La historia de Yerba Brava, la banda de cumbia que le pondrá música a la final de la Copa Libertadores
El grupo surgido en San Fernando suena en los vestuarios y en las tribunas de todo el mundo y ahora llega al Maracaná para la previa de Boca y Fluminense
Llegó el día más esperado para los hinchas de Boca Juniors y Fluminense: en Río de Janeiro se disputará la final de la Copa Libertadores 2023. Un rato antes de las 17, la hora señalada para que arranque la acción, Yerba Brava le pondrá música para amenizar la espera y calmar la ansiedad con su famoso hit “La cumbia de los trapos”. Desde su aparición en el año 2000 -incluida en el álbum que lleva como elocuente título el rótulo Cumbia Villera-, la canción en cuestión fue rápidamente adoptada por buena parte de las hinchadas del fútbol argentino, en todas las categorías, para jactarse de su “aguante”. Es por eso que la elección de la musicalización por parte de Conmebol para este evento de trascendencia mundial es por demás lógica.
Los inicios de Yerba Brava coinciden con una de las más grandes crisis sociales que azotaron a la Argentina. A finales de los años 90, en plena recesión económica, la música vulgarmente denominada como “tropical” se reconfiguraría con la irrupción de la variante “cumbia villera”, un ritmo que empezaba a copar los barrios populares hasta derramarse hacia la televisión. Algo que llegaría a su pico en el año 2001, cuando todo estaba a punto de estallar.
San Fernando, en la zona norte de la Provincia de Buenos Aires, sería el centro de ese, por entonces, nuevo ritmo. De ahí surgió Yerba Brava, pero también Pablo Lescano, quien con los años se convertiría en el ícono de la cumbia villera, a fuerza de las canciones que compuso para Flor de Piedra y luego con su proyecto personal, Damas Gratis.
La formación original de Yerba Brava estaba liderada por Juan Carlos El Monito Ponce y lo acompañaban Ezequiel Caminos, Marcelo Moya, Víctor Cantina y Alejandro Beltzer, entre otros músicos que fueron y vinieron. En sus comienzos, irrumpían en las bailantas con covers de La Nueva Luna y Sombras, hasta que de a poco comenzaron a alumbrar sus temas propios. Y no solo “La cumbia de los trapos” fue hit, sino que también lograron colar en el inconsciente colectivo otras canciones como “Pibe cantina” y “La canción del yuta”.
Hacia 2002, cuando estaban trabajando en el tercer disco -que se titularía Corriendo la coneja-, El Monito decidió abandonar la banda por diferencias tanto con algunos de sus compañeros como también con el sello grabador, quienes pretendían una apertura en el sonido del grupo, virándolo hacia el pop e incluso la salsa. Su lugar lo tomó Oscar Belondi, quien estuvo poco más de un año al frente. Sería reemplazado por Santiago Cairo, quien se mantuvo hasta comienzos de 2009. La posta la agarraría Gastón Calderón, hasta 2014, cuando ingresaría en el grupo el cantante Maxi Díaz. Para ese punto, las giras de Yerba Brava ya eran internacionales aunque nunca volvieron a pegar un hit como los de su primera época. El cantante en la actualidad, y desde 2018, es Cristian El Tibu Espinoza, el exvocalista de Guachín, otra de las bandas pioneras de la cumbia villera.
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