La necochense que vive en Dubai y está por abrir una fábrica de empanadas
Paloma Cañamares, instalada en Emiratos Árabes Unidos hace un mes y medio, sigue los pasos de su abuelo, quien en 1982 abrió en Necochea la histórica casa de empanadas “La Jaula”
Julieta Moreno
Redacción
Paloma Cañamares tiene 24 años y es nieta de Emilio Cañamares, quien fundó en 1982 la histórica casa de empanadas La Jaula. Ella, como toda su familia, es necochense, pero desde hace un mes y medio vive en Emiratos Árabes Unidos y, por esas casualidades de la vida, se le presentó la oportunidad de seguir los pasos de su abuelo y abrir una fábrica de empanadas en Dubai.
“Estamos entrando en la recta final, ultimando detalles y preparando el local que se va a usar como fábrica”, contó Paloma a Ecos Diarios, y detalló que inmediatamente después se abrirán dos locales para la distribución. Uno de ellos, es un food truck que se inaugurará dentro de la academia de fútbol de la AFA FTI.
El trabajo lo lleva adelante con dos personas más, que son quienes impulsaron el proyecto, en lo que respecta a la idea, inversión y los trámites para ponerlo en marcha. Uno de ellos es emiratí, pero trabajó más de 10 años con Diego Maradora, tiene una academia de fútbol y maneja perfectamente el español, mientras que el otro socio vive en la Argentina. Paloma se sumó para aportar su experiencia en el rubro de la gastronomía, teniendo en cuenta que pertenece a la tercera generación de una familia dedicada a la elaboración de empanadas. “Yo entro al proyecto para hacer la idea posible, desde elegir la maquinaria, capacitar personal, desarrollar el menú, seleccionar las materias primas, el packaging. Yo pongo la experiencia y el conocimiento del rubro”.

“Macanudas”
La casa gastronómica se llamará “Macanudas” y la idea a futuro es que sea una especie de franquicia de fast food similar a Mc Donald’s. “La idea de negocio es poder hacer de Macanudas no sólo la primera casa de empanadas argentinas en Dubai sino poder instalar el producto dentro de la cotidianidad de su gente local”, expresó la joven necochense.
En cuanto a los sabores de empanadas, contó que tienen más de 15 variedades con masa casera. Ofrecerán las tradicionales argentinas, como la de carne o carne cortada a cuchillo, aunque con los condimentos árabes, y las más características de otras culturas, teniendo en cuenta que en Dubai el 80% de la población son inmigrantes estadounidenses, árabes, hindúes, rusos, italianos, entre otros. “Tenemos, por ejemplo, la capresse que la hacemos con mozzarela, queso feta, tomate confitado, pesto, aceitunas negras; otra de pollo al curry; pollo al champignon, de cordero desmechado; y de sabores típicos emiratíes como de samosa, verduras al curry y queso; la empanada árabe y una típica rusa con arroz, carne, cebolla y neldo”, detalló.

“Se adaptaron los sabores porque hay cosas que ellos no consumen y también hay materia prima que acá no se consigue, por ejemplo, el queso cremoso”, explicó y además dijo que algunas variedades típicas de la Argentina como humita, cuatro quesos, verdura, no las hacen porque “para esta cultura son gustos muy simples porque comen muy condimentado y todos los sabores a la vez, amargo, picante, dulce, ácido”.
Ya hicieron varias degustaciones y todas fueron un éxito. “La última que hicimos fue para 15 personas y llevamos más 120 empanadas y tres tipos de postres, chocotorta, empanada dulce y flan mixto, y sobraron seis empanadas y no quedó ni un postre”, contó Paloma, contenta con la repercusión.
Por ahora, las empanadas costarán cada una aproximadamente tres dólares y medio. No se venderán por docena sino por unidad o en combo de a dos con papas fritas.

“Está bueno salir de la zona de confort”
Paloma Cañamares, antes de llegar a Dubai, estuvo al frente de un restaurante en la playa de Quequén durante tres años, “Mares”, que estaba donde era Jamming. Lo cerró el 2 de abril y, a mediados de ese mes, se fue para Emiratos Árabes.
“No estaba buscando venirme, pero se me presentó esta oportunidad de formar parte de este proyecto, poder asociarme y compartir mi experiencia y conocimiento”, indicó. Además, aseguró que, para ella, “es un desafío muy grande” y dijo que siempre pensaba que no quería dedicarse a hacer empanadas e incluso reconoció que ni siquiera sabe hacer el repulgue, pese a que toda su familia se ha dedicado siempre al rubro. Sin embargo, se le presentó como “un desafío personal y un reto divertido” que decidió asumir. “También está bueno salir de la zona de confort”, advirtió.
Sobre su vida en Dubai, relató que “es una ciudad muy particular y el choque cultural genera bastante impacto y, muchas veces, siendo mujer se siente un poco más”. En este sentido, contó que a veces se siente “incómoda” porque es raro que la mujer trabaje. “Me ha pasado de ir a una degustación y conocer empresarios y, siendo mujer, no te saludan o no te hacen contacto visual”. En relación a la vestimenta, contó que, si bien no es obligatorio cubrirse con la ropa típica árabe, para no sentirse incómoda no se viste con escotes. Esta situación se da en ciertos lugares y no tanto en zonas turísticas y en la costa.
También hizo referencia al calor porque, si bien están en primavera, es común que se registren 40º a diario. Por la religión, explicó que hay muchos productos que los emiratíes no consumen como, por ejemplo, cerdo, panceta, jamón, bondiola y cualquier derivado y nada de alcohol. Por tal motivo, las empanadas se adaptaron a estas particularidades.
En estos días, volverán a hacer una degustación y próximamente abrirán las puertas de la fábrica de empanadas argentina –y necochense- en Dubai.

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