La inflación golpea en todos los frentes
Esta semana que pasó, se conoció el índice para actualizar los contratos de locación (ICL), lo que permite establecer cuánto deberá ajustarse el alquiler de un inmueble tras un año de contrato. Por supuesto, el número (100%) preocupó a los inquilinos que deberán pagar el doble en junio, pero también hay que decir que tampoco conforma a los propietarios que ven todos los meses lo poco redituable que termina siendo poner en alquiler una propiedad.
En el medio, una ley de alquileres –sancionada en 2020- que no beneficia a nadie y que hace que cada vez más personas acuerden informalmente por fuera de la norma. Lo que supuestamente venía a resolver una situación, la complicó aún más.
Mientras tanto la demanda es sostenida y alta y la oferta cada vez más acotada.
La falta de crédito hipotecario es la principal causa de este crecimiento de la demanda, es decir, familias que antes podían acceder a comprar una vivienda propia, hoy no pueden hacerlo y la única opción que les queda es alquilar. Además, la ley de alquileres hace que muchos propietarios prefieran cerrar sus inmuebles y alquilarlos solo en verano, lo que hace que la oferta se reduzca.
Con la ley actual, los contratos de alquiler son por 36 meses (tres años) y se ajustan anualmente de acuerdo al índice de inflación, que ya está en un 100%, lo que significa que, de un año al otro, los inquilinos deben pagar el doble de alquiler. Si bien puede resultar mucho para un asalariado, lo cierto es que, por otro lado, el propietario se queja de que no llega a cubrir los gastos del departamento y algunos hasta consideran que no les conviene dejar sus casas o departamentos en alquiler.
Las pocas casas y departamentos que hay disponibles están a pecios elevados y no son para cualquier familia. Además, muchas veces la falta de garantía hace que los contratos se caigan o que se termine en un acuerdo informal lejos de toda regulación. Lamentablemente, muchos aseguran que es el mismo Estado el que te lleva a eso.
La situación es compleja y ni propietarios ni inquilinos son responsables. La inflación está descontrolada y la ley ya demostró que no sirve. Desde el sector inmobiliario, se pide que se cambie la normativa y que se busquen nuevas formas para que propietarios e inquilinos puedan hacer acuerdos más beneficiosos para ambas partes. No obstante, también hay que decir que si no se controla la inflación, todos van a seguir perdiendo.