del cambio climático
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A menos de dos meses del fin de 2022, se puede decir que este año volverá a quedar pendiente uno de los temas que más preocupa a los vecinos de Quequén: la erosión costera.
Semanas atrás un grupo de vecinos de Bahía de los Vientos se reunió con concejales para expresar su inquietud porque la erosión costera que se sigue agravando, sin soluciones por parte de los distintos gobiernos.
En abril, un artículo publicado por Ecos Diarios ilustrado por fotografías tomadas con un dron y comparadas con imágenes satelitales de décadas pasadas demostraron el imparable avance de la erosión.
En septiembre se informó que el Ministerio de Infraestructura de la Provincia invertirá 78 millones en un análisis de los puntos críticos de la costa bonaerense en materia de erosión, entre ellos Quequén. El estudio recién se conocerá en 2023 y se espera que sirva para definir una estrategia que detenga o morigere el avance de la erosión en las próximas décadas.
Mientras tanto, a mediados de octubre el abogado Martín Migueles señaló en una entrevista en La Costa FM que existen dos factores que influyen directamente en la erosión en Quequén, uno es el calentamiento global y el otro la extensión de la escollera de Necochea.
Se debe aclarar que la erosión costera y el crecimiento del nivel del mar por el calentamiento global son dos cosas completamente diferentes, pero con consecuencias similares: el avance del mar sobre la línea costera.
Si bien la erosión es un problema que conocemos hace años, muy distinto es el efecto del calentamiento global. Se cree que antes del fin del Siglo XXI la costa de Necochea podría verse amenazada por el crecimiento del nivel del mar, pero el centro de la ciudad no sería afectado, precisamente por la decisión de los fundadores de comenzar a levantar el pueblo a varios kilómetros de la costa.
Visión de futuro
Muchos no se explican por qué la ciudad de Necochea se fundó a más de dos kilómetros de la costa, prácticamente de espaldas al mar. Una de las razones, y tal vez la que más pesó en la decisión, tuvo que ver con lo que con el paso de los años los científicos definieron como barrera medanosa.
Es que los vecinos fundadores querían que el pueblo estuviera ubicado en la desembocadura del río. Pero algunos de ellos sostenían que la gran barrera de médanos existentes en la época sobre nuestra costa, podrían ser una molestia para los ciudadanos.
“La mayoría de los presentes pensaba que (la ciudad) debía estar todo lo más próxima posible a la costa del Océano, en la misma desembocadura del Río Quequén”, escribió el fundador Francisco Baño en su libro “Horas perdidas”.
“Yo, que conocía la continua movilidad de los médanos de arena, que tan abundantemente existían en la costa del mar y que continuamente cambiaban de posición arrastrados de uno a otro lado por los vientos, lo que daría lugar a una irremediable molestia para la vida de los futuros habitantes del pueblo, sostuve la conveniencia de ubicar (al centro) a unas 30 o 40 cuadras de la costa tierra adentro”, señaló.
La previsión de Baño parece profética, si se tienen en cuenta, por un lado los actuales conocimientos sobre la función de la barrera medanosa y por otro las recientes simulaciones realizadas por científicos de todo el mundo sobre los efectos del cambio climático y el crecimiento del nivel del mar.
Impacto climático
Si bien existen opiniones encontradas entre la misma comunidad científica sobre el posible crecimiento del mar y sus efectos, muchos ya han comenzado a preocuparse, mientras que otros prefieren que no se hable del tema.
En marzo de 2016, un artículo del diario Los Angeles Times hacía una proyección sobre las posibles consecuencias del impacto del calentamiento global en las poblaciones costeras en los próximos años. Si bien la nota se refería a las ciudades costeras del país del Norte, debemos entender que el crecimiento del nivel del mar afectará a todo el planeta.
El estudio realizado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), revelaba que si el nivel del mar subiera 89,9 centímetros para el año 2100, unos 4,2 millones de personas de las regiones costeras de los EE.UU. estarían en riesgo de inundación.
Pero si el nivel del mar subiera 180 centímetros, lo que se encuentra en el extremo superior de las proyecciones realizadas por la NOAA, entonces el número de personas en riesgo de inundaciones podría llegar a 13,1 millones.
De acuerdo a esas estimaciones, aún con el peor escenario, con 1,80 metros de crecimiento, en Necochea el agua sólo llegaría hasta la avenida 2.
No obstante, grandes sectores de la ribera del río, en especial en la desembocadura del Quequén quedarían anegadas, como se puede ver en los mapas de previsión de riesgo de varias páginas web dedicadas a este fenómeno, como la de ClimateCentral.org. (Ver foto aparte).
Trasladando ese nivel de crecimiento al territorio nacional, el mayor impacto se registraría en la desembocadura del Río de la Plata, que de acuerdo a las proyecciones, podría extenderse prácticamente hasta Mar del Plata, lo que dejaría bajo el agua a todas las localidades costeras al Norte de la Ciudad Feliz.
Cómo medir el cambio climático
Aún no existen en nuestra región mediciones que reflejen el cambio climático. Si bien han quedado registradas en los últimos años grandes variaciones en los niveles de lluvia caída y en las temperaturas que han perjudicado las cosechas, esto también podría ser consecuencia de fenómenos climáticos habituales como El Niño.
En tanto, el miércoles pasado, como lo hace todos los meses, el gabinete de Oceanografía Física del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) dio a conocer la temperatura del agua en la superficie del mar en Mar del Plata durante octubre.
“Los datos fueron obtenidos con un termómetro SBE38 instalado en la Estación de Observación Costera (EOC) del SHN, a intervalos de 5 minutos. Para validar las observaciones se las compara con mediciones semanales en el muelle de la escollera norte (X), y con el valor medio mensual climatológico (línea guiones) y los cuartiles mensuales Q1 y Q3 (líneas azul y roja) calculados con los registros adquiridos en la EOC desde enero de 2013 hasta la fecha”, indica el informe.
La temperatura del agua en la superficie durante el mes de octubre de 2022 “promedió los 14,8°C. Con una evolución similar a la del mes de septiembre, las temperaturas fueron inferiores al valor promedio climatológico (13,9°C) en la primera quincena y superiores durante la segunda. Entre los días 17 y 29 superó al 25% de los valores más altos de la serie (Q3=14,7°C)”.
“Comparando los estadísticos principales mensuales de este mes de 2022 con los calculados a partir del registro completo de la serie EOC (2013 al presente) se destaca el aumento de los mismos, con un apartamiento de por lo menos 1°C, exceptuando al máximo y al desvío estándar”, concluye el informe.///
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Nivel medio del mar
Según una investigación de National Geographic, los testigos de sondeo, los registros de los mareógrafos y, últimamente, las mediciones por satélite demuestran que a lo largo del siglo pasado, el Nivel Medio del Mar (GMSL, por sus siglas en inglés) aumentó entre 10 y 20 centímetros. Sin embargo, la tasa anual de aumento durante los últimos 20 años ha sido de 3,2 milímetros, más o menos el doble de la velocidad media de los 80 años precedentes.
Durante el siglo pasado, la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas y naturales liberaron en la atmósfera enormes cantidades de gases que atrapan el calor. Estas emisiones han provocado que la temperatura de la superficie de la Tierra haya aumentado y que los océanos han absorbido alrededor de un 80 por ciento de este calor adicional.
El aumento de los niveles del mar está vinculado a tres factores principales, todos ellos inducidos por el cambio climático actual:
- Dilatación térmica: Cuando el agua se calienta, se dilata. Alrededor de la mitad del aumento del nivel del mar que se produjo a lo largo del siglo pasado es atribuible al hecho de que los océanos, al calentarse, ocupan más espacio.
- El deshielo de los glaciares y de los casquetes polares: Las grandes formaciones de hielo, como los glaciares y los casquetes polares, se derriten de forma natural en verano. Pero en invierno, las precipitaciones en forma de nieve, compuestas en su mayor parte de agua marina evaporada, bastan normalmente para compensar el deshielo. Sin embargo, las altas y persistentes temperaturas registradas recientemente a causa del calentamiento global, son las responsables de que la cantidad de hielo que se derrite en verano haya aumentado y de que las nevadas hayan disminuido debido a que los inviernos se retrasan y las primaveras se adelantan. Este desequilibrio genera un aumento neto significativo de la escorrentía frente a la evaporación de los océanos, provocando que el nivel del mar se eleve.
- Pérdida de hielo en Groenlandia y en la Antártida Occidental:Al igual que con los glaciares y con los casquetes de hielo, el aumento del calor está provocando que las enormes placas de hielo que recubren Groenlandia y la Antártida se derritan a un ritmo acelerado. Asimismo, los científicos creen que el agua dulce generada por la fusión en la superficie y el agua de mar bajo su superficie se están filtrando por debajo de las placas de hielo de Groenlandia y de la Antártida Occidental, lubricando las corrientes de hielo y provocando que estas se deslicen con mayor rapidez hacia el mar. Además, el aumento de las temperaturas está provocando que las enormes plataformas de hielo adheridas a la Antártida se estén derritiendo desde la base, se debiliten y se desprendan.
Como consecuencia de ello, cuando el nivel del mar se eleva con rapidez, tal y como ha estado haciéndolo en los últimos tiempos, incluso un pequeño aumento puede tener consecuencias devastadoras en los hábitats costeros. El agua de mar penetra en zonas cada vez más alejadas de la costa, lo cual puede generar consecuencias catastróficas como la erosión, las inundación de humedales, la contaminación de acuíferos y de suelo agrícola, y la pérdida del hábitat de peces, pájaros y plantas.
Cuando las tormentas de gran intensidad tocan tierra, un nivel del mar más elevado provoca temporales de mayor tamaño e intensidad que pueden destruir todo lo que encuentran a su paso.
Además, cientos de millones de personas viven en zonas que cada vez serán más vulnerables al riesgo de inundaciones. La subida del nivel del mar les obligaría a abandonar sus hogares y a mudarse a otra zona. Las islas de poca altitud quedarían completamente sumergidas.
La mayoría de las predicciones afirman que el calentamiento del planeta continuará y probablemente se acelerará. Es probable que el nivel de los océanos siga aumentando, pero es imposible predecir a qué velocidad con exactitud.
Un estudio llevado a cabo recientemente estima que el nivel de los océanos aumentará entre 0,8 y 2 metros para el año 2100, lo suficiente como para inundar muchas de las ciudades de la costa este de Estados Unidos. Las estimaciones más alarmantes, incluida la que afirma que la placa de hielo que cubre Groenlandia podría derretirse por completo, estiman el aumento del nivel del mar en 7 metros, lo suficiente como para sumergir Londres y Los Ángeles.
Aún en el peor de los panoramas y a pesar de que gran parte de la zona costera de nuestra ciudad resultaría afectada, con 7 metros de crecimiento del nivel del mar, el agua no llegaría hasta la Plaza Dardo Rocha, lugar que los fundadores eligieron como centro de Necochea.///