La falta de planificación urbanística se cobró la vida de una inocente
La negligencia mató a Melisa Nuñez y puso en riesgo a todo un barrio
La falta de planificación urbanística de nuestro distrito, se cobró una víctima inocente hace seis años, el 13 de abril de 2015. Melisa Beatriz Núñez, de 19 años, murió como consecuencia de un derrame de agrotóxicos registrado en un lugar residencial.
No obstante el perdón de la madre de Melisa a la persona responsable del derrame, la muerte de la joven dejó en evidencia la zona gris que existe en algunos sectores de la ciudad respecto al depósito de elementos propios de áreas industriales y de gran peligrosidad para las personas.
Hace seis años, la tarde ese lunes, Melisa Beatriz Núñez estaba descansando en el interior de la casa que alquilaba junto a su pareja. La chica llegó de estudiar del Instituto Superior de Formación Docente Nº 31 y decidió reposar.
En un momento comenzó a sentirse mal y llamó a su novio, que era integrante en ese momento de la Prefectura Naval Argentina con asiento en Puerto Quequén.
El joven llegó a la vivienda y encontró a Melisa inconsciente, acostada en la cama de la habitación. De inmediato la trasladó hasta el Hospital Municipal Ferreyra.
Los médicos que atendieron a la mujer intentaron compensarla, pero finalmente falleció como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio, alrededor de las 23 de ese trágico lunes.
Un “accidente” fatal
El “accidente” que le costó la vida a Melisa ocurrió en la cuadra de calle 507 entre 534 y 536.
En ese lugar, más precisamente, en el interior de un depósito de mercadería peligrosa para la salud humana, se produjo un derrame de un producto tóxico que envenenó a la víctima y generó intoxicaciones a más de diez personas.
Los dos responsables del depósito donde se produjo el derrame fueron llevados a juicio por “infracción a la Ley de Residuos Peligrosos” y condenados a tres años de prisión.
La Fiscalía sostuvo durante el juicio que los responsables de la empresa en ocasión de manipular el citado agroquímico (compuesto por fosfina), sustancia que se encuentra comprendida en la Ley 24.051, derramaron el producto en el patio externo del inmueble de la firma comercial.
Fue durante la limpieza del piso y ese líquido alcanzó el sistema de cañerías cloacales y se distribuyó entre las conexiones de las viviendas linderas.
Esto luego provocó explosiones que generaron daños materiales en inmuebles de las adyacencias al depósito, siempre sobre la calle 507 entre 534 y 536, del barrio Puerto Quequén.
El agua utilizada para la limpieza de los restos y la intensa precipitación de esa jornada del 13 de abril de 2015, entre las 15 y las 16, permitió el contacto del residuo con el líquido y resultó ser de extrema toxicidad para la salud humana.
Investigación
A raíz de la muerte de Melisa se inició una investigación para determinar si existió “negligencia”, en el almacenamiento de agrotóxicos en un depósito ubicado en la misma calle 507.
A tan sólo 50 metros de ese lugar vivía la víctima que era oriunda de Corrientes y se radicó en Quequén junto a Matías Ortiz, ya que éste formaba parte de las filas de la Prefectura Quequén.
La Fiscalía también investigó el accionar de funcionarios del gobierno municipal de ese momento, en relación a los controles comerciales que debieron hacerse sobre el funcionamiento de lugares que aglutinan productos vinculados con la fumigación en campos y de embarcaciones.
La condena a los responsables del derrame se convirtió en un precedente a nivel nacional en cuanto a delitos ambientales, sin embargo, la pena parece insignificante para compensar la frustrada vida de Melisa y el serio riesgo que corrieron vecinos afectados por la intoxicación.///