La inseguridad y el hartazgo en un caso emblemático de justicia por mano propia
Aunque la autoría de un crimen era evidente, lo declararon inocente
Cuando la seguridad es un tema que parece no tener solución y algunos vecinos ya no denuncian los robos debido a la falta de resolución, se cumplirán cinco años de un hecho emblemático de justicia por mano propia.
El 24 de noviembre de 2017 un hombre cansado de que le robaran el teléfono celular a su hijo discapacitado, tomó la drástica decisión de ir hasta la vivienda del supuesto ladrón y lo ultimó a balazos.
Marcelo Gastón González (32) recibió entre tres y cinco proyectiles y falleció cuando era asistido en el Hospital Municipal José Irurzun, donde fue trasladado ante las graves heridas sufridas.
El hombre estaba sindicado como el autor del robo de un teléfono celular a una persona de 37 años con discapacidad, en plena vía pública de Quequén.
Un jubilado, tras enterarse que a su hijo le habían sustraído el aparato de comunicaciones, tuvo una violenta reacción y salió a buscar al responsable del ilícito, a quien ejecutó de varios balazos en una vivienda de calle 559 casi avenida 578.
Años antes González había sido condenado por el homicidio de un hombre que tenía una gomería en Quequén
El episodio de violencia y muerte ocurrió entre la noche del viernes 24 y la madrugada del sábado 25 de noviembre de 2017.
Sentido común
En marzo de 2019 el jubilado imputado por el crimen de González fue juzgado por un jurado popular que lo declaró “no culpable” a pesar que el que acusado confesó el hecho en un claro acto de “justicia por mano propia”.
“Estoy arrepentido por lo que hice, pero me podría haber matado a mí”, dijo el jubilado.
Algo más de una hora deliberaron los doce miembros titulares que decretaron la “inocencia” del jubilado en el caso de homicidio.
No obstante, los integrantes del jurado popular lo encontraron “culpable” de la “portación ilegal de arma de fuego”.
La fiscal que investigó el “homicidio agravado por el empleo de arma de fuego y portación ilegal de arma” sostuvo en su alegato que el jubilado era “culpable” del crimen de González y “no hubo legítima defensa” en su accionar.
Silvia Gabriele le habló a los miembros del jurado popular cara a cara y consideró que el jubilado “mató a un ser humano por un celular y no se justifica la conducta” adoptada aquella noche del viernes 24 de noviembre de 2017.
Añadió que “fue a buscar venganza y no hubo ataque de González”. La representante del Ministerio Público Fiscal puntualizó que “debemos vivir en comunidad y podemos acudir a la Justicia”, y les pidió a las personas del jurado “sentido común y razón” en cuanto a que se existió “legítima defensa o no” de parte del acusado.///