“La inspiración nace de la belleza efímera de las flores”
Ursula Moreyra. Estudió bibliotecología; luego se formó en paisajismo y diseño floral
La necesidad de sentirse cerca de la naturaleza, tal como había transcurrido toda su infancia, impulsó a Ursula Moreyra a estudiar la tecnicatura de Paisajismo e iniciarse en el diseño de pequeños espacios verdes donde deja de manifiesto su estética personal.
Además, en el desarrollo de su profesión, se cruzó con el mundo de las flores de corte, y hace un año creó su segundo emprendimiento, Efímera Floral.
Respecto a su proyecto contó que “es un estudio de diseño floral, que apunta a reversionar de manera artística y más contemporánea el diseño floral. La fuente de inspiración nace de la belleza efímera de las flores con las que trabajo”.
Vale mencionar que Ursula creció en Necochea, actualmente vive en Buenos Aires y trabaja en la Biblioteca de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Estudió Bibliotecología y Ciencias de la Información, pero luego de unos años empezó a extrañar vivir con la fuerte presencia de la naturaleza, y decidió hacer la tecnicatura terciaria de Paisajismo en – Integral. Taller de Arquitectura – “necesitaba sentirme cerca de la naturaleza y lo verde como lo había hecho toda mi infancia en Necochea y Quequén”, comentó la joven.
Una de las pocas formas que encontró de estrechar ese lazo con la naturaleza fue desde el diseño de pequeños espacios verdes en Buenos Aires y, junto a su pareja y arquitecto Ignacio Schipani, formó “Estudio Maleza. Arquitectura + Paisaje” y respecto a este espacio contó que “tanto desde la arquitectura como del paisajismo, tratamos de reinterpretar las posibilidades que otorgan los espacios de nuestros clientes apelando a recursos del arte, el diseño, la técnica y la tecnología”.
Estética
Sus diseños de paisajismo buscan ser artísticos y expresivos, con un carácter diferenciador, que represente tanto al cliente y sus necesidades, como a su estética como diseñadora.
Además de los proyectos residenciales, a Ursula le fascinan los proyectos más independientes como instalaciones, esculturas, videos y objetos vegetales. “En los comienzos del estudio diseñé una botánica para la Convocatoria de Artes Visuales del Banco Itaú, que quedó registrada en un videoarte que realizamos junto con Anita Santilli”, dijo en referencia a la artista audiovisual necochense, que vive en Buenos Aires y cuyo último documental, como directora, fue exhibido en el cine Gaumount.
En el transcurso de estos cuatro años ha hecho trabajos de escenografía y ropa vegetal para una marca independiente de ropa, cuchas para perros cubiertas de musgo y esculturas con gramíneas. Mientras que su objetivo próximo es participar de Casa FOA, una de las exhibiciones de diseño más importantes del país.
“El último trabajo que realizamos fue el diseño y ejecución de un jardín en el barrio de Villa Crespo, CABA, donde el color tiene una fuerte presencia”, destacó la diseñadora.
Mientras que hace un año nació su segundo emprendimiento “Efímera Floral” y sobre el particular dijo que “ese carácter de fugacidad, creo que aporta un plus a la belleza per se de las flores, adoro los diferentes estadios de éstas, hasta pretendo ver belleza en las flores marchitas y caducas”, enfatizó la artista.
En este caso, trabaja con flores frescas, artificiales, diferentes follajes, pinturas, objetos, glitter, strass y apliques varios. “Que sea brillante, llamativo, poético y una obra de arte cotidiana, es lo que busco en cada uno de los arreglos y ramos florales que diseño”.
Punto de encuentro
Entre sus proyectos figura el de refaccionar un pequeño estudio y tener un espacio donde crear más fantasía floral, aunque la cuarentena ha postergado la iniciativa.
“La idea es que sea un punto de encuentro y creación interdisciplinario del lenguaje floral”, adelantó Moreyra.
A través del diseño, las plantas y las flores se siente un poco más cerca de casa. Mientras que sus trabajos se pueden ver en las redes sociales y páginas web de sus emprendimientos.
Nació en Quequén pero vivió su infancia en nuestra ciudad. A los 18 años se radicó en Buenos Aires para comenzar su carrera en Bibliotecología pero la impronta del arte está muy presente en su vida cotidiana. También se formó como florista profesional, continúa estudiando diseño floral en la Escuela Argentina de Arte Floral
A su entender, es fundamental capacitarse y estar actualizado porque “tanto en paisajismo, donde el conocimiento es clave para el éxito del diseño; como en diseño floral, la diferencia se nota en la creación final. Hay que saber para ser libre”, puntualizó Ursula.
Tiene 31 años y cree en una vida sin ataduras etarias y su fin es “vivir sin tiempo”. En sus ratos libres, que no son muchos, disfruta de la lectura, sobre todo en este tiempo de cuarentena.///