La necesidad manda
Camino a los siete meses de una cuarentena que, si bien en algún momento significó una lógica y buena medida, la realidad actual muestra que el comportamiento ante el Covid-19 y sus circunstancias se ha ido modificando en función de las necesidades.
Nadie puede discutir la consecuencia letal que para la economía ha significado el interminable confinamiento de la sociedad argentina. Los números de la desaparición de empresas y por ende de miles de puestos laborales hablan de ello. También las dramáticas cifras que el Indec difundiera en los últimos días, con una pobreza que ha trepado a casi el 41% de la población.
Bajo esta realidad es lógico que se empiecen a desoír las normas ante la imperiosa necesidad de trabajar que tiene la gente para subsistir. Una situación que se observa claramente por estos días en la cercana Mar del Plata, saturada de casos y muertes por el coronavirus, pero con una rebelión de comerciantes, entre ellos dueños de gimnasios, que han empezado a contradecir lo dictaminado por el Gobierno y abren sus puertas aún no estén habilitados a hacerlo. La desesperación manda.
La situación sanitaria de Necochea, si bien no es la ideal, aún dista del complicado presente de la mayoría de los distritos vecinos. Y bajo esta circunstancia, la vida laboral es cuasi normal.
Sin embargo, en el actual escenario son varias las actividades que aún no pueden desarrollar su labor, caso salones de fiesta, cines, peloteros, boliches bailables o transporte escolares. Rubros que comprenden a cientos de personas y cuya reapertura aún aparece muy desdibujada.
En el horizonte cercano aparece la temporada de verano, colmada de incertidumbre pero también conllevando la necesidad de los numerosos sectores que se desempeñan en torno a la misma.
Entre las certezas se sabe que la presencia del virus seguirá latente y por ende será un verano en el que el flujo de visitantes aún es una real incógnita, que estará íntimamente ligada a la situación de casos de Covid que haya en diciembre próximo, empezando por nuestra ciudad. Esto tiene que ver a la respuesta que pueda dar el sistema de salud.
Mientras tanto, desde el municipio se impulsan reuniones con los distintos actores del mercado turístico, acordando protocolos y medidas de seguridad.
A diferencia de otras ciudades de la costa bonaerense, Necochea cuenta con las playas más extensas y el Río Quequén como espaciosas alternativas naturales para un disfrute con mayor cuidado.
En estos casi siete meses el Covid ha estado omnipresente en nuestras vidas. Pero a medida que avanza el tiempo, el hartazgo y las necesidades personales han empezado a trastocar algunas conductas en cuanto a los cuidados. Algo peligroso, ya que no todos cumplen conscientemente el rol individual para evitar que el virus no se propague. De hecho ya hay circulación comunitaria y la única prevención por el momento sigue siendo el uso de tapabocas y respetar la distancia social.
De todas maneras a esta altura de los hechos, con la aparición de la “salvadora” vacuna aún difusa, es entendible que haya relajamiento de la ciudadanía e incluso de quienes han tenido que controlar esos comportamientos. Estamos en plena convivencia con el virus. Ya se ha hablado mucho de ello. Ahora no nos queda otra que manejarnos con esta realidad, pues la vida debe continuar.///